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Lucas Andrich: “Con nosotros venía uno de la barra. Íbamos por la autopista y nos dice: jueguen tranquilos, que cualquier cosa estoy para defenderlos y nos muestra un arma. Perdimos y casi nos caga a tiros a nosotros”



Edición número 83 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a goleador de raza. Es el turno de Lucas Andrich.

¿Dónde arrancaste a jugar al futbol y por qué?
Arranque en una escuelita de fútbol de Berazategui a los 4 años. Me llevaba mi abuela porque me la pasaba pateando la pelota todo el día.

¿Eras muy insoportable con la pelota?
(Risas) Si, mi abuelo vivía en el fondo y se calentaba porque le pegaba a la puerta de la casa de él. Y cuando salía a cagarme a pedo, lo desafiaba a jugar un partidito. (Risas)

¿Se prendía?
Si y no me dejaba ganar. (Risas) Por eso debo ser tan competitivo. (Risas) Una vez, yo ya era un poquito más grande (imagínate él), me iba ganando, me cargaba, le metí y lo tiré. Me re asusté. (Risas)

Esos momentos de la vida que quedan para siempre...

Sin dudas. Como cuando le tiraba la pelota en los zapallos que tenía al fondo de la casa y me corría por todos lados. No me agarraba ni loco, era rapidísimo de pibe. Después no sé qué me pasó. (Risas)

¿Dónde hiciste las inferiores?
Todas en Quilmes. Desde que se inició mi categoría hasta jugar algunos partidos en reserva. Debuté en cancha de River, un día después de haber jugado en la cuarta. Un sueño.

No elegiste lugar para debutar...

No pudo haber salido mejor. Cualquier jugador de fútbol sueña con jugar en la cancha de Boca o de River.

¿Se ve grande de adentro?
Mi hermana guardó por muchos años un mensaje que les mandé cuando hicimos el reconocimiento del campo que decía textual: me siento una hormiga, es gigante.

¿Qué pasó por tu cabeza cuando llegó ese momento?
Sinceramente creí que solo iba a ir al banco, sobretodo porque el día anterior jugué el partido entero en mi división. Pero a los 10 del segundo tiempo me llamó el técnico y entré. Me acuerdo que me costó mucho concentrarme. No podía dejar de mirar alrededor. Estaba casi lleno ya a esa altura el estadio. Mil cosas se me cruzaron en la cabeza. La familia, el esfuerzo, mis amigos, todo. Una sensación muy loca.

¿Cuesta mucho el día a día?
Y si, el jugador de fútbol, sea en la categoría que sea, para llegar a jugar en primera, hace muchísimo esfuerzo. Deja muchas cosas de lado. Por eso, cuando un jugador llega a un club, hay que valorarlo, apoyarlo y bancarlo. Después, si te gusta o no, si el esfuerzo económico que hace una institución es mucho o poco, es otra historia

¿Esa fue tu mayor alegría en el fútbol?

Ese fue un gran logro individual y familiar. Tuve muchas alegrías en el fútbol. Salí campeón varias veces, conocí mucha gente que se transformó en amiga, me respetan en todos los clubes donde juego y los equipos contrarios a los que enfrento. Y ahora agrégale que tengo dos hijos y me vieron adentro de una cancha. Las alegrías, para mí, pasan por ahí.

¿Después de Quilmes como siguió tu carrera?
Me fui a San Telmo, ahí debuté en primera. El técnico era el cabezón Lemme (El ayudante del Diego en el mundial), un loco hermoso.

¿Que anécdota quedo en ese paso por el ascenso?
Miles. El ascenso tiene algo que no tiene ninguna liga, me atrevo a decir, en el mundo. Una que me acuerdo patente, estábamos yendo a la cancha de Cambaceres. Peleábamos el descenso con ellos. Quedaban dos partidos y le llevábamos 6 puntos. Íbamos en un escolar y con nosotros venía uno de la barra (no había público visitante). Ibamos por la autopista y nos dice: jueguen tranquilos, que cualquier cosa estoy para defenderlos y nos muestra un arma. Ese partido perdimos y casi nos caga a tiros a nosotros. (Risas) . Por suerte la semana siguiente ganamos y nos salvamos. Y Lemme no había entrenamiento que no haga algo que te deje un recuerdo. Un compañero que venía de inferiores, llego el primer entrenamiento con un buzo marca Kappa y le dijo todo el año Kappa. (Risas) Después se enojó con el capitán y lo hecho de la práctica de fútbol. A los 5' paró el entrenamiento y preguntó quién venía en el auto con él (yo era de ese auto). Y nos echó a todos del entrenamiento. (Risas) Estaba re loco.

