#Futbol

Sergio Cenzano: “Antes me gustaba dar asistencias. Pero tengo un hijo que se pone contento cuando meto goles. Un hijo te hace cambiar todo”



Edición número 68 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de conocer a un diferente que tuvo la liga en la última media decada. Es el turno de Sergio Cenzano.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Mis primeros pasos fueron en mi barrio teníamos una canchita en el medio y nos juntábamos ahí todos mis amigos de la infancia, después de ahí empecé por fútbol 5 al salir de la escuela me iba a entrenar con otros compañeros

¿Dónde hiciste las inferiores?

Las inferiores las empecé en el Club Atlético. Ahí empezó todo hasta los 11 años. Después pasé a otro Club que se llama La Terraza.

¿En qué año y a qué edad debutaste en Primera?
Tenia 16 años. Fue en el año 2006.

¿Qué te acordas de ese día?
Muchísimos nervios. Como todos, quería jugar y quería debutar. Entré en el segundo tiempo. Era muy pibe. Una vez adentro, empecé a disfrutar de otra manera.

¿Cuál fue la alegría más grande que te dio el fútbol?
Lograr el ascenso con Ferro, el equipo de mi ciudad. Eso es algo que nunca más se borra.

¿Qué anécdota te quedaron de ese torneo?
Uff, hay muchas. (Risas) Pero me quedo con la de la final en Mar del Plata. Estábamos con Luis Peón y el “Tero” Tus en la habitación. En el desayuno nos pusimos de acuerdo para agarrar una habitación y darla vuelta. Agarramos la del entrenador y cuerpo técnico. Le desarmamos los bolsos y le atamos los pantalones. Le pusimos los colchones y las camas “pata” para arriba. Hasta le colgamos ropas en el ventilador de techo. Le dejamos un desastre. (Risas)

¿Se enteraron alguna vez que fueron ustedes?
Si, después tuvimos que decir. (Risas) Aunque se imaginaban, porque siempre nos mandábamos lguna los tres. (Risas)

Pero eran muy complicados paras las bromas…
Nos mandábamos siempre alguna en las habitaciones. El que se descuidaba perdia. Anque a veces nos tocó perder. (Risas) Y cuando te toca perder, te la tenes que bancar. Porque si te gusta hacerla…(Risas)

¿Se complicó jugar en Rawson con el clima?
No, mas o menos, me acostumbre. Se complicaba cuando viajábamos. Se ponía bravo el frio y el viento.

¿Eran muy largos los viajes?
Los viajes eran larguísimos. Encima que estaba acostumbrado a viajar poco. No sabes como lo sufria al principio. (Risas)

¿Cuál fue el viaje más largo que metieron?
Cuando fuimos a jugar a Santa Cruz. Metimos como catorce horas de viaje. Pero de esa cantidad de horas no bajaban los viajes. Eran eternos.

¿Cómo fue jugar en Santa Cruz?
Ese día había agua-nieve. Nunca pase tanto frio como pasé en ese partido. (Risas) Lo sufrí un montón.

¿Cuál fue tu mayor tristeza en el fútbol?
El día que quedamos afuera con Calaveras en cancha de Defensores por el Petit. Ese partido lo sentí mucho y me dolió de la manera que quedamos afuera.

¿Pudiste entender lo que pasó esa noche? Porque era 2 a 0 con baile en el primer tiempo.
Aun no entiendo, solo sé que en diez minutos no nos podían cobrar dos penales en contra. Siempre lo dije y voy a sostener que nos robaron. Después en definición por penales es suerte. Ese partido me dolió mucho como nos sacaron de las manos ir a jugar a semifinales.

Y al otro un expulsión contra Balonpié en el Petit…
También. Mal la expulsión. Están los videos y nunca tuve la intención de pegar un codazo, ni nada. Nos conocemos todos en la liga. Sabemos quién es mala leche y quién no. Encima me hicieron perder el partido con Deportivo. Todo injusto fue.

¿Cuál fue la patada más dura que te dieron en tu carrera?

Tuve varias. En mi primer año en Independiente contra KDT en Bolívar. Me dan una patada en la tibia, justo salto y me agarra en el aire. Si no me rompen todo. Ahí sentí que me habían roto. Tenía todos los tapones marcados. Una locura.

Que preferís… ¿Dar una asistencia o hacer un gol?
Antes me gustaba dar asistencias. Pero tengo un hijo, que se pone contento cuando meto goles. Un hijo te hace cambiar todo. Los festejo con él. Así que las ganas de convertir son muchas ahora.

Cambia la vida un hijo…
Si, totalmente y más al crecer que le guste la pelota. Eso creo que no pone a todos los padres muy contento.

¿Es jugador de campo o salió arquero?
(Risas) Eso lo está descubriendo. Le gusta el arco. Pero también le gusta meter goles y hacer festejos. Siempre digo que mientras le guste el fútbol, que sea lo que él quiera.

¿Cuestiona como jugas o para él siempre jugas bien?

Para él soy el mejor del mundo. Siempre me lo dice. Pero es chico, ya se va a dar cuenta que no es así. (Risas)

Te gustaba dar asistencias y ahora hacer goles. ¿Cuál fue la asistencia y el gol más importante en tu carrera?

Asistencia no recuerdo en este momento. Pero el gol más importante es el del ascenso con Ferro, en el primer partido y ganamos con ese gol. De local y con toda la gente. Fue hermoso.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te han tocado compartido equipo. ¿Cómo formaría el equipo de Sergio Cenzano?

Abregó, Gauna, Onraita, Archet, Peón, Tus, Panaro, “Leo” Rodríguez, Cenzano, Petti y Peters. Y no te puse a Messera en mi equipo. Me día ese lujo. (Risas)

Tremendo jugador Messera…
La verdad que sí. Además una excelente persona.

Siendo DT…¿Te bancarias una joda de Tus y Peón?

(Risas) No. Siendo el entrenador los limpio a los dos. (Risas)

¿Por qué te dicen “Cuiza”?

Mi abuela me decía “Cuis” y mis amigos del barrio me empezaron a decir “Cuiza”. Ahí empezó y ahora todos me conocen así. Es más, me conocen más por el sobrenombre que por el nombre.

¿Qué es lo más loco que te pasó en una cancha?
No me han pasado cosas locas. Más que gritos y puteadas. (Risas)

¿Se extrañan los domingos?
La verdad que sí. Creo que lo que amamos el fútbol lo extrañamos mucho. Pero no queda otra que aguantar y esperar un poco más.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Todo. El fútbol es vida.