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Mauricio San Rufo: "Me para la policía en Paso. Me iban a hacer la multa. Me piden el carnet, mira mi nombre y me dice vos jugabas en Maderense. Le digo, sí. Pasé, usted era muy buen jugador”



Edición número 75 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer de un jugador exquisito. Es el turno de Mauricio San Rufo


¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranque a jugar en Deportivo de Carlos Casares. La historia por la cual arranque es porque según mis viejos estaba mucho en la calle. Siempre con la pelota en los brazos. Pero callejeaba mucho y para cortar esto, me llevaron a la escuelita de fútbol. Una forma de contención para que no esté mucho tiempo en la misma.

La callejeada era. ¿Mucha bicicleta y andar con la banda o potrero?
Era de todo un poco. La juntada con los amigos del barrio. Con mi hermano era muy pegado y jugábamos en la calle. Era todo un combo. Jugábamos en un baldío que teníamos enfrente de casa, jugar en la calle o usar las plantas como poste. La idea era estar jugando en la calle. (Risas)

¿Cuantos vidrios o echadas de vecino tuvieron?
(Risas). Muchas. (Risas) Subíamos mucho al techo a buscar la pelota. A los tapiales. De esas travesuras tengo miles. Nosotros nos recontra divertíamos. Eso que te cuento tenía 8 o 9 años. La escuelita la empecé a los 11.

Arrancaste a los 11 años, señal que cansaste a todos…
(Risas) Si, ya no se podía estar más en la calle. Nos echaban de todos lados. (Risas) Ahí fue cuando mi vieja dijo, vas a empezar la escuelita y dejar de callejear. Fue la manera de contenerme. Pero si, en el barrio cansamos a todos. (Risas)

¿Cuál fue la travesura más grande que metiste?
Un montón. (Risas). Por ejemplo, a los 3 años, escaparme con el triciclo e ir de mi casa a la casa de mi abuela en contramano. Fueron seis cuadras. (Risas) Una locura. En el jardín me vivían llamando y a mi vieja también. Íbamos en un colectivo, yo me sentaba adelante con el chofer y tiraba mis zapatillas por la ventana. Cosas de chicos. (Risas) Era muy travieso. En el colegio no me podían tener. No me gustaba estudiar. La contención fue la escuelita de fútbol.

¿Y ahora como padre como haces?

Trato de no inculcarle lo que hacía y tratar de enseñarle todo lo que se tiene que hacer bien. Es un poco difícil, porque estamos hablando de otra época. Hoy los chicos están con la tecnología. Es muy distinto a lo que vivíamos nosotros. En nuestra época no pasaban tantos autos. No había tantos peligros. Hoy por hoy hay un poco más de peligro. Hoy tienen lo que quieren desde la tecnología al alcance de la mano. Si me dieran a elegir, vuelvo a elegir lo que vivi, porque es lo más sano.

¿A qué edad y en qué año debutaste en Primera?
Debuté en Primera a los 17 años y si mal no recuerdo fue en el año 98. El Club fue Atlético de 9 de Julio. Fue cuando regresé de Ferro.

Estuviste en Ferro ¿A qué edad te fuiste y como fue esa experiencia?
Me fui a los 13 años. Me llevaron y me quedé tres años. Hice novena, octava y séptima. Cuando llegue a sexta me dejaron libre. Cuando me paso eso, no quise estar más en ningún lado y me vine.

¿Cuál fue tu mayor alegría en el fútbol?
Sin dudas es cuando conseguí un campeonato. El título del 2008 fue la satisfacción de muchos años de sacrificio y de pelearla en la liga. Fue la frutilla al postre.

¿En qué equipo jugaste en tu carrera?
Arranqué en Atlético 9 de Julio. Maderense, Deportivo, Boca de Carlos Casares, Atlético MC, Deportivo de Carlos Casares y culminé en Boca de Carlos Casares.

Si te daban a elegir, que preferías ¿Dar una asistencia o hacer un gol?
Sin dudas, dar una asistencia. Siempre pensé en el compañero. He tenido mano a mano y he esperado a mi compañero para que defina él. Siempre me gusto la asistencia y en colaborar con el equipo. No era que pensaba, tengo que salir goleador o sobresalir en ese sentido. Siempre me gusto asistir. Dar un buen pase de gol. Era mi estilo de jugar.

¿Cuáles son las tres asistencias más lindas o importante que diste en tu carrera?
Soy muy flojo de memoria. No recuerdo hoy, asistencias importantes. Si, te puedo decir que di muchas. Me gustaba más, si eran lindas jugadas y daba el toque final para que hagan el gol. He jugado con muchos jugadores de muy buena calidad, era jugar de primera y te facilitaban todo. Ya sabía lo que tenía que hacer casa uno y eso es lo que me acuerdo hoy.

¿Con quién te entendías con una mirada o un movimiento?
No quiero dejar a nadie afuera. En las primera época en Maderense, jugando con Pablo García, Diego Sanchez y el “Pollo” Branchesi. Nos entendíamos a la perfección. Recién llegaba a la liga de Pehuajó y fue un crecimiento muy grande desde lo personal. Después me tocó compartir cancha con jugadores extraordinario. Lucas Fernández, Santiago Bacas y “Chavo” Collado. Tuve la suerte de tener varios compañeros que de solo mirarte entendías lo que íbamos a hacer.

