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El handball pehuajense y el orgullo - desafío de pertenecer

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Los hechos que marcan hitos fundacionales quedan sentados en la memoria colectiva. Deportivamente hablando, la participación del seleccionado de Handball de la APEBAL, que representó a Pehuajó, en el certamen nacional de la disciplina realizado en Mar del Plata, es uno de esos episodios fundacionales. ¿Por qué fundacional, si la actividad tiene años en el distrito, y la asociación ya ha transitado certámenes nacionales y provinciales? Es fundacional, porque implicó un salto de calidad; porque reunió a camadas y generaciones (dirigentes, cuerpo técnico y jugadores) que pusieron el nombre del partido entre los mejores del país, y se aseguraron la presencia en la máxima divisional, para el campeonato a desarrollarse dentro de dos años.

PATAS DE CRECIMIENTO
Las famosas patas que componen el desarrolló o la busqueda de un éxito deportivo, aparecen en el handball. Compromiso y apoyo. Desde una joven dirigencia, pasando por un cuerpo técnico encabezado por un profesor, que se formó en el handball escolar, para luego dar un paso a la competencia de elite, y jugadores. Punto esencial de todo deporte. El deportista. Por obvio que parezca, así lo será siempre. Y en este punto convergieron actores, que tuvieron su génesis en los Torneos Bonaerenses, y los nuevos valores formados en la APEBAL como asociación y compitiendo de forma federativa.

PUNTOS DE ENCUENTRO
Por primera vez Pehuajó, reunió a jugadores “formados”, siempre desde el amateruismo, pero con distintos grados de exigencia en competencias. Y la prueba se remitió en el elogio de los rivales, y de la CAH. Tal vez haya sido el mejor análisis que se pueda hacer, cuando la aprobación nace desde quienes fueron rivales, organizadores u observadores calificados. Seguramente cada uno de los jugadores, con el correr del tiempo conocerán lo importante que fue lo alcanzado. Tomas Brianza goleador del equipo, y segundo en la tabla del torneo, es la síntesis del plantel comandado por Francisco Denuncio. La síntesis desde la presencia; y el punto de encuentro, con los distintos torneos donde equipos y selecciones locales dicen presentes en el país, jugando contra los mejores y de forma federada.

CONTINUAR

Siempre el resultado es un factor de relieve. La competencia alcanza, pero las construcciones deportivas en base a triunfos suman adeptos. ¿Podía Pehuajó alcanzar un mejor resultado? Tal vez sí, con algunos nombres que no pudieron estar. O tal vez con esos nombres, haber estado más atrás. Eso es contra factico, y como tal, es opinión. El sexto puesto, en una primera competencia de esta índole es un paso sumamente importante. Porque alienta a progresar, a potenciar el desarrolló de la actividad, y a una competencia constante con los mejores, para que el nivel siga creciendo. Tal vez esta actuación no tendría que haber sido analizada como el punto de fundacional, sino como una consecuencia de lo hecho. Pero eso sería quedar en un conformismo deportivo, y por las expectativas generadas por el handball a nivel deportivo en el plano local, lejos de ser el punto de llegada, el logró obtenido en Mar del Plata, debe ser (seguramente así lo será), el sustento sólido (anímico, deportivo y emocional) de próximos pasos, aventurados y exitosos; es por eso que el torneo que acaba de concluir es un punto de partida a nuevos desafíos.