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Mateo Carabajal: “Estando lejos de tu familia comenzas a valorar mucho más cosas, que antes por ahí no lo haces”



Bonus track de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al jugador desde otro lado. Es el turno de un jugador que es de nuestras canchas, debutó con la camiseta albinegra y viajó a Arsenal en busqueda de un sueño. Es el momento de conocer a Mateo Carabajal.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y porque?
Primero arranque jugando ya de muy chiquito en el barrio. Nos juntábamos varios chicos del barrio a jugar en una canchita de una casa. Un día me invitan a que vaya a Estudiantes, me gustó la idea y ya desde ahí empecé a jugar.

¿Las inferiores la hiciste todas en Estudiantes?
Si hice todas las inferiores ahí. Arranque desde los “torneitos” que se armaban hasta poder llegar a primera.

¿Qué edad tenías cuando jugaste en Primera?
Si no recuerdo mal, tenía 16 años.

¿Qué anécdota te quedó de ese día?
Y cómo todo jugador quiere llegar a primera, era lo que quería algún día, poder jugar con esa camiseta en primera. Siempre con mi primo Federico (Esper) , que en esa época jugaba en Estudiantes, decíamos que lindo sería poder jugar alguna vez juntos y se pudo cumplir. Ese partido me tocó entrar desde el banco..

¿Dormiste esa noche anterior o te enteraste el mismo domingo?
Yo en esa época jugaba en inferiores y los domingos en reserva. Me avisaron después de un partido de inferiores, que iba a ir el domingo para primera. Era lo que tanto esperaba. Dormí tranquilo y esperaba con muchas ansias poder jugar un rato.

¿El cambio no fue por Federico? (Risas)
(Risas) No, por suerte pudimos disfrutar unos minutos juntos.

Demás está decir que sos hincha de Estudiantes…
Por supuesto. Es el Club donde arrancó todo. No solo como futbolista sino como persona.

¿Cómo llegaste a Arsenal?
Llego por parte de Walter Céspedes que fue mi entrenador en la quinta división en Arsenal. Él antes iba a Estudiantes a hacer la pretemporada con Temperley hace varios años. Hizo muy buena relación con la gente del club. Fue un día en entrenamiento, que nos avisaron a dos compañeros y a mí que teníamos una prueba en Arsenal. Walter había pedido jugadores para probar y así fue que fuimos para Buenos Aires. Bernardo Peña nos acompañó, hicimos la prueba y me tocó quedar.

Feliz por quedar... ¿Pero cómo fue tomar la decisión de irte de tu casa a un nuevo mundo?
Y fue difícil. Yo sabía que me iba a perder varias cosas. Tenía mi familia acá, mis amigos y era mi último año de escuela. Sabía que me iba a perder todas las cosas lindas de ese último año. Pero también sabía que iba en busca de un sueño que todo jugador sueña, con poder llegar a primera y el fútbol era lo que más me gustaba. Por eso tome la decisión con mi familia y fui en busca de ese sueño, sabiendo que tenía esa gente que siempre me apoyó para que llegara.

Cuantas veces te dijo tu mamá, "Mateo volve..."
(Risas) Me acuerdo cuando me fui. Se me largó a llorar y eso me mató. Porque me acompañaba mi papá, mi hermano y mi primo. Ella se tuvo que quedar. Al principio, me volvía para Pehuajó porque no me tocaba jugar y tenía libre. También justo en esa época nació mi sobrina. Me dolió muchísimo no podes disfrutarla y verla crecer.

¿Cómo es vivir en una pensión?
A lo primero me costó. No conocía a nadie, solamente al compañero de habitación. Los primeros días dije me vuelvo. Fui conociendo a los chicos, me integraron muy rápido y también tenía a mis compañeros de la división que eran del interior. Me ayudaron mucho, eso hizo que se me hiciera más fácil. En una pensión te independizas, empezas a hacer cosas que antes por ahí te las hacía tu mamá. Estando lejos de tu familia comenzas a valorar mucho más las cosas, que antes por ahí no lo haces. Y luego, convivir con los chicos todo el día, empiezan a ser hermanos. Nosotros en la pensión éramos cincuenta.

