#Futbol

Belasteguin: “Entiendo que el público tenga ganas de que pierda”



El argentino de 38 años cumple 16 temporadas como número uno del mundo y aspira a todo en el Master Final, del 14 al 17 de diciembre, en Madrid.

Fernando Belasteguin acaba de cumplir 16 años seguidos como número uno del mundo, una gesta única en el deporte. El argentino nos cita en el Star’s Padel Club de Cornellà, donde prepara a fondo el Master Final, del 14 al 17 de diciembre en Madrid, el último torneo de la temporada del circuito WPT. ‘Bela’ saluda amablemente a los socios y pide un té rojo en la cafetería. “A mi edad tengo que cuidarme mucho”, explica. No obstante, a sus 38 años parece casi una quimera poder desbancar a este supercampeón de la cima mundial.

Acaba de cumplir 16 años seguidos como número uno del mundo, ¿cómo lo asume?
Han pasado muy rápido... Todavía no soy consciente de lo que he conseguido porque tengo la sensación de que sí, que estoy muy contento, pero aún no caí en la cuenta después de un año tan complicado por las lesiones. Ahora me tengo que empezar a relajar un poco y hacerme a la idea. En realidad, ya estoy pensando en todo lo que tengo que mejorar para el año que viene.


Esta temporada tuvo que operarse del menisco, ¿ha sido su año más complicado?

Sin duda. Uno puede perder dentro de la cancha y no le queda otra que saludar a sus adversarios y felicitarlos, pero cuando pierdes fuera la sensación es muy fea. La lesión es un adversario al que no puedes pelear en igualdad de condiciones. Yo empecé con 15 años y es la primera vez en mis 23 años de carrera que he tenido que pasar por quirófano a mitad de temporada y la sensación de que puedes perder el número uno fuera de las pistas, no dentro, es muy difícil de llevar.

Mientras Pablo Lima siga queriendo ser mi pareja, puedo aspirar a lo máximo”
Con 38 años, está en el cenit de su carrera, ¿hay ‘Bela’ para rato?

Ojalá. Yo me cuido mucho... La verdad, mientras siga compitiendo con Pablo Lima, mientras Lima siga queriendo ser mi pareja, considero que puedo aspirar a lo máximo. Ojalá que me aguante varios años más. Cuando yo vea que ya no soy competitivo, le diré: ‘Pablo, no quiero ser un lastre para tu carrera porque tienes muchos años por delante para seguir siendo número uno’”.

¿No tiene miedo de que la gente piense que este deporte es aburrido, tantos años con el mismo número uno?
Mucho. Yo veo un deporte nuevo, que no conozco de nada, y hay un tío que siempre es el número uno del mundo y puedo pensar que es muy fácil o que es muy poco profesional. Para mi es muy bueno ser el número uno pero quizás para el crecimiento del pádel no lo es. Es una contradicción.

Eso no implica que no haya un nivel muy alto.

En absoluto. Los que conocen el pádel ya saben que es muy, muy difícil ser número uno.

¿Cree que cada año hay más nivel?
Sí, todos vamos creciendo. En España hace 20 años que el pádel no para de crecer, pero yo soy un obsesionado de pelear y cuanto más jugadores buenos y de nivel salgan, mejor para mi porque más tendré que crecer como deportista. Estoy muy agradecido de que haya una competencia cada vez mayor.

¿Siente quizás que el público tiene ganas de que pierda?

Sí, pero los entiendo perfectamente. Yo cuando veo un partido de fútbol entre dos equipos con los que no simpatizo, por lo general voy con el más débil. A mi lo que me preocuparía es que cuando pierdo, como en Bilbao, esa misma gente siga estando en mi contra. Pero no es así. Tras un partido, gane o pierda, el público me pide una foto, un autógrafo, me felicita y me aplaude... yo me preocuparía si después del partido me fueran hostiles. Y ojalá me pase esto hasta el final de mi carrera porque significaría que estoy allá arriba siempre.

Yo, cuando veo un partido de fútbol sin un equipo con el simpatizo, también voy con el débil”
¿Qué hay que hacer para desbancar a ‘Bela’? ¿Hay algún secreto?

Sí, que me saquen a Pablo Lima de al lado. Si no fuera por él, yo no sería número uno. Tuve durante 13 años a Juan Martín Díaz y en estos últimos tres años a Pablo. El pádel es un de porte de pareja y el que no lo entienda así, no lo conoce bien.

¿Atribuye entonces su éxito a la buena elección de sus parejas?

Uno puede ser muy bueno, el mejor, pero si al lado no tiene a alguien con quien se entiende, no sirve de nada. Mi mejor golpe es haber elegido siempre bien a mi pareja.

Llega el Master Final, ¿cómo lo afronta?
Este año con especial ilusión porque con Pablo, en estos tres últimos años, nos lo hemos perdido en dos ocasiones por lesión y en la última por una infección en el riñón de Pablo. Él quiso jugar pese a que le decían que estaba loco. Jugaba incluso con fiebre y aún aguantamos hasta semifinales. A ver si esta vez podemos terminar el torneo, es lo único que pido.

¿Qué le pide al año 2018?
A nivel personal, seguir viendo crecer a mis hijos. Y a nivel profesional, que me deje competir en igualdad de condiciones contra mis rivales, con salud deportiva.

El pádel femenino ha crecido mucho, ¿las mujeres les siguen la estela?
Las chicas tienen cada vez más potencia, son un espectáculo brutal. Han evolucionado un montón, juegan rápido, con precisión, físicamente están muy bien. Invito a la gente a que las vea.

España, Argentina, Francia, Portugal, Italia. El pádel se está consolidando en muchos países

Nos faltan unos pocos años más. El pádel es un deporte muy joven, apenas tiene 35 años ¿Y cuántos tiene el tenis? ¿O el fútbol? ¿150 años? Yo siempre digo que no se le puede pedir al pádel que sea ya como el tenis porque es un deporte pequeño que está en una fase de crecimiento brutal y con un futuro espectacular. No le pidamos que corra cuando todavía está gateando. Vamos a dejar que madure y se coloque arriba a nivel mundial.

¿Ve un futuro muy prometedor?
Sin duda. Lo bueno que tiene el pádel es que país que lo conoce, país que se lo hace propio porque en seguida encanta. Aquí en España ya lo juegan 4 millones de personas y no hace mucho era simplemente el deporte de Aznar. Ahora es el deporte de todo el país. En Italia llegó hace siete años y en Roma ya hay un ‘boom’ espectacular. Démosle tiempo y no me cabe duda de que dentro de 20 años estaremos hablando de un deporte muy grande a nivel mundial.

Así pues, ¿no reclaman más atención mediática, como otros deportes minoritarios?
Nunca jamás. Aún somos muy jóvenes, así que tranquilos, no pidamos a la prensa que nos trate mejor ni empecemos a quejarnos. Pensemos que en 20 años el número uno del pádel será una gran estrella mundial, como pasa con el tenis.


Fuente: .mundodeportivo