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Se retiró Gabriel Senzacqua



Gabriel Senzacqua abandonó el arco y dejó una marca. Pero no se trata de la que suelen hacen los arqueros en la línea del área chica para contar con una referencia sobre la ubicación de los postes, sino una huella profunda; trece años exactos después de haber aterrizado en el fútbol de Olavarría para reemplazar a Víctor Sieracki en el arco de Racing.

A sus 37 años otras prioridades le llevaron a tomar la decisión de retirarse, tres décadas después de haberse calzado los guantes por primera vez en alguna canchita polvorienta de algún barrio bahiense.

Su nombre quedó grabado para siempre entre los héroes que lograron el primer ascenso de un equipo olavarriense al Argentino "A", con Racing en 2005; también se puso las camisetas de Ferro, Estudiantes y Loma Negra, pero registró otros dos pasos por el Parque Olavarría: la impresionante campaña de la temporada 2009/10, que se quedó sin ascenso, y esta última que retornó al club a la segunda categoría del fútbol federal.

"Ya está. Venía cansado, complicado con los entrenamientos, el trabajo, los viajes, y el tiempo que uno debe dedicarle a la familia. Son 37 pirulos, me siento bien, no me pesan los partidos, ni los entrenamientos, pero cada noche cuando llegaba a casa estaban todos durmiendo, y esas son cosas de la vida que uno no debe desatender, ni dejar de disfrutar. Gracias a Dios no fue por una cuestión física, sino que los tiempos no me permiten dedicarme al fútbol como lo hice toda mi vida" contó Senzacqua.

Un arquero que dejó una huella profunda
Llegó en enero de 2005 a Racing para reemplazar a Víctor Sieracki y logró el ascenso; tuvo otros dos ciclos y ganó un segundo ascenso. También defendió las camisetas de Estudiantes, Ferro y Loma Negra. Toda una vida dedicada al arco.


Gabriel Senzacqua abandonó el arco y dejó una marca. Pero no se trata de la que suelen hacen los arqueros en la línea del área chica para contar con una referencia sobre la ubicación de los postes, sino una huella profunda; trece años exactos después de haber aterrizado en el fútbol de Olavarría para reemplazar a Víctor Sieracki en el arco de Racing.

A sus 37 años otras prioridades le llevaron a tomar la decisión de retirarse, tres décadas después de haberse calzado los guantes por primera vez en alguna canchita polvorienta de algún barrio bahiense.


Su nombre quedó grabado para siempre entre los héroes que lograron el primer ascenso de un equipo olavarriense al Argentino "A", con Racing en 2005; también se puso las camisetas de Ferro, Estudiantes y Loma Negra, pero registró otros dos pasos por el Parque Olavarría: la impresionante campaña de la temporada 2009/10, que se quedó sin ascenso, y esta última que retornó al club a la segunda categoría del fútbol federal.

"Ya está. Venía cansado, complicado con los entrenamientos, el trabajo, los viajes, y el tiempo que uno debe dedicarle a la familia. Son 37 pirulos, me siento bien, no me pesan los partidos, ni los entrenamientos, pero cada noche cuando llegaba a casa estaban todos durmiendo, y esas son cosas de la vida que uno no debe desatender, ni dejar de disfrutar. Gracias a Dios no fue por una cuestión física, sino que los tiempos no me permiten dedicarme al fútbol como lo hice toda mi vida" contó Senzacqua.

"Disfruté un montón, conocí un montón de lugares, hice un montón de amigos" celebró y de la última etapa en el arco no mostró reproches. "Hubiese sido redondito darle otra estrella al club, pero ya está. No me tocó estar en la cancha, pero por ahí no estaba al ciento por ciento. Torralba tiene 24 años, dedicaba su tiempo a entrenarse, cuando terminaban las prácticas se quedaba peloteando, y yo me tenía que ir al trabajo. Y fue lo justo, porque tampoco era un arquero que no estuviese a la altura del equipo que estaba defendiendo" comentó.

Quiso el destino que el círculo se cerrara, aquí en Olavarría, donde empezó a abrirse. "Casi sin querer se dio que pudiera terminar mi carrera en Racing. Volví el año pasado para el C con Fatiga (Russo), me quedé, después se dio el ascenso y de nuevo los dirigentes me hablaron para quedarme y no dudé, porque me favorecía conocer el paño, siempre sabiendo que iba a ser mi último torneo" reveló.

De las tres estrellas que tiene bordadas el escudo de Racing, en dos participó Gaby, y una de ellas tuvo casi un tinte épico, la primera en Pergamino, con toda la barrabrava de Juventud dentro de la cancha intentado "cazar" a los jugadores chairas.

"Había que defenderse. Entró un malón de gente, con la policía desbordada y nos pusimos espalda con espalda y a aguantar. Por suerte no pasó a mayores, pero me parece que la alegría era mayor que defenderse de las agresiones" acotó.