¿Cuál fue la patada más dura que te dieron en tu carrera?
No recuerdo una patada que hoy me quede en la memoria. Si recuerdo un partido, en el año 2000, jugando para Maderense como visitante ante Defensores. Fue mi primera expulsión en el fútbol. Me acuerdo que ese día estaba lloviendo. Estábamos haciendo un partidazo y en lo personal estaba jugando bien. Y cobré de todos lados. Me pegaron arriba, abajo, patadas, piñas y más. En ese momento, el árbitro no cobraba nada. Era muy difícil cuando se jugaba en la cancha de Defensores. Ese día me enojé, me sacó una amarilla, yo se la agarre y se la tiré. Ese partido me marcó muchísimo. Porque en ese partido cobré mucho. Sentí que los árbitros no nos defendían. Ese partido fue bravisimo

¿Cuál fue tu mayor tristeza en el fútbol?
Sin dudas, fue la segunda final que perdimos con Deportivo Argentino ante San Martín en 2004. Veníamos de perder en 2002 y la volvimos a perder. Me puso mal.

¿Cuál es la mejor anécdota que te dejó el fútbol?

Una que me acuerdo, que casi mato al “Poroto” Arive. Vivía en Pehuajó cuando jugaba en Deportivo. Llegó a mi casa de trabajar, Era entrar y salir porque iba a entrenar al mediodía. Dejo la bicicleta afuera, cuando salgo no estaba más. Fui igual a entrenar. La empecé a buscar y obviamente no la encontraba. Doy vuelta a la manzana y veo a la hermana del “Poroto”, chiquita andando en mi bicicleta en la vereda. Se la había llevado él a su casa. Casi hago la denuncia y me la había escondido el “Poroto”. Nunca más me olvido de esa anécdota. Después otra con el fútbol. Viajaba hacia Trenque Lauquen y me para la policía en Paso. Me iban a hacer la multa. Me piden el carnet, mira mi nombre y me dice vos jugabas en Maderense. Le digo sí. Pasé, usted era muy buen jugador. Conclusión, zafe de la multa.

Seguro que era de Maderense porque si era de Progreso doble multa.
(Risas) Seguramente era de Maderense o de la zona. Pero menos mal que me conoció y zafe la multa. (Risas)

Si te digo "Cavernet Savignon" ¿Qué me decís?
(Risas). Dos cosas. Un vino te puedo llegar a decir. Pero también fue una banda de rock que conformamos aca en Carlos Casares. Ahí fue donde incursione en la música. Grabé un disco. Ya empezó a ser parte de mi otra vida que es la música.

Si tengo que comprar un CD ¿Compro de Cavernet o de Mambolo y la Sonora?
No te recomiendo ninguno de los dos. (Risas) Mambolo y la Sonora era mi hermano. Si tnes que comprar un CD te recomiendo el de Sintonizado. Este muy bueno.

Entre la música y el fútbol. Si tenes que elegir. ¿Qué ruta tomarías?
Sin dudas el fútbol. Mientras estas en vigencia y sabes que podes dar, sin dudas elijo la ruta del fútbol. Pase los mejores momentos. Felicidad absoluta, familia y compañerismo. De todo pase en los clubes que estuve. Sigo eligiendo el fútbol. Hoy en día, la música me está dando mucha alegría. Te repito, mientras estas en vigencia elijo el fútbol. No quita que me encanta la música. La llevamos en la sangre San Rufo.

Estuviste en Ferro, te gusta el rock y tenes una banda. ¿Se puede decir que sos el “Mono” Burgos de esta región?

Te diría Daniel Osvaldo más que el “Mono” Burgos. (Risas)

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te han tocado compartir equipo. ¿Cómo formaría el equipo de Mauricio San Rufo?
Es muy complicado. No me voy a centrar en los refuerzos que el “Vasco” (Mendizábal). Con esos te podría armar un seleccionado. Hubo equipos con jugadores de Pehuajó, que se jugaba muy bien y se llegó a la final. Un equipo que me gustó mucho y era un Deportivo con Julio Díaz, “Ale” Galeano, Leandro Rojas, Julián Huguenín, Damián Martínez, Sternari, “Poroto” Arive, “Tatu” Galarreta y”Tito” Bernard, “Chaca” Martín y Lucas Fernández. Grandes jugadores y grandes personas.

¿Te costó mucho dejar de jugar?
Me costó muchísimo. Hasta el día de hoy me cuesta. Me encantaría cerrar la carrera en la liga de Pehuajó. Pero también soy consciente que es muy exigente y que no se juega con el nombre. Tenes que estar bien físicamente para afrontar un torneo de esas características.

Quien te dice que con este parate, no sea tu gran oportunidad para ese año…
(Risas) ¿Vos decís que van a volver más gordo y más lento? Es la única forma. (Risas) Estaría muy bueno de terminar, sea bien o mal, jugando la liga de Pehuajó un último año. Sería como un sueño. Pero bueno, tampoco depende de mí.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Todo. Una enseñanza de vida. Aprendí a compartir, a respetar y a que me respeten. A formar un grupo. La verdad que es todo. Aprendí muchísimo. Es lo más lindo que a uno le pasó.