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Cristian Britez: “La pasé mal. Me costó mucho agarrar el idioma. La gente de acá me recibió muy bien. Pero me llevó tiempo adaptarme”



Edición número 89 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de un jugador con sentido de pertenencia "Paisa". Es el turno de Cristian Britez.


¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranque desde muy chiquito. Siempre me gustó jugar al fútbol. En Paraguay jugaba algunos partidos entre amigos. Y cuando vine a la Argentina, comencé en Atlético Urdampilleta.

¿A qué edad viniste de Paraguay?
Tenía 11 años cuando vine acá.

¿La pasaste mal y sufriste discriminación o zafaste?
No sé si discriminación. Pero la pasé mal. Me costó mucho agarrar el idioma. La gente de acá me recibió muy bien. Pero me llevó tiempo adaptarme.

¿De Olimpia o de Cerro Porteño?
De Cerro. Desde la cuna. (Risas)

¿Tereré o mate?
Terere con la familia. Mates con amigos. Y después siempre “Chipa” y sopa paraguaya con mandioca. Cuando vayas a Paraguay pedí sopa paraguaya con mandioca. Con eso, sos vos. (Risas)

¿Siempre fuiste delantero?
En las inferiores cuando llegue había un equipo armado. Busque la manera de ganarme un lugar. Y conseguí el puesto “4”. A veces de “3”. Después fui subiendo de a poco. Jugué mucho de 5 y de doble cinco.

¿Rustico o con salida de juego?
Mucha ida y vuelta. Y en la categoría de divisiones inferiores hizo muchos goles de cabeza.

¿Más que en Primera?
Creo que sí. (Risas) En sexta y en quinta jugué mucho de lateral o en el mediocampo. Ya en cuarta y primera lo hice de delanteros.

¿Cómo llegas a convertirte en delantero quien aposto?
Siempre fui atrevido. Me gustaba mucho el encarar. Creo que por eso fue que me suben arriba. En Primera fue Arturo Allende me llevó. Ese año Atlético tuvo un mal campeonato. Traían delanteros de afuera y como iban mal, no vinieron más. Justo faltaba un delantero y me llamó.

¿Cuál fue tu reacción cuando te dijeron que debutabas en Primera?
No me gustó mucho. Porque jugaba en quinta división y justo ese año el Club tenía una buena quinta. Yo quería jugar los sábados. (Risas) Como jugaba en primera no me dejaban jugar el día antes.

¿Lo hiciste saber al enojo?
No. Siempre fui bueno. (Risas) No soy de enojarme. Jugaba donde me tocara.

¿Cuál fue tu mayor alegría en el fútbol?
Cuando clasificamos al Petit con Atlético. Ese año se armó un gran grupo y equipo.

Muchos no van a entender que es lo mejor, pero.es un Club que es todo a pulmón...

Claro. Es más, ese año se creó un equipo de todos jugadores local. Poco de afuera trajeron. Y se consiguió el objetivo a base de esfuerzos y sacrificios.

¿Es duro salir cada quince días de viaje temprano desde el micro con la reserva?
Pero lo haces con gusto. Yo creo que los que jugamos al fútbol por un lado es lindo. Vos queres jugar y que llegue los domingos para hacerlo. Hoy sabes lo que daría por eso. (Risas)

¿Molesta cuando dicen hay que ir hasta Urdampilleta jugar?
No. Atlético se hizo respetar desde que agarro la dupla Martínez-Elissamburu. En 2013 peleamos hasta el último partido la clasificación. Y en 2014 entramos. Después era difícil jugar acá. Acá se juega por el amor a la camiseta o por el sanguche. Lo máximo que podes sacar es un sanguche con doble milanesa. (Risas) Pero hicimos méritos para que nos respeten.

¿Cuál es la mejor patada que te dieron en tu carrera?
Contra Estudiantes. Amoroso. Me acuerdo clarito. Me levanto los tapones al pecho.

¿Seguiste respirando después de esa patada?
Me dejo los tapones marcado. Pero me levante y seguí. (Risas)

¿Y la mejor que diste?
En quinta división contra San Martín. No sé quién era el arquero, pero fue una patada al pecho. Fue en busca de la pelota. Pero llegue tarde.

¿Cuáles son los tres goles más importante o más lindo en tu carrera?
El más importante. Cuando le ganamos a Juventud. Ese gol sirvió para ganar y así darnos la clasificación con Atlético. Y el más lindo. Hice muchos. Contra Empleados el año pasado y contra Estudiantes.

¿Cuál es la mejor anécdota que te quedo en el fútbol?
Tengo un par. Me acuerdo cuando un compañero llegó tarde. Y lo retaron. El DT serio. Le pregunto a qué hora teníamos que estar. Y él dice dos y media. El entrenador le pregunta la hora. Él le dice tres menos cuarto. Y el DT sacado y enojado, le dice tres menos diez. (Risas)

¿Y tú mayor tristeza?

Cuando perdí la final en sexta división cuando era liga de Pehuajó y en quinta cuando era liga de Bolívar. Y en primera cuando me lesioné el menisco y no jugué un par de meses.

¿Se hace duro estar afuera?
Se hace muy duro. Yo quería jugar. Iba los domingos y se sufría el doble desde afuera.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que han sido compañeros tuyos. ¿Cómo formaría el equipo del Cristian Britez?
Gallo, Tomas f., “Lolo” Soler, Matías Elissamburu, Nicolás Bazán, Brian Martínez, Brian Novelli, Paco N, Silvio Vicente, “Carpi” Vicente y “Chami” Salazar.

Si tenes que elegir tres compañeros. 1 para hacer el asado, otro para la música y el otro para la bebida. ¿A quién elegís?
El plantel completo. Somos todos muy amigos. Son buenos para cumplir las 3 opciones. Sería más peña. Te invitaría a ella. Se divierten mucho. Son unos fenómenos. Es lo lindo que te deja el fútbol.

¿Cuál es el más insoportable del grupo?
Nahuel Gallo Y “Chami” Salazar. Con esos dos te quiero ver en el vestuario. (Risas)


¿Son de broma jodida?
A los dos les gusta hacer broma. Pero lo hacen para que el grupo siempre este lo mejor posible. Te esconden los botines o canilleras. O cualquier cosa. Ponen algún tema y bailan. (Risas) Son terribles. Una vez se pasaron. Escondieron una remera, no podíamos encontrarla y era la hora de entrar a la cancha. Entramos tarde ese partido. (Risas)

Contento el entrenador…
(Risas) Si. Faltando cinco minutos volvíamos de la entrada en calor. Nos poníamos la remera y salíamos a la cancha. Nos preparamos para entrar y faltaba una remera (Risas) ¿Dónde está la remera? “Chami” y Nahuel, dale que llamò el árbitro. Así tres veces. Todos desesperados. Hasta que la encontramos. (Risas)

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Alegría. Soy feliz jugando. Disfruto mucho cada partido