#Futbol

Darío Carranza: “El día que me quebré, mi hermano que estaba jugando y mi viejo que entro a la cancha me decían que me calme, porque lloraba y le dije que lloraba porque me perdía el clásico con Maderense”



Edición número 91 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de uno con sangre albirroja. Es el turno de Dario Carranza.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Empecé a jugar a los 8 años más o menos en Progreso de Juan José Paso. Me llevó mi viejo a un entrenamiento con chicos más grande y de ahí no paré nunca más.

¿Ser de Paso es sinónimo de ser de Progreso?
Es así. Es imposible ser del pueblo y no ser de Progreso Mas uno que tiene la suerte de defender estos colores.

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?

Si bien en el 2008 a los 16 años tuve en el banco algunos partidos. En el 2009 fue el año en el que tuve mi primer partido de arranque.

No me quiero imaginar la noche anterior y esos minutos antes del partido…

(Risas) No sabes lo que fue. Si mal no recuerdo me avisaron el sábado a la tarde que iba a primera y de arranque. Lo mejor de todo es que fue justo contra Maderense en cancha nuestra. Fue algo muy hermoso. Estaba re contento y un poco de nervios a la vez. Una mezcla de todo. (Risas)

¿Dormiste?
Dormí muy bien. El problema fue el domingo a la mañana. Ahí me agarraron todos los nervios juntos. (Risas)

El sueño del pibe debutar en un clásico. ¿Cómo te calificarías en el debut?
Es algo muy lindo esa clase de partidos. La semana del clásico se vive de otra forma totalmente diferente en el pueblo a otra de un partido con otro rival. A la hora del partido es hermoso. La gente, los colores y todo lo que lo rodea. Tener la suerte de estar adentro de la cancha es muy lindo. Es difícil calificarse a uno mismo. Pero cumplí con lo que me pidió el entrenador. (Risas)

Para alguien que viene de afuera y pregunta como es el clásico. ¿Vos que le decís?
Que es el clásico de la ruta 5. Que es intenso tanto dentro como fuera de la cancha. Para mí, es el mejor clásico de la liga.

¿Cuál fue la locura más grande que hiciste por Progreso?
Hice de todo siempre. Pero la más loca creo que fue en el 2015. Me internaron el domingo a la mañana en Trenque Lauquen por una alergia y cerca del mediodía me dieron el alta. Agarré el bolso y me fui a Pehuajó. Jugábamos contra Defensores. No me querían poner ya que el médico le dijo que no. Pero termine jugando igual. (Risas)

Completamente loco...
Un poco sí. (Risas)

¿La mayor tristeza fue la lesión en cancha de Estudiantes?
Si, eso fue lo más feo. Nunca me había pasado nada. Ninguna lesión y esa me costó mucho para volver. Me quebré la tibia pero por suerte no hubo desplazamiento y no precise cirugía. Pero fue lenta la recuperación por la forma de la que estaba quebrada.

¿Se hizo eterno la espera de la ambulancia?
Si mal. Se hizo eterna esa llegada de la ambulancia. Estuve como veinte minutos o más tirado al costado de la cancha porque el partido tenía que seguir jugándose. (Risas) Justo había pasado algo y no había ambulancia en el hospital. Por eso se tardó un poco más.

¿Pensaste en dejar el fútbol?
No, al contrario. Estaba re preocupado por si iba a quedar bien de la pierna para poder volver a jugar. Nunca pensé en eso. Con decirte que el día que me quebré, mi hermano que estaba jugando y mi viejo que entro a la cancha me decían que me calme, porque lloraba y le dije que lloraba porque me perdía el clásico con Maderense que era en tres semanas. (Risas)

Contame como fue la reacción de ellos a lo que vos dijiste…
(Risas) Se empezaron a reir, es el día de hoy que nos acordamos y nos reímos. (Risas)

¿Cuál fue la mejor patada que diste en tu carrera?
No soy de pegar mucho. Pero me acuerdo que a “Pepe” Alfonso jugando para Maderense lo tuve que cagar a patadas todo el partido. Pobre “Pepe”, me decía porque le pegaba. Pero si no le pegaba nos iba a volver loco. (Risas)

¿Cuál es el compañero más insoportable que tuviste en tu carrera?
La verdad que no tuve o no me acuerdo. Mi hermano es bastante gauchito. (Risas)

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que han sido compañeros tuyos. ¿Cómo formaría el equipo de Darío Carranza?
Rolando Gebruers, Darío Carranza, Ezequiel Carranza, Nicolás Frediani, Joaquín Moglie, José Cubas, Marcelo Denti, Rodrigo Luquez, Matías Dicenza, Emiliano Defelice y Elías Saibene

Si tenes que elegir tres compañeros. Uno para hacer el asado, otro para poner la música y el restante comprar la bebida. ¿A quién elegís?

“Nico” Frediani para hacer el asado, Ezequiel Carranza para poner música y Joaquín Moglie para comprar la bebida.

¿Cuál fue la mejor puteada que te han dicho en una cancha?
No me acuerdo. Pero han puteado y mucho. (Risas)

¿Qué significa ver a tu viejo cada domingo en la cancha donde jueguen ustedes con tu hermano?

Es algo muy lindo. Sabemos los tres lo que sentimos por el Club. Poder compartir equipo con mi hermano también. Aunque siempre nos puteamos adentro de la cancha. (Risas) No solo mi viejo, sino que mi familia este del otro lado acompañando me da mucha alegría.

¿Quién putea más a quién? Vos a Ezequiel o Ezequiel a vos?
Yo a él siempre. (Risas)

¿Nunca se ofrecieron piñas como los hermanos Militos en la cancha?
(Risas) Para tanto no. Porque el es más grandote que yo. Por las dudas no. (Risas)

¿Qué es el fútbol y Progreso en tu vida?
Es fútbol es todo. Empecé desde chiquito y es parte de mi vida. No quiero pensar el día que ya no pueda hacerlo más. Progreso es lo mismo. Es un amor para siempre, pero siempre voy a estar ligado a él.

Foto: Guillermo Gastañaga