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Martín Troncoso: "Habían cortado la ruta y había un banderillero en el medio parado. Yo nunca lo vi y no frenaba. Víctor (Volpe) me empezó a gritar y de pedo no lo piso"



Edición número 72 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a uno de los goleadores de los últimos años. Es el turno de Martín Troncoso.


¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranqué en Martín Fierro de Macia Entre Ríos de donde soy oriundo. Comencé ahí, porque mí familia siempre ha sido cercana al club. Mi viejo fue entrenador del Club y mis hermanos mayores jugaban ahí. Así que quise seguir el mismo camino que ellos. Hice todas las inferiores y debute en Primera a los 14 años en el 2000 y en 2001 ya tuve la suerte de salir campeón. Algo impensado a tan temprana edad.

¿Cómo fue esa reacción cuando te dijeron que debutabas en Primera con 14 años?
No lo podía creer, porque recién estaba en sexta división si mal no recuerdo y tenía en mí cabeza proyectado jugar un par de años más en inferiores. Pero bueno, me tocó la oportunidad y es lo que uno siempre espera. Así que tenía que tratar de aprovecharla y hacerlo lo mejor posible a pesar de mí corta edad.

¿Dormiste la noche anterior?
(Risas) Después del nacimiento de mis hijos, debe haber sido unos de los momentos de más nerviosismo. Encima me tomo por sorpresa. Peor todavía. (Risas)

¿Cuando llegas a Colón?
En Colón llego en agosto del 2002, por intermedio de un amigo que se llama Mariano Raticelli. Él estaba estudiando allá y me consiguió una prueba. Probé en marzo con tres categorias más grande y tuve que volver en agosto. En esta última con mí categoría. Ahí quedé. Me acuerdo que hice dos goles jugando para los suplentes y el arquero titular era Marcos Díaz. No le gustó nada. (Risas)

Me imagino lo mal que te habrá puesto a vos que no le gusto.
(Risas) Pasa que aparte de los goles lo choque dos o tres veces. Tenía que demostrar que me quería quedar. (Risas)

Tanto quisiste quedarte que te convertiste en el goleador histórico del Club. ¿Qué se siente llegar a semejante logro?

Ese dato habría que chequearlo. (Risas) Pero si tuve la suerte de caer en una categoría de grandes jugadores, dónde tuvimos grandes DT también y juntos logramos cosas importantes. Como salir campeón en quinta y Reserva de AFA. Colon es un club que aprendí a querer mucho. Pase grandes momentos e hice muchos amigos. Lo más lindo que te deja el fútbol

¿Debutaste en Primera?
Estuve un año en el plantel. Fui tres partidos al banco con Astrada e ingresé en uno contra Lanús de visitante. Gimnasia de Jujuy de local no entre y el otro fue muy especial, con River en el Monumental, la única vez que ganó Colon en la historia, goles de Ramírez y Grisales. En ese me quedé con ganas de entrar pero pague derecho de piso. Había varios experimentados en el banco. (Risas)

¿Después donde jugaste?
Después estuve en Defensa y Justicia, 9 de Julio de Rafaela y Villa San Carlos en lo profesiona. En lo que es liga regional en varios clubes de Santa Fe. La Emilia de San Jorge, Santa Fe Fútbol y Universidad. En La Plata en Everton . En la LPF en Calaveras, Independiente de Bolívar y Defensores del Este. También estuve en chile un año antes de ir a Calaveras.

¿En Villa tocaste el cielo con las manos?
Me tocó vivir algo histórico. Ascender al Nacional B. Era algo impensado para un club tan humilde en ese momento. Pero quedo demostrado que con trabajo, humildad y hambre de conseguir la gloria, nada es imposible. La verdad que de las cosas más linda que viví en el fútbol. Superamos a pesos pesados de la categoría, con el presupuesto más bajo.

¿Cuál fue esa anécdota que te quedo grabada para siempre?
Una anécdota que siempre recuerdo, fue viajando con Víctor Volpe. Primer año en Calaveras, habían cortado la ruta y había un banderillero en el medio parado. Yo nunca lo vi y no frenaba. Víctor me empezó a gritar y de pedo no lo piso. Víctor me decía que al banderillero no le daban las manos para hacerme seña. (Risas) Nos reímos todo el viaje.

Lo bueno que Víctor siempre atento como desde el arco y hablando…
(Risas) Si, olvídate. Como copiloto es excelente. Atento todo el viaje como en el arco a la hora del partido.