¿Y con las escuela como se hace?
A mí me tocó hacer el último año. Justo dos compañeros míos iban a una modalidad y me anoté con ellos. Se encargaba la cocinera de anotarte. Entrenábamos a la mañana, almorzábamos en la pensión y derecho a la escuela. Había días que llegábamos muertos. Teníamos dos horas de la misma materia, le decíamos a la profesora que nos deje dormir una horita y que en la próxima prestábamos atención. Por suerte nos dejaba (Risas)
También era un tema porque estaba él mundial. Había partidos que por ahí queríamos ver y se nos hacía difícil en la escuela. Pero bueno, tratábamos de conectar la computadora y a veces podíamos mirar alguno

Como fue decirle a tu entrenador. "Profe me voy al viaje de egresados…"
No me animaba. (Risas) Cuando me toca quedar en Arsenal, tenía más de la mitad del viaje pago y esa plata no te la devolvían. Sabía que mis viejos se habían esforzado para pagarme cada cuota. Llegaba el día de ir a entrenar y me acuerdo que le decía a los chicos, hoy le digo ya está. Llegaba la hora y no me animaba. (Risas) Dije, le llegó a decir y me rajan. Llegó el día que se lo dije, se lo expliqué y por suerte Walter (Cespedes) lo tomó de la mejor manera. Me dijo que era un premio por haber terminado la escuela, que no había ningún problema que vaya y que me quede tranquilo. De ahí salí con un alivio y una felicidad. (Risas) Después que se enteraron algunos chicos que me dejaron aprovecharon, fueron y preguntaron ellos. De ahí fui derecho a contarles a mis amigos que me habían dejado ir y que podía disfrutar el viaje con ellos.

Se puede decir que Mateo Carabajal mostró el camino...
Puede ser que sí. (Risas)

¿Qué te acordás del 14 de abril de 2018?
Llegaba el día que iba a cumplir mi sueño. El que tanto buscaba. Cuando empecé el camino, soñaba con que llegue ese día y ese día se me estaba cumpliendo.

¿A quién le contaste primero?
A mi familia y mis amigos. Fue algo muy lindo cuando sabía que llegaba ese momento.

¿Cuántas imágenes se te vinieron desde el vestuario hasta q entraste a jugar?
Muchas. Todas las cosas que pasaron hasta llegar a primera, todo el esfuerzo que hice y qué hicieron mis viejos para que esté ahí. Sabía que les tenía que dar esa alegría de poder haber llegado, de que pude.

¿Cómo fue ese año en el Nacional B? Y otra vez Abril como mes para recordar…
Cuando nos toca descender fue un golpe duro para el Club y para nosotros que éramos del Club. Fue un momento difícil. Sabíamos que la B nacional iba a ser complicada. Se decía que Arsenal no volvía más a primera. Cuando se armó el equipo, no había ningún jugador de nombre. La mayoría venía del Federal. No nos veíamos como candidatos. Pero a medida que fue pasando el tiempo, nos fuimos conociendo, sabíamos el potencial que teníamos como grupo. Se armó un grupo excelente y eso nos llevó a pelear el campeonato con Sarmiento. El día que nos tocó ascender fue una emoción muy linda. Después de un año pudimos volver a primera. Con tan corta edad poder disfrutar de un campeonato y más que Arsenal volvía a primera.

Desde lejos...Arsenal se ve como un Club de barrio un Club de familia ¿Es tan así?
Sí, es una gran familia. Hay muy buena gente que trabaja en el Club. En mi caso, desde que llegue me lo hicieron notar desde el primer día.

¿Que fue abrazar o tenerlo cerca por un rato a Maradona?
Fue algo emocionante. Lo que genera ese tipo es una locura. Cuando lo pude abrazar se me puso la piel de gallina. Cuando terminó el partido nos adelantamos con un compañero, bajamos antes que baje Diego y lo agarramos solo en el túnel. Ahí le pude dar un buen abrazo y decirle que era el más grande.

