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Un ex campeón del mundo es el nuevo DT de Deportivo



Jorge Eduardo Piaggio (57), ex integrante de la Selección Argentina Sub 20 campeonadel mundo en Japón 1979, de la mano de César Luis Menotti, se transformó en el flamante coordinador del fútbol en el Club Deportivo Argentino. Así lo hicieron saber los dirigentes “azules”, quienes anunciaron que este nuevo proyecto se da en el marco de la renovación de autoridades que está experimentando la institución.

El reconocido ex futbolista se instalará en nuestra ciudad y se hará cargo de todas las divisiones de Deportivo, incluido el primer equipo, que este año vio alejarse a un histórico entrenador como Javier “Vasco” Mendizábal, y que en el último tramo de la temporada tuvo como guía a otro referente del club, Nolberto “La Fiera” Crivaro.

Jorge Piaggio nació en Conesa, cerca de San Nicolás. Desde allí había partido con apenas 16 años hacia Atlanta, con el sueño de ser futbolista profesional a cuestas. En el trayecto entre la ida y la vuelta, “Mortadela” consiguió el título con la Selección Juvenil Argentina en Japón 1979; señala una nota publicada por el Diario El Norte en su oportunidad.

SUS INICIOS EN EL FUTBOL
Piaggio todavía era “Mortadela” (así lo apodaban) cuando, ocupando el puesto de zaguero central, se destacaba en la categoría ´60 del Conesa Football Club, en la que compartía prácticas y partidos con sus amigos de la infancia.

Confiando en su capacidad física, atlética y técnica, Mario Fossa -, otro conesero, por entonces jugador profesional del Bohemio- lo acercó a una prueba en Atlanta. Superó el examen con creces y pasó a formar partes de las filas del club de Villa Crespo, en sus Divisiones Inferiores. “Como yo estaba estudiando en Conesa el secundario, al principio accedieron a que yo no viniera a vivir ni practicara en Buenos Aires y a que sólo viajara los fines de semana para jugar. Los viernes tomaba un micro que pasaba por Conesa a las 3 de la mañana y llegaba a las 8, y me iba al club porque no conocía la ciudad y después de jugar volvía enseguida. Finalmente abandoné el secundario. Estaba ya con la Selección y además me costó el cambio del pueblo a la ciudad. Fueron muchos cambios todos juntos para un pibe de 16 o 17 años”, recordó Piaggio, en una charla distendida con El Norte, la cual se hizo muy amena, producto de la sencillez y la memoria del entrevistado.

Ya instalado en Atlanta -que por entonces militaba en la A- Piaggio integró una recordada Sexta División que perdió la final del campeonato con Independiente. La campaña de ese equipo fue tan buena que varios de sus integrantes fueron convocados a la preselección Sub-17 argentina que era comandada por Don Ernesto Duchini, un verdadero “caza talentos”.

En 1979 Atlanta descendió a la B sin que Piaggio hubiera podido debutar en la máxima categoría, pero ya a esa altura él era un jugador de Selección. Disputó el Sudamericano en Uruguay -en el que jugó bastante, como “4”- y se ganó su lugar para viajar a Japón. Aunque por el gran nivel que tuvo Juan Simón en el Mundial no tuvo muchos minutos (sólo jugó un tiempo ante Argelia), fue uno más entre los campeones. Sobre aquella experiencia, Piaggio comentó: “Para mí fue algo impresionante: era uno de los pocos que no habían jugado en Primera todavía de todo el plantel. En Uruguay no anduvimos bien, pero a Japón íbamos a ganar el título. Estábamos mentalizados, pero además ¡qué equipo! La gente se despertaba aquí a las 4 de la mañana sólo para vernos jugar por TV y le gustaba ese toqueteo grande”.

Junto a Maradona, también Ramón Díaz brilló en aquel combinado, que tuvo a Juan Barbas, Osvaldo Escudero y Gabriel Calderón, entre otros.

SU TRAYECTORIA
Piaggio nació el 7 de febrero de 1960, tiene 57 años y dos hijos -Martín, de 29 y Florencia, de 26-. Su carrera en el profesionalismo se inició en Atlanta, con el que consiguió el ascenso de Primera B a Primera A en 1983, después de haber hecho el debut ante Villa Dálmine en 1980, un año después de que el Bohemio descendiera (había jugado en la elite 24 años consecutivos). En ese plantel campeón fue compañero de Avelino Verón, por ejemplo. Lo que vino tras esa conquista no fue grato para Piaggio. “Días más tarde del título, recibí el telegrama en el que me declaraban libre. Y me cayó como un balde de agua fría porque me había ilusionado con jugar en la A, más aún después de lo que había conversado con el Toto Lorenzo (le dijo: “Usted tiene que triunfar en Primera, por su prestancia y juego”). Él después se marchó de Atlanta, pero el telegrama fue enviado antes que él se fuera. Lo sentí como que me estaban dando un cachetazo y nadie me daba una explicación”, contó.

Piaggio también jugó en Almirante Brown, Armenio (fue compañero de Scotta, Fanesi, el Chino Benítez y el DT era el Chango Cárdenas), Belgrano de Conesa (que se había armado para el Regional con Potente, Premici, García Cambón, el Ruso Ribolzi), Deportivo Maipú de Mendoza, Bunge y Tres Algarrobos de la Liga de General Villegas, donde fue compañero de equipo de varios jugadores pehuajenses,y El Linqueño. Terminó su carrera en la C en Dock Sud, en 1991. Además integró la Selección Nacional de la B, que realizó una gira por Malasia en 1983. Como entrenadores tuvo a Menotti, Toto Lorenzo, Luis Artime, Eduardo Luján Manera y la dupla López-Caballero, por citar a los de mayor renombre.

EL RECUERDO DE MARADONA
Jorge Piaggio recordó su relación personal con Diego Maradona, uno de sus compañeros en el Juvenil campeón. A propósito, detalló: “(Diego) Era muy gracioso y jodón, y como yo también lo soy, nos llevábamos bien. Ya tenía dos años en Primera y mucha presión. Recuerdo que a la concentración de la Selección, en José C. Paz, llegaban revistas de Europa con notas sobre él y yo le decía: "¿Vos te diste cuenta de lo que sos?" Diego me respondía: "Dejame de joder. Yo a veces quisiera ser como vos". Empezaba a sentir la presión, eso de no poder bajar de ocho puntos en una cancha. Yo creo que la prensa y la gente con la que se rodeó le complicaron la vida. Hace mucho que no lo veo, pero lo recuerdo con mucho cariño, porque era un pibe bárbaro.

Al hablar de Menotti dijo que “fue el más grande”, y lo definió como “un gran motivador, que defiende al jugador a muerte”. “Bilardo me cae simpático, a pesar de que no profeso simpatía por el juego de él; pero, si querés encasillarlo, digo que soy de la otra vereda”, explicó.
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Fuente: Diario NOTICIAS