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Diego Calandria: “Sale el “Flaco” Gareca, me presentan y me dice, venite el lunes a la cancha que hablamos. Voy y estaba todo cerrado. Así de rápida fue mi estadía en Independiente”



Edición número 62 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a un arquero que jugo cinco de las últimas diez finales. Es el turno de Diego Calandria

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranqué a los cinco años a jugar en Olimpia de Los Hornos.

¿Cuándo te hiciste arquero o fuiste desde el inicio al arco?
Siempre fui arquero. A los 11 años, el técnico que era mi viejo y otro “profe” me pusieron dos o tres partidos como delantero. Pero fue más cosa mía que de ellos. (Risas). Hice dos o tres goles. En cancha chica por supuesto. Después lo hice de grande en la B de La Plata. Fue en Nueva Unión. Creo que tengo dos goles. Pero siempre fui arquero. Si te puedo decir, que cuando juego con mis amigos nunca atajé. Siempre juego al medio. De delantero.

¿Un delantero de área o que se tira a los costados?
(Risas). Bien de área. Un muy buen cabeceador. (Risas)

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?
Debuté a los 18 años en Nueva Unión. Justo había dejado Cambaceres por el tema de una lesión. Me vinieron a buscar y me fui a jugar a ese equipo. Hasta hice un gol de cabeza. El 2 a 2 siendo arquero.

¿Te convertiste en “Chiquito” Bossio? ¿Cómo fue la historia?
Claro. “Chiquito” Bossio lo hizo unos meses antes a Racing y después lo hice yo. En una nota en el diario, él título decía: “Calandria imitó a Bossio”. Fue terrible eso. Perdíamos 2 a 1 y sobre el final córner para nosotros. Le pregunto al técnico si puedo ir a cabecear y el me hace la seña de que pare, que faltaba. Yo me mandé igual. Llegué al área y me cayó justo en la cabeza. Cabeceé con parietal izquierdo de forma cruzada y se la clavé al palo derecho del arquero. A media altura. Golazo. (Risas)

¿Hay video o solo crónica del partido?
No, podes creer que no. Fue en el 96. En ese momento no había ni celulares. Solo los recortes del diario.

Me hablaste de una lesión cuando jugabas en Cambaceres. ¿Qué te pasó?

Tenía una distensión de ligamentos en la rodilla derecha. El médico me diagnostico otra cosa. Seguí entrenando y con un dolor terrible. Mis abuelos me llevaron al médico y tenía esto que te estoy contando. Me llevó un tiempito y ahí dejé. Encima estaba bien. Me acuerdo que cuando llegué a Cambaceres iba atajar en Reserva y hacer banco de Primera. Como venía muy bien, estaba por pelear el puesto del arco de Primera con Rojas. El entrenador me dijo que la idea era que ataje en Primera. Me pasó lo que me pasó, dejé y me fui a atajar a Nueva Unión.

Hoy con el tiempo. ¿Te arrepentís de la decisión de haberte ido de Cambaceres así?

Siempre me acuerdo de ese momento. No tendría que haber dejado Cambaceres. Pero se dio así, fue un enojo que no me lo banque y dejé. Es más, había firmado en Cambaceres y el documento lo tenía el técnico. Me lo llevó el entrenador al DNI y estuve seis meses sin documentos. (Risas)

¿Cómo te diste cuenta que no tenías documentos?
(Risas) Me llamaban para que vaya a entrenar y yo no iba. “Tati” que era el entrenador lo tenía. Yo sabía que lo tenía y más me daba cuenta lo tenía cuando tenía que salir. Igual me había hecho otro. Pero a los seis meses me lo llevó “Tati” al documento. Impresionante. (Risas)

¿Cuál fue la mejor anécdota que te pasó jugando en la liga de La Plata?
Me habían preparado un cumpleaños sorpresa. En La Plata se juega los sábados. Entonces el cumpleaños se preparó para la noche. No sé qué paso, pero el partido se pasaba para el domingo. Pero la fiesta estaba lista. No se podía volver para atrás. Imagínate, fue casi todo el platel al cumpleaños. Nos acostamos, cinco o seis de la mañana. Jugamos, ganamos 2 a 0 y metí un gol de penal. El titulo fue “Calandria festejó doble” (Risas). Para me acuerdo de otra que está muy buena también.

