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¿De la panadería a Huracán?



Renato Civelli, uno de los refuerzos que está por cerrar el Globo, trajo a la Argentina la cadena francesa Gontran Cherrier a fines del 2019. Conocé el lado emprendedor del ex Olympique de Marsella, Niza y Lille.

Uno de los grandes interrogantes para los futbolistas es saber qué van a hacer de sus vidas cuando decidan retirarse. Muchos tienen en claro que van a seguir ligados a la pelota de alguna manera, pero otros deciden iniciar un nuevo camino con un emprendimiento alejado del deporte. Ese último es el recorrido que eligió Renato Civelli, quien a sus 36 años parece que encarará la recta final de su carrera en Huracán pero ya maneja paralelamente la panadería Gontran Cherrier.

El oriundo de Pehuajó trajo a la Argentina la famosa cadena francesa, junto con su hermano Luciano y un grupo de amigos. "En Marsella conocí Le Pain Quotidien. Me interesó el concepto y hace unos años quise traerlo a Argentina. En ese momento no se pudo dar y luego terminaron desembarcando aquí en forma directa. También me interesé por la cadena Paul, incluso en 2015 estuve negociando con ellos pero tampoco se pudo cerrar", le explicó a BAE Negocios el ex Olympique, Niza y Lille.

El proyecto implicó importar los hornos y la materia prima desde territorio galo, para finalmente abrir el local a finales del 2019 en Palermo (Malabia 1805). Cabe señalar que la confitería cuenta con tres pisos, terraza y un espacio para 170 personas, actualmente no accesibles por la pandemia. Mientras tanto, con el take away como modalidad para sobrellevar la situación es estos tiempos, el defensor y sus socios ya piensan en cuatro sucursales más para dentro de los próximos cinco años.

"Me gusta formar un equipo en el que me sienta cómodo. Estar ahí, trabajar. En el fútbol vos muchas veces no elegís con quién trabajás: entrás a un equipo y tenés que convivir con los que te toca. Acá tengo la posibilidad de elegir, de trabajar con mi hermano, con otro amigo de Pehuajó que se vino, y eso me sedujo", explicó hace unos meses en Clarín. Y agregó: "Me gusta tratar con gente, esa sería la parte de ser director técnico que me gusta; pero todo lo demás no. Y siento que no lo necesito. Muchos han dicho lo mismo y después de cinco años tuvieron que volver. Ojalá que no me pase. No creo, no me gusta".

Fuente: Olè