"Me sentí mucho más protagonista en ese ascenso, que en el que tuve con Olimpo a Primera. Fue algo que me marcó y nos marcó a muchos jugadores que estuvimos en ese equipo, y al día de hoy seguimos estando en contacto y me manifiestan gente como Tati Saavedra, Ale Sepúlveda y otros una envidia sana de haber podido regresar al club, un poco por esa mística que tiene Racing" subrayó.

Después llegó el Argentino A, que lo vio como suplente de Mariano Cándido en el arranque y cuando agarró el arco no lo largó más. "No era para descender, ni con Luján de Cuyo, ni mucho menos con Rivadavia de Lincoln. Hoy, muchos años después, me doy cuenta de que iba a ser imposible sacar un buen resultado con el arbitraje que nos tocó en Lincoln, y en la vuelta entre la cancha, el barro y el frío fue imposible, aunque nos haya faltado sólo un gol para mantener la categoría".

Senzacqua después anduvo por San Luis, Comodoro Rivadavia, Mandiyú de Corrientes, y regresó por primera vez a Racing para cuidar el arco de un equipazo, en la 2009/10. "Ese Racing jugaba más que el otro, que era de mucha lucha y arriba contaba con gente que hacía mucho daño, como Ale Sepúlveda, Tati Saavedra, Oscar (Altamirano) o Carlitos Tavare. Eramos sólidos, teníamos salida limpia con Dipa, el Paisano Ortiz o Del Cero, gente importante en el medio como Leo Martens, Keko Scaserra, Bochi Abad y arriba Cristia Pereyra y Martín Uranga, más los chicos de acá que venían saliendo como Bruno Brunand, Carlucci, Cañete, Leo Vitale, Maxi Chevrot, Maxi Mayoz. Lamentablemente hicimos dos fases de grupo extraordinarias, pero fallamos en los playoffs con La Emilia y con Douglas Haig, que tuvimos que definir de locales en Tandil".

Pero Racing no fue su única casa aquí en Olavarría. "Estoy contento porque estuve en otros clubes donde me trataron muy bien, empezando por Ferro, que me abrió las puertas después de un año y medio sin jugar por esas cosas que tiene Daniel (Torrisi), o el Bagre Aguirre, que metió el pase seis meses antes y cuando se quedó sin arquero me llamó enseguida. Ferro es un club que me trató muy bien. Es el día de hoy que en cada fecha importante nos llamamos con jugadores, dirigentes o allegados" destacó Senzacqua.

Con Estudiantes compartió dos intenciones de ascenso. "Fui para un campeonato de la Liga que ganamos invictos, se armaron dos equipos para el 'C' y no se cumplieron las expectativas lamentablemente. De Estudiantes quedaron amigos, un dirigente como Ricardo Hoffmann, que en su momento se la jugó por mí, y no mucho más, porque fue el único club en mi carrera que no me quiso reconocer una lesión, en la rodilla el último partido, en Otamendi, que terminó con una operación de meniscos de la que no se quisieron hacer cargo. Lamentablemente para mi economía fueron malas noticas" recordó.

Otra escala fue Loma Negra, con César Arbío como entrenador y un equipo que logró despertar la pasión de un pueblo casi 30 años después: "Linda experiencia. Pesó mucho César Arbío, para convencerme de que volviera a ponerme los guantes, y estuve como entrenador de arqueros. Jugamos una final con El Fortín, perdimos otra con Embajadores, pero dejamos algo en el club pese a que no se pudo lograr el objetivo. Yo digo que en Loma jugué por César, de puro insistidor nomás, je".

Entre millones, Gaby eligió una atajada a La Plata Fútbol Club en el Argentino A ("ese fue el mejor momento de mi carrera, me salían todas; estaba muy bien trabajado por la Chela Leguizamón", destacó) o una para Estudiantes en la cancha de Huracán de Tres Arroyos; también los penales atajados para Ferro frente a Independiente de Chivilcoy por la Copa Argentina.

Amigos, por supuesto, la carrera dejó varios, empezando por el Gordo Rodas. "Con Roberto Tucker tuvimos una gran relación, que después se cortó un poco por las distancias, Emilio Peralta en Estudiantes. Muchos; nombrarlos a todos sería imposible. Una de las cosas por las que dejé de extrañar tanto a Bahía Blanca fue por los amigos que me dio el fútbol en Olavarría" señaló Senzacqua.

El fútbol en su sentido más directo quedó atrás, pero hay otras variantes a escrutar para un ex jugador. "Hice el curso de técnico y me gustaría dirigir. Miro mucho fútbol, me interesa mucho el ascenso, lo que pasa en el Interior y no tendría problemas en agarrar lo que sea, un equipo de Federal B o de Liga local. Por mi personalidad, a mí me daba lo mismo jugar en la cancha de Hinojo con Loma Negra o en la cancha de Independiente Rivadavia con la tribuna cayéndose de gente a mis espaldas. Para mí el fútbol se acabó, pero en mi cabeza sigue girando el ratoncito con la pelota" anticipó.

No habrá más arco para Gabriel Senzacqua, pero seguramente no faltará el fútbol en su futuro

Fuente: El Popular