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Boris Reid: “Mi equipo jugaría con los que van a la peña los viernes y domingo. Esos no te fallan nunca. Seguro que salís ganando”



Edición número 76 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a un goleador. Es el turno de Boris Reid.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranque desde muy chiquito. Creo que tenía 4 años, cuando comencé en las infantiles del Alvear Football Club, de Intendente Alvear. Los motivos, no los recuerdo exactamente, pero mi viejo un fanático del fútbol, mi hermano dos años más grande ya estaba en infantiles y después que el club me quedaba cruzando la calle. Lugar donde estaba el 80 por ciento del día, hasta que la madre pegaba el grito de que era hora de regresar.

Para los que no conocemos. Intendente Alvear. ¿Ciudad chica o pueblo que daba esa posibilidad de jugar todo el día?
Intendente Alvear se ha mantenido hace varios años con la misma población, aproximadamente unos 8000 habitantes, quizá para aquella época algunos menos. Daba la posibilidad de jugar todo el día, sino era en la calle frente a casa, era cruzar por pozos que hacíamos con amigos, debajo de los portones, con tal de poder estar pateando en la cancha.

No me quiero imaginar lo que eran esos partidos con tu hermano o tanda de penales...
(Risas) Siempre partidos. Somos tres varones en casa. Uno al arco y el “uno vs uno” Gol sigue y sale el del arco. Los tres bastante seguidos, y a decir verdad era donde más me las rebuscaba, en competencias de verano en familia. Realizábamos varias disciplinas, carreras, natación, entre otras y a pesar de que jugaba con mi viejo. Era muy probable que perdiéramos. Muy lento era. Pero en el fútbol era letal (Risas)

No valía enojarse…
ufff, enojos sobraban, porque había días que ni con trampa podíamos superar la cantidad de puntos de las otras disciplinas a las que jugábamos. Una gran etapa de la infancia, queda lejos aquel recuerdo, pero siempre bien guardado y seguramente de anécdotas en juntadas familiares.

¿Cuál fue la macana más grande que te mandaste entre hermanos?
No creo que macanas. Con las diferentes personalidades que tenemos siempre hemos sido muy unidos. Anécdotas, recuerdo con mi hermano un día por la mañana, probando licores con una muy corta edad, pensando que estábamos solos en casa (por la mañana, ya que mis viejos trabajaban) Pero desafortunadamente, nos sorprendió mi viejo que ese día, justo ese día no había ido a laburar. (Risas). Pero no muchas más.

¿Siempre jugaste de delantero?
Si, desde muy chico es la posición en a que me he sentido más cómodo. Me ha tocado jugar en otras posiciones en algunas oportunidades, siempre intento estar a disposición de lo que decida el DT y dar lo mejor de mí. Así mismo, siento que en el lugar que más puedo rendir es en el frente de ataque.

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?
He alternado mucho. Debuté con la camiseta de Alvear Football, a los 16 años, en un Provincial entrando desde el banco. En aquellas épocas era muy difícil jugar, muchos jugadores de mucha experiencia y de afuera. Intentaba aprender mucho de ellos. A los 17/18 años tuve continuidad, pero a esa edad uno se va a estudiar, y no fui la excepción. Me fui a Córdoba estuve siete años, no me recibí de nada, laburaba en administración, y volví a mi pueblo a los 25 años y a retomar el fútbol. La vida me ha llevado por distintos caminos, por suerte desde hace 9 años de la mano del fútbol, al cual le debo mucho o casi todo, aunque no todas hayan sido buenas.

¿No jugaste en Córdoba?
No, jugaba algunos torneos de futbol nueve u once con un rejunte de conocidos y amigos de amigos. Todos los martes jugaba fútbol cinco con unos amigos de Realico, el cual hoy uno es dirigente de Sportivo Realico, me llamó hasta que fui a jugar a esa hermosa institución. Pero nunca entrenando ni nada por el estilo, simplemente para hacer algo que me gustaba hacer. En muchos momentos mi único cable a tierra.

¿Sportivo Realico fue la llave de la vuelta? ¿Costo o ya lo tenías decidido que jugabas?
No, a Sportivo fui a jugar en el 2016. Cuando volví, en el 2011, de Córdoba, estaba la posibilidad de representar a los azules en un torneo Extra, hoy llamado Copa “Liga Pampeana”, a los que ingresan los equipos que no clasifican al Provincial y los equipos de la B que quieran ingresar.
Alvear había salido campeón, le tocaba jugar el Provincial, pero en ese entonces decidió entrar al Argentino B, y a los chicos le dieron la posibilidad de entrar en este torneo, desistiendo de entrar en el Provincial. Anduvimos muy bien, yo era de los más grande con 25 años y solo uno mayor que yo. Luego pase por la Liga del Oeste, Ferro de Pico, volvió a la Liga del Oeste, hasta ese 2016 y 2017 que jugué para Sportivo. Siempre soñé con volver a jugar, pero ni yo me esperaba todo lo que me tocó vivir junto al futbol. No dude de jugar al futbol, ni si quiera después de un accidente tras el regreso de un Argentino C, que me llevó un mes internado en Bahía Blanca, y otros 2 meses y medio para volver a correr.

¿Qué te pasó?
2 de marzo de 2014, volvíamos de jugar Contra Atlético de Pellegrini. Habíamos perdido 5 a 1, quedando afuera de ese Argentino, y chocamos un camión. Sensaciones muchas. Estuve dos días en Trenque Lauquen, y luego me derivaron a Bahía, con un neumotorax de tercer grado, dos costillas rotas y la mano quebrada. Hasta el 2 de abril estuve allá, hasta que me dieron el alta. Como te decía muchísimas sensaciones. La más linda es sentir la cantidad de manos que se acercaron desinteresadamente para que me levante. Hoy no es más que una anécdota más.
Cuando le pregunte al médico después de unos 20 días que llevaba internado, si iba a poder volver a jugar. Me dijo que teníamos que esperar a cómo iba evolucionando. Traté de estar tranquilo en todo momento porque los que más sufrían eran mis viejos que viajaron hasta Bahía a cuidarme. Estaba fuerte para que ellos estuvieran lo mejor posible.

