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El mejor Holandes


La final la juegan los herederos de Cruyff


En el día de ayer, a los 68 años falleció uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos. Johan Cruyff. En el año 2010, el 8 de julio, en el portal de Lanza la Bola previo a la final entre España y Holanda por el Mundial de Sudafrica, subimos esta nota, que en el día de hoy a modo de homenaje "subimos", en su totalidad.

Un genio. Un crack. Johan Cruyff, fue el mejor jugador de Holanda de todos los tiempos, y es considerado junto a Diego Maradona, Pelé, Beckenbauer y Alfredo Di Stéfano como uno de los cinco mejores jugadores de la historia.

Cruyff fue único e irrepetible. Talento en estado puro. Velocidad, gambeta, pase, cabezazo, sentido de ubicación dentro de la cancha. Individual o colectivamente, Cruyff jugaba para el equipo.

Por estos días debe estar feliz, sus herederos juegan la final del mundial de fútbol Sudáfrica 2010.

¿Por Holanda? Se puede preguntar uno. No. La respuesta es por Holanda y por España. Tengo que confesar que venía pensando esta idea, desde antes que España fuera finalista, y era la naranja quien esperaba rival el domingo. Después le comente a un conocido futbolero, y luego escuche las declaraciones del DT Holandes alabando a España y Barcelona, y todo “cerró”.

Esta Holanda, no es la naranja mecánica de Rinus Miuchel, que tenía interpretes de lujo, de un fútbol que no necesito ser campeón para pasar a la historia. Su máximo abanderado era Cruyff, de un conjunto que no tenía posiciones fijas, pero tenía un concepto claro. Ellos manejaban la pelota el mayor tiempo posible. Conclusión, si tenes la bola, tenes más posibilidades de atacar y menos de que te ataquen. Además, hacer ancha la cancha, y tocar sin desesperarse. Esa escuela holandesa, sin el brillo de otrora quedo, y se mantiene en el tiempo. Cruyff tenía 27 años, y la selección argentina fue testigo en vivo de un 4 a 0 lapidario. Después la historia es conocida, Alemania se quedaría con la Copa. Cuatro años mas tarde, ya sin el “14” naranja en cancha, Holanda volvió a perder una final del mundo. Fue ante Argentina por 3 a 1. Pero la idea ya estaba instalada. Volverían a una copa en 1990, y salvo en la del 2002, estuvieron en todas. Siempre Holanda es protagonista.

Desde 1974, con Michel, en el banco y Cruyff en el campo de juego, dejó un sello, que se repite de forma constante. Es cierto, no tiene el brillo de aquel equipo, pero tiene intérpretes que juegan bien, y respetan esa idea que mostró al mundo en 1974 y que el Ajax en parte mostraba en los campos de juego, desde antes.

España llega por primera vez a una final del mundo. Muchas veces fueron candidatos, pero siempre se quedaron en eso. Ni como locales en 1982, pudieron quebrar ese reto, y meterse entre los cuatro mejores. Su actuación más destacada fue en Brasil 1950, donde llegó al cuadrangular final, pero nada pudo hacer ante Uruguay (el campeón) y Brasil.
En 1986 cayó ante Bélgica en cuartos, después de golear a Dinamarca. Cuatro años más tarde la historia se repetiría en Italia. Mientras, por esa época, Cruyff, el mismo que había jugado en la década del 70, con la blaugrana, aterrizaba como entrenador al Barcelona. 20 años pasaron. 20 años, donde se comenzó a gestar una idea futbolística.
España siguió llegando como candidato y yéndose con más pena que gloria de los mundiales. Cruyff, de a poco le fue dando una idea de juego al Barcelona. Ganó copas, torneos locales, y Champions. Muchos llamaron a ese equipo el “Dream Team”. Barcelona jugaba bien, y daba gusto verlo. Era un fútbol de la escuela de Cruyff, la misma que había pregonada con la casaca naranja.

El talentoso jugador, devenido en entrenador y formador, ya no dirigió más. Pero el Barcelona siguió su formula. Cruyff hizo escuela.
Entre ellos había un volante central que jugaba más que bien. Josep Guardiola. Era el cerebro de ese equipo. Cuando le toco dirigir al Barca, después que pasaran Vann Gaal y Rijkaard (dos holandeses) nutrió al equipo de jugadores nacidos en la cantera del club. Que venían respetando una idea de juego. Posesión del balón, toque, rotación. Tenencia, para lastimar y que no te lastimen.

Hoy, esta España, tiene como base a jugadores del Barcelona. Ya no es la furia, ahora su “fiereza” pasa por el placer colectivo de verla jugar. Iniesta (en otra posición) es el Guardiola de Cruyff.

36 años más tarde de la revolución Holandesa en un mundial, la idea se mantuvo firme. 20 años más tarde que Cruyff llegara a Barcelona, la idea se mantuvo firme, y hoy se ve en España.

Con 63 años, el talentoso jugador es el DT de Catalunya, un mimo al forjador de un estilo. Mientras que la copa de Holanda lleva su nombre. Un mimo al revolucionario dentro de la cancha.

Desfachatado, talentoso, brillo individual y capacidad de juego en equipo, Cruyff forjó una idea de juego (Es cierto su maestro fue Rinus Michel, pero el gran Johan lo interpreto mejor que nadie).

En la actualidad Holanda respeta un estilo. No es la naranja mecánica, pero es fiel a un concepto de juego. Pasaron 36 años y la idea se potencio.
España, nutre su belleza estética con los fundamentos del Barcelona. Equipo que dirige Guardiola, y que cambio su forma de juego (El barca) después que desembarco el holandes como DT. Transformó furia, en juego. Corrida en gambeta. Fricción en pase. Pasaron 20 años, de aquel Barcelona de Cruyff, pero la idea se potencio.

No es la naranja mecánica, ni tampoco el dream team. Pero los dos se forjaron bajo el estilo del gran Holandes. Por eso la final, la juegan los herederos de Cruyff.