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Porque Maderense era su amor...



Aún la triste noticia, la que cuesta aceptar sigue girando. Lo que se escriba, lo que se diga, no hay dudas que será poco para describir el amor incondicional que José Unzue, tenía por su querido albiverde. Capaz, que ni él, aún con sus hechos se haya dado cuenta lo que generaba por su Maderense querido.

Ideólogo y autor del prólogo del libro por los 90 años de Maderense, son sus palabras la que explican parte de ese sentimiento que será eterno, entre el club y José.

Prólogo

Hace tiempo comenzó a pasar por mi cabeza, la idea de plasmar en el papel la rica historia del Club Atlético Maderense que este 16 de mayo del 2015 cumple sus 90 años. En un primer momento no me anime, pero luego dije adelante, ¿Por qué no? Consulté a dos conocidos: Javier Toffolo y Roberto Rodríguez quienes escriben en el matutino Noticias de Pehuajó que rápidamente aceptaron la invitación, mas tarde se lo comenté a la comisión del club que no dudaron en realizar dicho emprendimiento.

La primera etapa consistió en buscar fotos, recortes de periódicos, conversar con antiguos protagonistas, allegados y toda aquella persona cercana a la institución. Así aparecieron anécdotas y mucho material que se tenía muy guardado de grandes acontecimientos. En nuestras manos todo lo conseguido nos pusimos a elegir, determinar lo que se iba utilizar (difícil tarea) porque es siempre muy subjetiva la elección. Se eligió por esto que ustedes podrán observar.

Durante la etapa de investigación, se leyó mucho, hasta que como arte de magia aparecieron las actas del club: ¡ LA PRIMERA! Y subsiguientes. Se comenzó a conocerse con precisión lo que la gente nos comentaba. Surgió el nombre de Ricardo Blanchet, ese ferroviario, primer presidente; quien impulsó la creación de un club que “se denominará en lo sucesivo Club Atlético Maderense” como reza el acta de fundación.

La rivalidad deportiva con Juventud Unida Maderense, cuadro local que existía en los años 1930 de ideas políticas conservadoras. Mientras que Maderense en estos comienzos profesaba ideas radical.

Los primeros bailes, kermeses para obtener recursos primero se hacían en la Sociedad Española o la Italiana, posteriormente en su sede social, las que tuvieron gran repercusión.

La crisis que sufre la institución en el 1936 a punto de desaparecer, que fue superada.

Cuando algunos jugadores se “plantaron” ante la comisión por no estar de acuerdo con sus directivas. No queriendo jugar y algunos pasar a Juventud, mas tarde volvieron a MADERENSE.

La poderosa lucha por buscar una sede social, por que se deambuló de aquí para haya, hasta que a partir de 1938 se alquila la casa de José Marful donde funcionó la secretaria y la biblioteca Domingo Sarmiento que fue cedida por la escuela 4. En el año1943 se arrenda la casa de la familia Díaz, para adquirirla en el año 1945 con el aporte de socios, vecinos y créditos en un total de pesos moneda nacional de 4500. La aparición del buffet para darle algo nuevo a los socios y al pueblo en general.

En 1955 la sede social se reforma en forma parcial, como festejo de los 30 años

Por ahí aparece la cancha de paleta en 1947 donde mucho pelotaris demostraron su aptitud para jugar.

Hechos, ideas: aquellas carreras de bicicletas que se realizaban en el campo de juego a partir de 1949, donde aparecieron ciclistas como el negro Belén de Bolivar o los duelos de Giordano y Mendiville. Venían a practicar el deporte de una importante región del país.

La lucha por tener un campo de juego propio, por que en los planos de geodesia figura como plaza pública de Madero, el actual Juan Halzague nombre que se instituyó en 1980 en homenaje a este gran dirigente que estuvo en diferentes comisiones desde 1931 hasta 1975. Toda una vida!