Contala… (Risas)
Jugando en Nueva Unión contra Malvinas de visitante. El árbitro da penal y el arquero suplente era amigo mío. La noche anterior al partido, estábamos hablando que si había un penal para ellos y lo pateaba el arquero, yo iba a salir de la cancha. Él me decía que no salga. Penal para ellos y pido el cambio fingiendo un dolor en el hombro. (Risas) Por supuesto que no me dolía nada. Era para que no me haga el gol el arquero. Me hace la seña que no. Que me la aguante. Le digo que no, que me duele y viene el médico. Aerosol, le digo que no puedo y me fui de la cancha. (Risas) Conclusión, era porque en esa charla le dije que un arquero no me hacía un gol y mi amigo me decía que tiene, si es un jugador más. Increíble, se dio así y a mí no me lo hicieron. (Risas)

¿Hiciste alguna locura pateando penales?
Una vez pique un penal como lo hacía el “Loco” Abreu. Fue ante For Ever. Hice los dos goles del triunfo. Impresionante. (Risas)

¿Cómo era siendo hincha de Estudiantes que el Club te estaba siguiendo?
Fue terrible. Imagínate que fue una alegría inmensa. Si bien se venía hablando no te deja de sorprender. Era algo hermoso que estaba pasando. Pero duro poco. Quedó todo en la nada. Renunció Valente, creo que era el presidente en ese momento y después el “Profe” Córdoba. Al otro año, cuando llega Patricio Hernández pasa algo similar y me dicen que me tengo que presentar en el Country. Fui y el plantel había viajado a Necochea a hacer pretemporada. Habían quedado jugadores marginados. Me acuerdo que estaban Cristian Lagrotteria y Mauro Amato, a cargo del padre del “Hueso” Galetti. Me quedé a entrenar una semana y estaba bien. Había pedido permiso en el trabajo para esa semana. Pero fue solo esa semana y tuve que volver a trabajar.

¿Cómo fue esa historia en Independiente?

Mortal. Me acuerdo y me rio. (Risas) Fue en el momento que me seguía el “Profe” Córdoba. Me llevan a Independiente, me hacen entrar al vestuario y esa noche jugaba la Copa Libertadores. No me acuerdo si no jugaba con Olimpia de Paraguay. Me hacen entrar al vestuario, estaba Faryd Mondragón, Scoponi y el “Pelado” Martínez. Sale el “Flaco” Gareca, me presentan y me dice venite el lunes a la cancha que hablamos. Voy y estaba todo cerrado. Así de rápida fue mi estadía en Independiente. (Risas) Salió el canchero y me dijo que habían cambiado el entrenamiento a Villa Dominico. Increíble. (Risas)

Tremendos años tuviste Diego…
Si. También estuve ternado en él Diagonal de Oro y hasta los árbitros me ternaron como el jugador más correcto. Que loco. Cuanto tiempo pasó de todo esto.

¿Qué pasa en vos cuando recordas todo eso y el tiempo que pasó?
Me vuelvo loco. Ver, recordar todo esto y el tiempo que pasó la verdad que da mucha nostalgia. Y ahí es donde uno dice “No paso tanto tiempo”. Pero si, pasaron un montan de años.

¿Esto qué ocurrió con la pandemia hace que pegue doble?
Es una realidad que pega. Porque se extrañan un montón de cosas, te hace pensar un montón de cosas y es peor. La cuarentena me está pegando mal. (Risas)

¿Cómo llegas a KDT?
El primer contacto que tengo con KDT es con “Fran” Stella. Un fenómeno desde el primer día. Pero el que hace el contacto para que llegue es René Vicente. Fue entrenador de Huracán de Carlos Tejedor y habló con el “Vasco” Landaburu. En ese momento estaba en el Club, necesitaba un arquero y René me recomendó. Yo jugaba para Gorra de Cuero. Ahí nació el pase a KDT.

