#Futbol

Un Vizio de fútbol



Deportivo se quedó con la segunda edición de la Copa de Campeones. Un torneo que por la repercusión, y la presencia de público en las canchas denota que es algo más que un simple preparación. Si el certamen se extiende en el tiempo tomará cada vez mayor trascendencia.

Pero “importancia” al margen, Deportivo alzó un nuevo título. Fue de menor a mayor, tuvo tres técnicos, y a Julio Caldiero que se abrazó al éxito como jugador y orientador táctico, en solo cinco compromisos. Curiosidades del flamante ganador. Datos estadísticos que perduraran.

Lo que no dejó objeción es que “el azul” fue menor a mayor en el torneo, mientras “se acomodaba” en sus vaivenes. Pasó a Maderense y Fútbol Club por penales (contó con la figura de Víctor Volpe), dejó a Calaveras en el camino (ya con Collado en cancha), y derrotó sin atenuantes a Independiente de Mones Cazón en la final. Y si el resultado fue solo 3 a 2, en porque Deportivo se tomó demasiadas licencias, edificando la conquista soñada, por sobre la posibilidad de liquidar el pleito. La diferencia en cancha fue abrumadora. Conceptual, táctica y futbolísticamente.

En ese andar del torneo Santiago Vizio fue la figura excluyente. En el 2017 se presentó en sociedad; pero en la final del domingo lluvioso desplegó un arsenal de fútbol. Lo ya conocido y mucho más. Con una idea de equipo que se empieza a respetar, el dibujo tácticole permite mostrarse “suelto”, pero no aislado de los mediocampistas, en un conjunto “corto” donde se pudo ver a las tres líneas jugando de forma compacta. Fue así que el circuito de juego fue demasiado para un rival que siempre corrió detrás de la pelota.

El talentoso medio creativo fue el socio de cada compañero. Porque Vizio partía pidiéndosela a Urquiza, Gómez, Ruíz Díaz o Reyes; colocando un pase a profundidad a Peredo, o ayudando a Guagliarello. Claro que sus interlocutores preferidos, sus socios son Andrés Collado y Juan Martín Tallarico.

Hubo paredes, tacos, y un pase al “9” goleador en el segundo tanto, luego de una corrida que marcaba lo que vendría. Ni los golpes arteros lograron parar su gambeta. A cada falta le respondió pidiendo la pelota. Arbelo y Peredo haciendo ancha la cancha, el tridente (Vizio – Tallarico- Collado), encontró los huecos necesarios entre medio y defensa rival para marcar una diferencia sustancial.

Cuando Caldiero decidió retirar al creativo por excelencia lo aplaudió todo Deportivo, lo elogiaron en voz baja los rivales, y se ganó el respeto de los neutrales. Sus características que venían siendo marcadas desde que comenzó a desgranar su juego por estas latitudes, ayer encontró un cúmulo de acciones que lo dejaron como el mejor de la cancha, y el valor más significativo de Deportivo en la Copa de Campeones.

La pelota al piso, toques rítmicos y cortitos de su botín derecho marcan el destino del balón. La cabeza levantada, y el Vizio del fútbol rendido a sus pies.