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Nestor Ramirez: Último minuto le dan un penal a Alvarado. Al lado de mi arco tenia gente. Patea, la toco, pega en el palo y entra. Menos mal, porque no sé cómo salíamos”.



Edición número 55 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a uno de los mejores arquero que tuvo la liga. Es el turno de Nestor Ramirez


¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranque a jugar en el Club Social y Deportivo El Fortín de Olavarría. Mi papá jugó y era dirigente del Club. Me la pasaba todo el día ahí.

¿Siempre fuiste arquero o alguna vez jugaste al centro?
Siempre arquero. Raúl Moriones en inferiores me quería poner de 9 o de 10, pero siempre arquero. Cuando empecé a entrenar en primera, el entrenador era “Fatiga” Russo y me ponía de “2” o de “4” para que acostumbrara a jugar con los pies. Porque era el futbol que se venía en el futuro y tuvo mucha razón.

Sabemos que era un trabajo para jugar con los pies. ¿Pero cómo te hacías de 2 y de 4?
La verdad que bien, porque me gusta jugar al centro en los entrenamientos. Cuando empecé a entrenar con primera me costaba. Tenía 14 años y físicamente me pasaban por arriba. (Risas) Pero le metía muchas ganas.

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?
A los 16 años en el año 1995.

Hace 25 años nada más. ¿Qué te acordas de ese día?
La verdad que muy lindo. Fue en la cancha de Hinojo, ganamos 6 a 1 y mi hermano metió los seis goles. Fui al banco y entre un rato. Éramos una camada de chicos del club que debutamos casi todos juntos.

¿Tu hermano era quien te entrenaba en tu casa?
Si. (Risas). Igualmente nos pasábamos todo el día en el Club. Mi papa tenía la concesión del buffet en el verano. Y nos quedábamos a dormir. Eran 24 horas en el Club.

¿En cuántos equipos jugaste en tu carrera?
Jugué en El Fortín, Estudiantes, Racing, San Martin. Estos equipos todos de Olavarría. En Ferro de Tandil. En Alumni de Azul. En Deportivo Argentino de Pehuajó y Bull Dog de Daireaux.

¿Cómo llegaste a la Liga de Pehuajó?
Por intermedio de Norberto Crivaro. Vinimos cinco jugadores a Deportivo. Nos sumamos a “Maxi” Mayoz que ya jugaba.

Buen debut tuviste. Siendo campeón y atajando un penal en la final...
Fue muy lindo año, sobretodo porque salimos campeones. Ese año por suerte anduve bien con los penales. Teníamos un buen equipo.

Ese año fuiste elegido por tus pares el mejor jugador del año. ¿Qué siente un jugador cuando sos elegido por ellos?
La verdad que fue una sorpresa muy linda cuando me eligieron. No me la esperaba y más siendo de otra ciudad. Es una liga que con los años se volvió cada vez más competitiva y reconocida.

¿Después de ahi te vas a Bull Dog?
Juego en Estudiantes de Olavarría el Argentino C (hasta último momento lo jugaba para Deportivo) y después juego en Bull Dog.

Muy buenas campañas metieron con Bull Dog...
Fueron años muy lindo, de muy buenas campañas y de muy buena gente. El primer año logramos clasificar al Petit y por un punto no nos pudimos meter en semifinales. Después logramos jugar una final y una semi. Además jugamos el Argentino C, clasificando a la segunda ronda y quedando afuera con Once Tigres.

¿Fue complicado el momento que no pudiste estar en la semifinal de vuelta justo cuando cayó tu casamiento?
Si. Ya tenía todo arreglado a principio de año, que el 23 de noviembre no podía jugar. Justo cae la segunda semifinal en Mones Cazon. No sé si hubiera podido cambiar algo. Fue una excelente campaña.

¿Cuál es la mejor anécdota que tuviste en la LPF?
El primer amistoso que voy a deportivo había un poco de viento e hice un gol de arco a arco. Después disfrutaba mucho con mis compañeros de Olavarría los viajes tanto el primer año como a Daireaux. Eran muy llevaderos.

¿Les dijiste que eso no era normal de que hacías goles?
Si, para nada normal. (Risas) Creo que el único que se debe acordar soy yo de ese día.

¿Cuál fue el compañero más insoportable que toco en la LPF?
En Deportivo, Daniel Salguero ý Paul Giunta. Todo el viaje de ida y de vuelta riéndonos. En Bull Dog, “Leo” Vivas y Daniel Cappovila.

¿Chistes o bromas pesadas?
No, solo chistes muy respetuosos. En Bull Dog estuve más tiempo y sin estar toda la semana, me sentía uno más del grupo. En los dos lados me trataron muy bien pero Bull Bog fue algo especial.

¿Cuál es el gol que te han hecho que quisieras borrar de tu carrera?
Me acuerdo mucho uno con Racing de Olavarría en el Argentino B contra Bella Vista en Bahía Blanca. Se me pasa la pelota por debajo de los tapones, último hombre y adentro. Ese año descendimos, no nos salió nada bien y el club estaba muy mal.

¿Si ganan y te hacen goles te vas contento? O sos de lo que se va bien a su casa solo si mantiene el arco en 0
No me gusta para nada que me hagan goles. Pero con el tiempo aprendí a convivir con los goles en contra. El puesto requiere tener una fortaleza mental muy grande. A medida que pasa el tiempo lo comprendes mejor. Soy una persona tranquila, que analizo mucho el juego y mis errores.