¿El arma no era como la de Teo Gutiérrez?
Si. (Risas) Era un revólver que en ese momento me pareció una ametralladora. Nunca había visto ni uno de juguete yo

¿Cómo llegas a KDT?
Jugué el viejo Federal C, para un equipo de Monte y en el grupo nos tocó un equipo de La Plata que atajaba Calandria. En nuestra cancha hice dos goles y en la vuelta, en la cancha de ellos, fue a verme “Pancho” Stella. Ese día erre un penal. Cuando terminó el partido me vino a hablar y le dije: vos viste bien el partido? Había jugado un desastre.

Pero Diego había ya tomado de tu medicina…

Él tiene una historia muy graciosa del primer partido que nos enfrentamos. Encima ese día hice un gol que si pateo 100 veces, no la clavo ahí ni de casualidad, lo tengo todavía.

¿Se puede conocer la historia?
Yo venía muy afilado ese torneo. Y ese era el tercer partido de la zona. A Diego, le avisa el ayudante de campo de ellos, que yo ni bien me quedaba una pelota, de cualquier lado, le pegaba de una. A los 10' el “Pipa” Gancedo me mete una bocha como de 40 metros, la paró de pecho y quedo mano a mano con él. Ni bien me acomodo, él ya estaba en el suelo tirado. Yo esperé dos segundos, se la toque fácil al otro lado y fue gol. Diego le decía al ayudante: me dijiste que le pegaba de una. (Risas) También lo tengo ese gol pobre Diego.

Llovía algo el dia del campeonato con KDT…

Infernal. Uno de los partidos que más recuerdo de mi carrera. La lluvia, la gente, el estado del campo, fue perfecto.

¿Podes creer que ya hace 7 años de eso?

Tremendo cómo pasa el tiempo. Lo tengo muy presente. No había sacado esa cuenta la p…madre. Hubo una gallina pintada de azul, los galgos del “Fino” (Burgos) en la cancha. (Risas)

¿Vos también avalas que el “Fino” es insoportable como compañero?
(Risas) El “Fino” es necesario en cualquier plantel. Es un chabón que te alegra el domingo, la semana. Además tiene una rosca que a mí me volvía loco. Me hizo hacer muchos goles.

Hablando de goles... ¿Cuáles son los 3 goles más lindos o más importantes de tu carrera?
Como lindos, el que le hice a Diego es un golazo por la posición y donde entra la pelota. En Argentino de Merlo hice uno de afuera del vértice del área grande picándosela al arquero de zurda que fue muy lindo también. Y después están los emocionalmente lindos por el contexto. Los de las finales. En el Porvenir contra Villa San Carlos por Copa Argentina. Pique el último penal, pero tan mal y con tanto suspenso que terminó siendo lindo. (Risas)

¿Cuál fue la mayor tristeza que tuviste en el fútbol?

Soy un tipo que trata de sacarle lo positivo a las situaciones adversas y no me quedo con las cosas tristes. Una sola vez me pasó que jugando un Federal C (son torneos cortos, se jugaban de enero a marzo/abril), a mitad de torneo, me llaman a mí y a dos compañeros más. Nos dicen que nos bajaban el sueldo o que no vayamos más. Realmente ese día me sentí muy triste porque más allá de todo, era mi laburo y elegí ese club en lugar de otro. Entonces me dolió un montón que hayan faltado a la palabra. Soy una persona que le da mucho valor a eso.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que han sido compañeros tuyos. ¿Cómo formaría el equipo de Lucas Andrich?
Que difícil me la pones. Voy a armar con los que jugué en KDT. Déjame al menos fantasear con las formaciones. Atajo con dos arqueros y juego con uno menos. Calandria y Gentilli. Carrica, Marcos Soza, “Fino” Burgos y “Seba” Martín la línea de cuatro. Juan Martínez y Funes para que le derritan la cabeza a los rivales y a los árbitros. “Carloncho” Galeano el cerebro. Y arriba Renso Hidalgo y Luquitas Fernández.

Si tenes que elegir tres compañeros. Uno para hacer el asado, otro para poner la música y el restante comprar la bebida. ¿A quién elegís?
Yo les hago el asado. El “Fino” canta, Funes me musicaliza y Juan Martínez llega tarde y se olvida la bebida.

Sos buen asador...

Me la rebusco, pero sino no comemos con esos tres. (Risas)

¿Cómo va la vida de padre?

La llevo muy bien. Me la hacen muy fácil los dos. Me cambiaron la forma de ver la vida.

¿Qué es el fútbol y los goles en tu vida?
El fútbol es mi vida. Me cuesta pensarme sin fútbol. Es un deporte que no solo me hizo conocer diferentes lugares, sino muchísima gente a la que aprecio muchísimo. Voy a ser un eterno agradecido. Y los goles son el momento de placer y satisfacción más grande que un delantero puede tener. Es gloria, es relajación, es motivación, es una mezcla de cosas muy difícil de explicar. Mirar alrededor y ver la gente abrazada o agarrada al alambrado por un gol, es muy loco.