#Futbol

Julio lo hizo



Ahí está Defensores del Este, entre los cuatro mejores. Goleó a Maderense, esperó por el empate en el clásico de Bolívar y se metió entre los cuatro mejores de la liga. Ahí está Defensores del Este, el equipo con más campeonatos obtenidos en nuestra liga, y que quiere cortar una sequía de doce años. Ahí está Defensores, con su gente, con sus jugadores, con sus dirigentes y con él, con su pullover, o clásica campera.

Volvió, lo fueron a buscar, dudo, aceptó. Y entonces decidió ponerse la pilcha una vez más. Como en el 2009, cuando llegó a semifinales, y Deportivo lo dejó en el camino. Siguió pero al año siguiente, Defensores dijo adiós del certamen rápidamente. Entonces fue tiempo de alejarse de la dirección técnica. Disfrutar del fútbol, pero no sufrirlo, pegado a la línea de cal.

Los torneos pasaron, y nuevamente el azulgrana no respondió con las expectativas que había generado en la previa. Y una vez más lo fueron a buscar. Después de pensarlo dijo que sí, y de a poco, Defensores comenzó a jugar como lo siente su técnico. Fútbol ofensivo; ir a buscar el arco de enfrente. Entendiendo que para ganar, hay que intentar. Entonces dio vuelta la página. Con la templanza de valores, le sumó dinamismo y explosión a los metros finales. Es cierto que por momentos puede quedar desequilibrado el equipo, pero cuando va es una tromba.

Dejo de lado lo que muchos mal llaman “aguante y huevo”, que no es otra cosa que dejar a su equipo, con jugadores menos. Entonces tuvo “aguante y huevo”, del bien llamado. De ir a buscar y luchar por a cada pelota, pero además animándose a proponer desde lo futbolístico.

Comenzó con derrota, el equipo tuvo vaivenes hasta que de a poco se fue acomodando. El quiebre comenzó a aparecer ante Maderense como visitante, donde se trajo un triunfo trabajado pero no sufrido. Ante Calaveras sumó, y al inicio de las revanchas apareció la mejor versión.

Decididamente apareció un dibujo más tradicional, y con mostrada ambición en el arco de enfrente. Uno de los tres jugadores con más presencias vistiendo, la casaca de Defensores del Este en Regionales con 37 (Algañaraz 40, Pizarro 41), ahora en el banco puede haber pensado “si los tengo, los pongo”; y fue así que plasmo un conjunto con alto poder de fuego. Tolosa en el arco, Amoroso y Tobal los centrales, Zanabria y Ortellado (sumando proyección los laterales) en defensa; Soria de volante tapón, Mena de rueda de auxilio, y por izquierda un volante con característica ofensiva. Navarro o Rivas. En ofensiva Colombano partiendo desde más atrás, Fernández (y/o Pérez), para sumar goles, y Ezequiel Naser, el jugador desequilibrante de punta.

Ahí está Defensores, con 16 partidos ganados, 4 empates y tres derrotas. Con 52 goles a favor y 18 en contra. En semifinales y esperando rival. Un equipo moldeado a su estilo, el que lo vio con el brazalete de capitán, campeón en tres oportunidades, y emblema de regionales. A esta altura, ya está entre los cuatro mejores y no hay dudas, Julio Agustín Galeano, lo hizo.