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José Moretti: “No me retiré. No sé si estuve aburrido estos días, pero me volvieron las ganas de jugar”



Decimonovena función de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al jugador desde otro lado. Es el turno del "Mariscal", es el momento de José Moretti.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Comencé de muy chico, en la escuelita de San Martín que estaba a cargo de Daniel Tezza. Me invitó un amigo del barrio, Joaquín Bethouart que ya estaba yendo a jugar. Nosotros somos del barrio de Defensores, pero en ese momento no había inferiores en el Club. Luego me fui a vivir al campo muy cerquita de Curarú y ahí conocí a Rubén Aguirre Nos llevó a mí y a otros chicos del pueblo a jugar a Progreso. Ahí fue mis inicios en las inferiores. Jugué hasta sexta división. Luego Aníbal (Folgar) nos trae a un Sub 15, ya vivía en Pehuajó y me invitó a quedarme en Calaveras.

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?
Debuté en primera en el año 2004. Por primera vez de titular, ya que había sido suplente en 2003. El rival fue Atlético de Mones Cazón en cancha de Calaveras. Tenía 17 años, empatamos 1 a 1 y cometí un penal. Que fue el gol de ellos. (Risas)

Buen comienzo…
Buena carta de presentación. Arranque bien en el debut. (Risas)

Al año sos campeón. ¿Qué anécdota te quedó de ese año?
Claro. Al siguiente año tuve la suerte de salir campeón, tengo varias anécdotas. De movida, en el verano fui citado para jugar un Torneo del Interior con Defensores. El entrenador era Omar Antonio. Todavía estaba para jugar un rato Omar. Me quería quedar en Defensores. Una tarde, en Mitre y Alem, me agarra Bartolo (Palacios) con Toti (Chavarría). Me dice que me van a tener en cuenta y yo le digo que quería jugar en Defensores. Al final, me terminan convenciendo y me dice “Bartolo”, que vamos a salir campeones. ¿Adónde vas a ir?. Así fue, como me dijo se dio todo. También me acuerdo y lo más lindo, que también se cumplió fue la dupla de “Bartolo” y “El Lela” Lamanna. Luego de perder tres partidos yo era el capitán del equipo. En el cuarto partido, me dio su cinta de capitán y me dijo: “Narigón” con esta somos Campeones. Cosas locas que me pasaron en ese año y que siempre me voy acordar.

¿Que fue verlo de saco a “Bartolo”?
El uso un conjunto todo el año de cábala. Él era muy cabulero. Teníamos dos recorridos para ir a entrenar y me pasaba a buscar todos los días. Martes y miércoles un recorrido. Jueves y viernes otro. Un demonio lindo. En la final dijo que iba usar saco. (Risas) Cumplió con lo que dijo, él era feliz dirigiendo y nosotros también con él.

La pasaron bárbaro ese año…
Si, muy bien. Era un grupo espectacular. Un día me dice, maneja “Narigón” y se sentó arriba del techo de la camioneta. Entramos a la cancha, se había llevado un redoblante y entró como si fuera un hincha. Los chicos se volvieron loco. (Risas) Asi dirigía y divertía al grupo. En los asados obvio que cantaba.

Linda caravana metieron después de la consagración en el Garré…
Inolvidable. Mucha gente en la vía del ferrocarril, nos bajamos y fuimos corriendo con la gente hasta la plaza. Terminamos en el club. Fue un día muy alegre para todos, nos había costado mucho desde el comienzo y terminar saliendo campeón fue algo muy lindo. Se festejó mucho ese día.

Tenías dieciocho años, lograbas tu primer títulos y en tu segundo año. Pasaron once años para volver a ser campeón. ¿Ahí es donde valoras mas ser campeón?
Si. Cuando sos joven pensas que vas a salir campeón seguido. Más que veníamos de inferiores saliendo campeón siempre. Pero en Primera todo es distinto. Nunca me imaginé que se iba esperar tanto para salir campeón y es difícil cuando los equipos se refuerzan mucho.
Pudimos cortar la racha once años. Éramos un buen equipo, con una base que se fue armando de a poco en 2015 y con pocos cambios al año siguiente logramos ese esperado campeonato.

¿Los títulos fueron tus mayores alegrías en el fútbol?
Si obviamente. A nivel deportivo, todos los títulos que logre en Calaveras, desde el primero en inferiores hasta el último con la Copa de Campeones. Festejar los campeonatos con la familia. Me acuerdo que mis tíos dieron la vuelta olímpica conmigo. Uno de ellos tenía una matraca de madera que medía como de un 1 metro. Una alegría tenía. (Risas) También otra alegría fue entrar con mis hijos a la cancha.

¿Qué es hacer un gol en una final y que además sea el del título?
Inexplicable con palabras. Un momento único e irrepetible en el fútbol, más que soy defensor y no tengo muchas posibilidades de hacer goles. Fue algo mágico que no se si voy a volver a vivir un momento así en el fútbol.

¿Cuantas veces viste el video del gol? (Risas)
Te digo que fueron miles. (Risas) Tengo un hijo de 4 años que lo ve casi todos los días. Me salió futbolero, por suerte existe YouTube y que ustedes pudieron filmar. Me dejaron para siempre el recuerdo y me acuerdo que casi no los dejaron filmar o pasar la final en vivo. Menos mal que existe ese video, así mi hijo pudo verme campeón Gracias al equipo de Lanza la Bola y Urban puedo tenerlo al recuerdo para toda mi vida.