¿Cómo es jugar un Argentino B o C hoy llamado Regional Amateur?
El Argentino B era más lindo. Era por zonas de 6 equipos, si no te iba bien y no decendias al otro año lo jugabas otra vez. El Federal C es distinto. Llegas a la final y la perdes, tenes que salir campeón de la liga para jugar. Igual es muy lindo jugarlos porque jugas contra otras liga. Conoces lugares y otros jugadores. En la mayoría de los lugares la gente se prepara distinto.

¿Cuál fue la cancha más "picante" que toco ir?
Villa Mitre de Bahía Blanca, Douglas Haig de Pergamino y el “Mundialista” contra Alvarado. Pero el partido más picante fue contra Alvarado en la cancha de San Lorenzo de Mar del Plata. Nosotros con El Fortín estábamos sin chance, Alvarado tenía que ganar y nos apretaron de todos lados. Desde que llegamos hasta el último minuto. En el medio del partido estaban a los tiros entre ellos y la ambulancia que se cruzaba por la pista de la cancha. En el último minuto le dan un penal a Alvarado. Al lado de mi arco tenia gente. Patea, la toco, pega en el palo y entra. Menos mal, porque no sé cómo salíamos. (Risas)

Se puede decir que dios jugo de tu lado...

Lo queria atajar. Pero cuando termino el partido, el utilero me decia menos mal que no lo atajaste. (Risas)

¿Cómo fue concentrarse jugando con tiros de por medio?
Fue complicado. Tenía 18 años y no era para nada sencillo ver qué pasaba la ambulancia a buscar gente herida. Ni bien llegamos a la cancha entraron tres “monos” al vestuario y solamente nos miraron. Ahí nos dimos cuenta de todo. Pero dentro de la cancha éramos 11 contra 11 y una pelota. Uno adentro solo quiere jugar, quiere ganar y se olvida de todo.

Pero es una cagada vivir todo eso. No me quiero imaginar que hubiera pasado si lo atajabas.

Yo tampoco quiero imaginarme. (Risas) Uno no va preparado a una cancha para otra cosa que no sea futbol. Pero es muy común en el interior que pasen estas cosas lamentablemente. No deja de ser un juego que nadie quiere perder. Pero hay que aceptarlo.

¿Quién es tu ídolo local, nacional o internacional?
Mi ídolo siempre fue mi viejo. No era arquero pero tengo una gran admiración por su sacrificio por la familia. A nivel local, Luis Barbieri fue de gran ayuda para mí. El “Mono” Navarro Montoya y Peter Schmeichel. En la LPF, “Lucho” Gentilli y Diego Calandria son los arqueros que más me sorprendieron. En la actualidad, Esteban Andrada y Ter Stergen son los mejores a mi entender.

¿Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te han tocado jugar. ¿Cómo formaría el equipo de Néstor Ramírez?
Es muy complicado. La verdad que he jugado con grandes jugadores. De la liga creo que “Lucho” Gentilli, Santiago Bacas, Lucas Fernández, Daniel Cappovila, Nicolás Luna, Juan Tallarico y Carrica fueron los que más me impresionaron.

¿Cuánto más se lo va a ver a Néstor Ramírez en un arco?
Y la verdad no sé, tengo 42. Me siento muy bien, pero este parate por el COVID, tengo que ver como vuelvo. En estos días me doy cuenta que extraño mucho el día a día en el vestuario. El poder compartir un mate, musica, una charla en la cancha despues de entrenar y sobre todo aca en El Fortín que tengo excelentes compañeros. Después de todo esto, te digo para cuanto estoy. Pero las ganas son muchas de volver a jugar y probarme para que estoy.

¿Cómo esta hoy Olavarría?
Acá estamos en fase 3 luego de que hubo confirmación de covid en la ciudad. Estábamos a punto de pasar a fase 5 y volver de a poco a la normalidad, volvimos a fase 1. En lo personal, cuando no trabajo estoy en familia en mi casa, tratando de pasarla lo mejor posible y poder hacer más llevadera la cuarentena a mis hijos.

¿Son arqueros ellos?
Delfina tiene 10 años y hace gimnasia. Bruno tiene 6 y no tiene muy definido el puesto. Juega un poco de todo. Todavía es chico, hay que ver que es lo que le gusta hacer y yo solo trato de acompañarlos.

¿Te quedó pendiente algo en tu carrera?
La verdad que no tengo nada que reprocharme. Intento todos los días dar el máximo. Los objetivos a veces se cumplen, pero cuando no se pueden cumplir esta bueno haberlo intentado. A veces puede ser por mala suerte, otras por que no era el momento o porque solo las condiciones eran las necesarias para estar a otro nivel. Lo que nunca me voy a reprochar es que siempre lo intente.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Ocupa un lugar muy importante en mi vida. Nací en El Fortín jugando al futbol. Conseguí algunos títulos, muchísimas amarguras pero sobre todo el futbol me hizo conocer excelentes compañeros de los cuales con muchos tengo una gran relación. El día que deje de jugar, va a ser lo que me voy a llevar, los buenos compañeros y amistades que te deja este hermoso camino que recorrí con el fútbol.