Y ese día marcaste un gol…
Mucho no recuerdo. Me tocó hacer el gol. Creo que fue un golazo. (Risas) Quizás no me quiero acordar. Solo de lo bueno que me dio más allá de ese hecho puntual.

Después de eso cambia la manera de ver la vida...
Ese día marco un antes y un después. Aprendí a disfrutar mucho más de lo que me tocaba vivir en el día a día a través del fútbol y de la vida cotidiana.

¿Cuál fue la mayor alegría que te dio el fútbol?
La mayor alegría que me dio el fútbol, creo que me la sigue dando cada día, es la cantidad de buenas personas que me fue presentando para irme formando y creciendo como persona. Además de lo futbolístico, me dio grandes amigos, y con muchos de ellos pude festejar. Como también levantarnos de caídas.

¿Cuál fue la locura más grande para jugar al fútbol?
Locura que haya realizado no tengo muchas. Creo que la más grande fue al volver, en ese 2014. Arreglar con un club sin haber empezado a trotar después del accidente. Si bien lo notifique, no sabía que sería de mí en ese momento. Trote unos días y entre semana me tocó jugar un amistoso. A la semana siguiente arrancaba el torneo Clausura Sesenta minutos jugué.

No estabas loco. Estabas re loco…
(Risas) Es lo que más me gusta hacer. Esperaba que nadie me lo arrebate de esa manera. Después de todo eso le avise al médico que había empezado a correr y que me estaba sintiendo muy bien.

¿Cuál fue la mejor patada que recibiste?
La verdad que me encanta fajarme con los defensores, por lo que no recuerdo patadas, si recuerdo ese manotazo de “Nacho” (Erramouspe) que me dejó con un ojo roto y cerrado. Él siempre dice que algo paso, que se le zafo la mano. (Risas)

¿Le creemos?
(Risas) Hay días que le creo. Pero solo algunos días (Risas). Se habla solo en broma de esa jugada. Soy de los que sienten que cada uno defendía la camiseta a morir, así fue y así es. Nos tocó jugar de compañeros y lo pude confirmar.

¿Cuáles son los tres goles más lindo o más importante en tu carrera?

Tres goles… mmmm… hice uno de “chilena” desde afuera del área. Fue uno de los más lindos. Importantes quizá el convertido en la final jugando para Huracán. Soy de los que insisten en que todos los goles son importantes sin pensar quien los hizo. Al fin y al cabo cuentan para sumar puntos y lograr el objetivo del equipo.

Fue una buena despedida de Huracán. Más o menos te fue en los años que estuviste...
Estuve dos años en Huracán, 2018 y 2019. En el primero hice 25 goles en el año. Cuatro en el Federal y 21 en el torneo. Salí goleador de la liga y no logramos el campeonato. En el 2019 arranqué con una lesión. Recién volví con una continuidad desde la octava o novena fecha. Metí solo 6 goles en el año y salimos campeones. No soy quien para decir cómo me fue en Huracán. Si vuelvo afirmar que el fútbol en un deporte en equipo. Por eso todos los goles son importantes, todas las atajadas, y las recuperaciones de pelota etcétera.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que han sido compañeros tuyos. ¿Cómo formaría el equipo de Boris Reid?
(Risas) Que pregunta. Puedo formar con 30 jugadores. Lo único que te puedo responder con respecto a eso, es que en mi equipo jugaría con los que van a la peña los viernes y domingo. Esos no te fallan nunca. Seguro que salís ganando. (Risas)

¿Cuál es la mejor anécdota que te paso con el fútbol?
No sé si es anecdota, pero si en el 2016, tenía un viaje programado de vacaciones solitarias por Europa. Me tocó llegar un viernes a la noche a Buenos Aires y viajar a La Pampa, hasta Realico, jugábamos una final. Yo después de 24 días sin jugar, corriendo en las vacaciones cuando me podía hacer el tiempo. Me había perdido dos partidos y voy de titular en la final. Una locura. La primera pelota que toque fue adentro. Metí tres ese día.

El aire europeo te ayudó…
(Risas) Fue una locura el viaje en general. Hablando poco el inglés, conociendo mucha gente, y que de yapa, al volver me pase eso. He tenido mucha suerte en la vida.

¿Te quedó algo pendiente en el fútbol?

No sé si pendientes, quizá uno en la vida siempre va decidiendo el camino a tomar. Cuando decide algo siempre se escapa. Uno no puede estar en todos lados para aprender, pues lo que decide en ese momento puede llevar a ese crecimiento. No sabría decirte si siempre he tomado buenas decisiones, solo sé que las que he tomado tratan de ser consecuentes con lo que soy.

¿Cuánto más tiempo te ves jugando?

Espero jugar hasta que el futbol me siga haciendo sonreír, ilusionar y soñar. Si algún día ocurre lo contrario, ese día será el que no me vea jugando. Mientras tanto, lo seguiré intentando.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Casi todo lo que me rodea en mi vida es a través del futbol, y en gran parte lo que soy es por todo lo que fui aprendiendo de las personas que me presento el fútbol. Estoy agradecido a este deporte que me abrió tantas puertas, hoy las de Atlético de Villegas, personas con las cuales estoy en constante comunicación, y que seguramente él lo que resta del año o años venideros tendré la posibilidad de entablar una mejor relación.

Foto: Josefina Martín