#Futbol

Federal C: El Fortín - Estudiantes terminó en un escándalo



Los locales habían sido muy superiores, pero los albinegros ganaban 1-0 cuando, una vez terminado el primer tiempo ingresó al campo de juego el entrenador fortinense Mayoz, quien agredó con un cabezazo al árbitro Cristian Arce. El partido fue suspendido.

Lo que prometía para una gran noche de fútbol, por lo que habían entregado en el primer tiempo y lo que podía pasar en el segundo se cortó abrupta, inesperada e incomprensiblementes antes de que todos los protagonistas que estaban en el campo de juego iniciaran camino a los vestuarios para los quince minutos de descanso y reflexión.

Hasta ahí se habían jugado 45m intenso, frenéticos, sin contención en la mitad de la cancha por parte de ninguno de los dos equipos. Ganaba Estudiantes 1-0, por el oportunismo madrugador de Juani Barbieri, pero lo sucedido en la cancha ameritaba una holgada diferencia para El Fortín, que hasta ahí había chocado una decena de veces con una extraordinaria actuación de Ramiro Biscardi.

¿El arbitraje? No más que discreto. Su primer error fue en la vestimenta: nunca debió haber permitido que el arquero de Estudiantes jugara con la misma camiseta que El Fortín. En cuando a la conducción de juego se fue enamorando del "siga - siga", dejó algunos contactos sin sanción y sobre la hora se le picó feo, cuando dejó pasar un par de infracciones, la primera a Rojas, la segunda a Mujica (le tiraron un patadón y no lo agarraron por poco).

El Fortín reclamaba un par de penales, por supuestas mano, que desde arriba no parecieron. Pero nada hacía presagiar el desenlace: Maximiliano Mayoz, entrenador de El Fortín, salió desde su banco en dirección a Cristian Arce, le hizo un reclamo, recibió como respuesta una expulsión y le aplicó un cabezazo en el rostro al árbitro hinojense.

Arce cayó fulminado al campo de juego, frente al estupor generalizado. Y permaneció varios minutos tendido, asistido por el cuerpo médico de Estudiantes y custodiado por una importante guardia policial.

Luego de varios minutos, Arce recuperó la vertical y se dirigió hacia su vestuario acompañado por sus colaboradores (Kevin Baliño y Lucas Jara), los uniformados y casi todo el arco mediático que estaba cubriendo el partido.

A esa altura sólo nerviosismo en el pequeño recinto, ubicado en el medio de los dos vestidores. Arce se metió en su vestuario, con Baliño y Jara, dejó una custodia policial en la puerta y de inmediato ordenó el retiró de todos los periodistas que estaban en el lugar.

A las 22.03 se abrió la puerta del vestuario y Arce manifestó (o lo hizo a través de sus colaboradores), que no estaba en condiciones psicológicas de seguir arbitrando el partido. La suspensión encendió la ira de varios jugadores del El Fortín, quienes fueron contenidos por sus dirigentes, y derivó en un tímido festejo dentro del vestuario de Estudiantes, que no fue más allá de un "vamos, carajo. Ganamos el partido".

Arce no volvió a hacerse ver sino hasta varios minutos más tarde. Evitó todo contacto con la prensa y evidenció una inflación en el pómulo derecho.

El partido fue suspendido y el caso ahora pasará al Tribunal de Penas del Consejo Federal, que definirá el destino de este asunto.

Fuente: Daniel Lovano / elpopular.com.ar