¿Es tan insoportable como dicen para las bromas?
(Risas) Asi como lo vez con esa seriedad, a la hora de joder hace bromas pesadas. Ya he visto que contaron la del speed de “Maurito” (Castro), yo estaba al lado y soy testigo que metió un buen sorbo. (Risas)

Un gran grupo eran...
Sin dudas, de los mejores que me tocó formar. Hoy en día perdura la amistad y nos hablamos muy seguidos con casi todos. Eso es lo más lindo que te puede dar el fútbol como te decía hoy. Que más allá de los resultados deportivos, se valore lo humano por sobre todo, lo hace más especial.

¿Con Delpian es cierto que había mucha cargada con Boca y River?
(Risas) Día por medio nos mandamos memes cargándonos. Es bravo el enano. Pero siempre en broma y con respeto. Ahí tenes el claro reflejo de lo que era ese grupo. Competíamos el puesto y es un pibe que siempre sumo a pesar de no tocarle mucho. Había grandes personas. Sabe del afecto para con él y su familia. Todavía le debo la visita a Daireaux. (Risas)

¿Cuáles son tus tres goles más lindo o más importante en tu carrera?
Si tengo que elegir tres serían el gol a Barracas Central con San Carlos que nos dio el ascenso. El gol en la primera final con Calaveras contra Deportivo y un gol que hice en la final del 2001 jugando para Martín Fierro. Por la importancia de ser finales, creo que esos.

¿Y la mejor patada que te dieron en tu carrera?

El peor golpe que recibí fue un rodillazo en el pecho del arquero de El Porvenir, jugando por Copa Argentina con San Carlos. Me dejó inconsciente diez segundos, me paré y no entendía nada. Después se me pasó y seguí jugando. (Risas)

Está bien que era Copa Argentina. ¿Se complica jugar en el ascenso?
Yo siempre digo que el ascenso a medida que bajas de categoría es más difícil de jugar. Por las dimensiones y estados de las canchas, por el juego friccionado y por los arbitrajes. A eso sumale las hinchadas y accesos a las canchas. (Risas) Es bravo.

¿En cuál cancha dijiste de acá no salimos?
En cancha de Chacarita. Anteúltima fecha. Si ganábamos ascendíamos. Íbamos ganando 1 a 0, termina el primer tiempo y cuando entrábamos por la manga vienen cinco barras a apretarnos, los enfrentamos y después se metieron al vestuario del árbitro a amenazarlo. Tendríamos que haber ascendido con un gol sobre la hora. Pero el árbitro lo anulo sin razón. Quería llegar a la casa. (Risas)

¿Quedó solo en un enfrentamiento verbal o paso algo más?

Nosotros tuvimos que defendernos, porque vinieron directo a atacarnos para intimidarnos. Así que algunas manos cruzadas hubo. (Risas)

¿Cuál fue tu mayor tristeza en el fútbol?
Mi día más triste fue cuando perdí a mi vieja en 2014 estando en Chile. Marco un antes y un después en mí vida. Y en cuanto a tristezas más referidas al fútbol, quizás las más recientes la semi que quedamos afuera con Calaveras en Madero y con Independiente de Bolívar en el 2018. Esos dos equipos tenían todo para campeonar. Pero por cosas del fútbol no alcanzo.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te han tocado compartir equipo. ¿Cómo formaría el equipo de Martin Troncoso?
Uff que difícil pregunta. Armó dos así queda menos gente afuera. (Risas) El primer equipo sería Volpe, Farias, Moretti, Castro, Manzo, Ayende, Criado, Coronel, Quevedo Hidalgo y Delpian.

El segundo con Abregó, Cristian Rizzi de Oliveira, Fernando Franklin, Fernando Allocco, “Cebolla” Giménez, Martín Aranda, Sebastián Prediger, Guido Rancez, Adrián Libert, Sergio Cenzano y Pablo Vegetti. Quedaron muchos buenos afueras pero bueno. Tendría varios equipos para formar.

¿Qué has hecho en esta cuarentena que jamás hubieras hecho?
Entrenar en espacios demasiados reducidos, pintar toda la casa y dibujarle a mí nene para que pinte. No es lo mío. (Risas)

¿Te quedó algo pendiente tu carrera futbolística?

Me gustaría haber jugado con mis hermanos o ser dirigido por mí amigo Mariano, que fue el que me dio la posibilidad de aspirar a ser profesional y me guio mucho en una parte muy importante de mi vida. Hoy dirige las inferiores de Colon.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
El fútbol siempre ha sido una parte fundamental en mí vida. Me ha formado como persona, me ha inculcado muchos valores, me ha hecho disfrutar y dar la posibilidad de conocer grandes personas que hoy son parte de mí vida.