Llegas en 2010. Mal no te fue en los primeros cinco años de Liga. Cuatro finales, dos títulos y una semifinal.
En KDT nos fue muy bien sin tener grandes figuras. En 2010 tuvimos a Juan Luis (Carrica) y a Juan Martín (Tallarico) que nos dieron una mano barbara para llegar donde llegamos. Tuve la suerte de tener lindos años en Pehuajó. Dejó KDT luego de cuatro años. Voy a Unión, llegamos a semifinal y perdemos contra KDT en tercer partido. En 2015 voy a Maderense. Un equipo que prometía bastante y fueron quedando jugadores importantes en el camino. Terminamos jugando con chicos de 16 y 17 años. Se pusieron la camiseta y sin saber que iban a jugar en Primera. Fueron titulares y jugando una final. Perdimos con Defensores en tercer partido. En 2016 sufrí una lesión y quedamos afuera del Petit. Jugué poco. En 2017 voy a Juventud y tuve que cumplir un par de fechas que cumplir por incidentes que tuve con Progreso. En 2018 logramos clasificar al Petit con Juventud. El año pasado volví a KDT y salimos campeón de la Copa de Campeones. Mi estadía en Pehuajó fue de buena para arriba.

¿Creíste encontrarte con una liga con tanto seguimiento de la gente y tanta difusión?
No. Si bien los jugadores de La Plata me decían tenes que irte a jugar a las ligas del interior que va mucha gente. Siempre era como que me entraba por un oído y me salía por otro. No le prestaba tanta atención. Hasta que me tocó vivirlo. La de Pehuajó me sorprendió y me encantó. Como te sigue la gente, como lo vive y te hacen sentir que sos parte.

¿Te patearon alguna vez tantas veces como el desempate contra Calaveras en 2015?
(Risas) Me patearon muchas veces. Con Calaveras la sufrimos bastante. También me acuerdo con Unión en el Petit contra Deportivo de visitante. Empatamos 1 a 1. Pero nos mataron a pelotazos. Me hizo el gol “Fede” Peredo. Con Calaveras, en los centros se me caía la pelota, porque los guantes se me habían llenado de tierra y perdía el agarre. Terrible lo que me hicieron tirar ese día. (Risas) Las dos peloteadas más grande que me acuerde fueron en esos dos partidos.

¿Cuál fue más grande el disturbio? ¿En 2012 con Independiente o con Progreso en 2016?
Terrible los dos. Pero la de 2012. La de 2016, fueron más corridas. No fue tanto. La del 2012 sí. Esa fue fuerte. Que ocurrente fue llevarse la copa. Nunca me lo hubiera imaginado.

¿Dónde te agarró cuando se llevaron la Copa?
Yo estaba festejando en el arco con los muchachos y de repente vemos a la gente empezó a gritar. Pero fue muy ocurrente llevársela. (Risas)

¿Es complicado dejar la familia todos los fines de semanas?

Es muy difícil. Los jugadores que tenemos que viajar a Pehuajó, no tenemos cumpleaños, no tenemos bautismos ni día del padre ni nada. Si cae domingo un festejo no podemos estar y cumplir con la familia porque está el compromiso tomado. Los clubes tendrían que reveer cuando dejan a los jugadores afuera dos, tres o cuatro fechas antes sabiendo que no van a entrar al Petit. Hay un gran esfuerzo y lo tendrías que considerar.

¿Quién es tu ídolo local, nacional o internacional?

Oscar Córdoba me encantaba e internacional “Pinocho” Van Der Sar

¿Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te han tocado compartir equipo. ¿Cómo formaría el equipo de Diego Calandria?

En el arco juego con dos arqueros. Nazareno y Fabricio. De “2” Lucas Di Bastiano, de “5” Damián Pasalagua, de “10” Thiago Calandria y de “9” Gerónimo Calandria. Los demás elegilos vos. (Risas)

¿Son todos “Pinchas”?

Si salieron los cuatro hinchas de Estudiantes, hasta mi hija. En casa somos todos “pinchas” y de KDT.

¿KDT es tu casa en la Liga?
Para mí sí. Nos hicimos hincha de KDT. Nos inyectaron KDT. La gente es impresionante. Me hicieron sentir su cariño.

¿Qué es el fútbol en tu vida?

El fútbol ha hecho un papel importante en mi vida. Tal es así que me hijo que lo “mamaron” de mí y yo de mi viejo. Me ha acompañado siempre el fútbol. Me sigue y me va a seguir acompañando el resto de mi vida. El fútbol e ha dado muchos amigos de lugares que nunca hubiera pensado.