Ya te ha tocado enfrentarte a los grandes y a grandes jugadores. Se hace común o todavía decís por dentro..."Pensar que hace poco lo miraba por TV...”
Adentro no le das tanta importancia, pero después te pones a pensar y te das cuenta de eso. Que antes lo veías en la televisión y hoy estás jugando contra ellos o me lo hacen recordar mis amigos. Me paso con Martín Palermo cuando llego a dirigir Arsenal. Los primeros días lo miraba y decía, histórico goleador de boca y lo primero que querías era una foto con él. Después ya te olvidas. Hasta me llevó un día hasta mi casa. (Risas) Porque tenía relación con el hijo.

¿Ahí es donde te hace el "click" que los que veías por TV son humanos?
(Risas). Claro, tal cual. Pero grandísimos jugadores.

¿Te sorprendió alguno? Esos que vos diga, mira lo que hace.
Me sorprendió la velocidad de Villa. Por televisión se ve rápido, pero en la cancha más todavía. (Risas) Después centurión también las condiciones que tiene.

¿Quién es tu ídolo local y cuál de forma nacional o internacional?
Siempre que iba era ver a mi primo, después Javier Amoroso es un referente y una gran persona. Es un jugador que gusta mucho la tranquilidad que maneja para jugar. Después hay muchos jugadores con grandes condiciones como Juan Luis Carrica, que hoy en día es el mejor central y Juan Martín Tallarico que es el mejor “9” de la liga. No soy de tener un ídolo en especial, pero Riquelme creo que le generó a todo el mundo el juego que tenía. Después hoy en día, en referencia con mi puesto me gusta mucho Sergio Ramos.

¿Cómo es entrenar de forma virtual?
No es lo mismo que entrenar en el club, se hace complicado no poder estar con los chicos y no tener el espacio para poder entrenar bien. Nos están mandando el plan del entrenamiento toda la semana, nos conectamos todos por la aplicación zoom y ahí entrenamos.

¿Cómo fue recitar un cuento de Galeano?
(Risas). Cuando me mandaron lo que tenía que decir, ni loco me lo acordaba de memoria. Le dije a mi novia que lo escriba y me lo tenga atrás del celular, cosa que pueda ir leyéndolo. (Risas)

Si te dieran a elegir un compañero con el que hayas jugado ara pasar la cuarenta. ¿A quién elegirías y por qué?
Qué pregunta difícil. (Risas) Pero elegiría a “Fer” Torrent. Ya se ha quedado unos días en casa y nos llevaríamos bien porque es ordenado. No elijo a otros porque son desordenados y eso me molesta. (Risas)

¿Qué hiciste en esta cuarentena que jamás hubieras hecho?
Me deje cortar el pelo por mi novia, Me hizo un desastre, pero como no salía de casa me deje.(Risas)

¿Qué es lo que más extrañas en esta cuarentena?
Hacer mi vida normal. Levantarme temprano e ir a entrenar, disfrutar con mis compañeros y estar en el club. Después a la tarde poder estar con mis amigos.

¿Qué es Pehuajó, Estudiantes, Arsenal y el fútbol en tu vida?
Pehuajó es donde nací, orgulloso de poder representarlo. Más por la gente que te sigue y siempre te apoya. Eso me pone muy contento. Siempre me gusta ir, por la tranquilidad qué hay. Poder visitar a mi familia que es lo principal y disfrutar con mis amigos, uno que otros asaditos. (Risas) Estudiantes es donde empezó mi carrera, mi segunda casa. Siempre voy a estar agradecido por formarme como persona y jugador. Cada vez que vengo a Pehuajó voy a verlo. Y Arsenal es el club que me abrió las puertas, donde pude cumplir mi sueño de jugar en primera. Hoy en día es también mi segunda casa y voy a estar siempre agradecido de cómo me trataron desde el primer día que llegue.

Foto: Web ArsenalFC