En 1972 se impulsa la creación del Gimnasio, donde el profesor Roberto Vicente enseño disciplinas como el basquet, voley, handbol, etc, congregando a muchos jóvenes, movida linda de volver a repetir. En estos tiempos principio del 1970 aparece el boliche bailable para que la juventud tenga su lugar de esparcimiento

En los comienzos del 1990 cuando el furor del padlle se extendía por todo el país se construye la cancha que en la actualidad sigue vigente

Sin olvidar del futbol, motor de la institución, los nombres de varios deportistas podrá verse reflejado en las diferentes campañas. Los medios de transportes con los que viajaban a jugar: desde aquellos camiones de Urricelqui o de Mattioli a la famosa galera de Pancho Ortega,o al mas reciente colectivo de Perete, Antonio Perez.

Recordar como llegué a tomar interés por la institución, como cualquier chico “la pelota”, el futbol, defender sus colores en época que no existía inferiores llegué a participar en cuarta división, cuento que no era lo mío.

De allí, de ese tiempo voy a reconocer a gente que no está en la tierra pero que formaron parte del “mundo Maderense”: Omar Di Bin un tipo de gran corazón, arquero en ese tiempo, Oscar pato Rolón, central de gran categoría que alternó en p rimera, Oscar amarillo Bianchi, mi compañero de los baby futbol, buen defensor, Osvaldo Acosta el conocido pato Rojas, Carlitos Lipari, un delantero potente, José Martín, el querido loco( jugador impresionante), Oscar nene Sacani un delantero rápido y los técnicos Carlos Pavón y Pedro Di Bin dos personas apasionadas por este deporte y no me olvido de Adrian”gorreta” Campos que me llevó al manejo de las planillas previas a los partidos que en la actualidad sigo manejando en las mayorías de las categorías que presenta el club.

Tener presente los amigos que el futbol me dio, en la actualidad nos encontramos y charlamos de los momentos vividos, algunos alegres y otros no tanto siempre desde lo deportivo. Enumerarlos es imposible.

Tengo una imagen difusa, por la edad del campeonato de 1970, esa caravana recorriendo

las calles con la gente saliendo de sus casas que nos aplaudía, poco comprendía solo veía emoción. Ibamos en el auto de papá, en la ventanilla estaba colgada la 10, camiseta de Ovidio Zabala.

Alguna locura de mi amor a la camiseta: mi hermana Ana me había designado padrino de su hija Florencia, ese día Maderense jugaba en Pehuajó como era mi costumbre me fui a la cancha a ver el juego dejando de lado el bautismo, la bronca que se agarró mi hermana le duró años.

Otra año 1982, Maderense juega el regional en cancha de Deportivo en Pehuajó, obviamente fui a la cancha. En Madero tenía la misa de egresado, llegué tarde, los nervios de mi mamá, eso sí, pude comulgar, el padre fue gamba y demoró la situación.

Tengo que agradecer a toda la gente que colaboró en hacer este libro, que puede ser del interés de los Maderense que tiene en el corazón estos colores.

Un párrafo aparte a Jorge Franco con sus “jóvenes” 90 años y su prodigiosa memoria que detalló hechos e historias por él vividas de aquel Madero. Y al incondicional ayudante Mariano Ferrayra quien me acercó a las redes sociales, internet, etc algo esquivo para mí.

A mi familia, mis hermanos (que se criaron de la mano de papá dentro del club). Y aquellos que no están en este mundo pero que son importantes para mí: mamá quien se enojaba mucho cuando dejaba alguna actividad importante por la pelota y a papá Serapio quien fue parte esencial de Maderense en sus comienzos estando más de 30 años en diferentes comisiones, y hasta se dio el lujo de dirigir junto a Díaz y Urben Unzué ese equipo del 58 que quedó en el recuerdo de muchos.

Por último dejaré mi pensamiento a alguien que se murió muy joven que tenía sentimiento por Maderense a pesar de no nacer en nuestra localidad, para vos querido sobrino Nico que siempre me preguntabas ¿Cómo salió Maderense?........

José María Unzué

YA TE EXTRAÑAMOS POCHO!