Con todos los que hablo, me hablan del grupo del 2016. ¿Que tenía ese grupo?
Tenía todo lo que un equipo tiene que tener. Solidario dentro de la cancha, ganas de ganar, de entrenarse mucho, era unido y lo más importante que nunca se cayó. Siempre fue para adelante y tenía buenos jugadores. Por suerte nos dimos cuenta a tiempo que podíamos y que estábamos para salir campeón. No fue fácil, se trabajó mucho para lograrlo.

¿Cuál era el compañero más insoportable de ese grupo? Ese que está siempre de buen humor o hecho para hacer una broma.
Víctor Volpe. (Risas) Me acuerdo dos cosas que hizo dentro del vestuario. La primera, le llevó una mamadera a “Menchito” Cristaldo. Lo volvía loco a él y era al que más lo cargábamos. La otra fue brava. Fue a Mauro Castro. Maurito siempre le tomaba las cosas y un día le cambio el contenido a la botella, le puso orina adentro. Él dijo que no alcanzo a tomar. Para mí sí. (Risas) De ese día no “jodío” más. Era bravo el arquero. (Risas)

¿Y el más serio?
El más serio, muy serios, eran “Juancito” Ayende, “Tota Criado” y “Gera” Martínez. Buena onda, pero a la hora de correr, mamá se corría. (Risas) Siempre marcando el camino. El “profe” también era serio, pero a lo último aflojó un poco. (Risas)

¿El trago amargo de tu carrera fueron las lesiones?
Las lesiones fue lo peor que me pasó en el fútbol. La última la sufrí un poco más, por el momento que estaba pasando y por el equipo que venía bien. La primera al ser joven y al comienzo de año no la tome tan mal. Es feo cortarse el tendón de Aquiles y más los dos. No se lo deseo a nadie, es una lesión larga y cuesta volver.

¿Te retiraste o hay un capítulo más?
Lo pensé. Este año no se si iba a jugar, andaba complicado con los horarios para entrenarme bien y tenía decidido no jugar. Es más, me anoté a un torneo que no es de liga para jugar con amigos y salimos campeones. En el primer torneo de la copa de los pueblos. Con el tema del cov-19 se suspendió el segundo campeonato. No me retiré. No sé si estuve aburrido estos días, pero me volvieron las ganas de jugar. Me llamaron un par de clubes y me vio un entrenador que ya me dirigió para que siga un año más. Igual yo no llegué a tomar la decisión definitiva. Veremos que va a pasar con esto del cov-19. Las ganas de seguir volvieron.

Si te dan a elegir a vos, como preferís ganar. ¿Ganar jugando bien o ganando como sea?
Yo siempre digo que si jugas bien tenes más chances de ganar. Me quedo con ganar jugando bien. Siempre hay que mejorar, si entrenas duro y hay ideas claras, se puede lograr jugar bien.

De las ramas que se hablan en nuestro fútbol. ¿Cuál preferís? ¿Bilardo, Menotti o Bielsa?
Los tres son unos maestro y cada cual con su idea. Si tengo que elegir a uno, me quedo con Menotti.

¿Cuál es tu ídolo local, nacional o internacional?
Me gustaba “Cefe” Rivas. Yo iba a ver a Defensores. Cuando iba a ver a Unión de Curarú me gustaba Víctor Zegarra, esos eran los de mi niñez. Después jugué con Fabián Carlos, el “Chato” Ferreyra y el “Lela” Lamanna. Los agarré cuando estaban dejando de jugar. Me hubiese gustado jugar más tiempo con ellos. Con esos jugadores se aprende todo el tiempo.
Mis ídolos de forma nacional son Enzo Francescoli, Ortega y Ponzio. El “Muñeco” Gallardo creo que es ídolo de todos los hinchas de River en estos momentos.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te ha tocado jugar... ¿Cómo formaría el equipo de José Moretti?
Veníamos bien hasta acá. En esta la complicaste demasiado. (Risas). Voy a elegir o armar dos equipos.

El primero. “Loco” Basualdo, Mario Andrés, “Cole” Guagliarello, “Pato” Vicente, “Seba” Pagella, “Gera” Martínez, “Chueca” Hefler, “Facu” Ortiz, Mario Lamanna, “Fino” Burgos, Marcos Sanchez, Flavio Lizaraso Suplentes: Martín Belcastro, Pablo Ibarra, “Tora” Barraza, Pluto Torres y Nelson Ortiz.

El equipo dos. Víctor Volpe, “Tecla” Farías, Mauro Castro, Gastón Diellos, Federico Manzo. Pablo Quevedo, “Maxi” Coronel, Gabriel Criado, “Juancito” Ayende, Renso Hidalgo y Martín Troncoso. Suplentes: Eduardo Rojas, Damián Delpián, Gerardo Martínez, “Menchito” Cristaldo y Matías Tolosa.

Hacemos un partido y después que el cuerpo técnico elija para jugar el domingo. (Risas) Es una pregunta complicada, es difícil elegir solo once. Te podría nombrar a varios con los que tuve la suerte de jugar.

¿Qué es Calaveras en tu vida?
El “Cala” en mi vida es todo. Lo he dicho otras veces, es como si fuera mi casa. Conozco cada rincón, su gente y es el club que me dio la chance de jugar en Primera. El que me terminó de formar como jugador y lugar donde hice muchos amigos. Siempre estaré agradecido al club y a toda su hinchada a la cual apreció mucho.