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Juan Martín Tallarico: "No hay campeonatos y no hay goles que se compare a eso. No hay nada más lindo como festejar un gol con un hijo"



Edición número 100 de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al protagonista desde otro lado. Es el momento de uno de los mejores delanteros pehuajenses de la última decada y media. Es el turno de Juan Martín Tallarico.

¿Donde arrancaste a jugar al fútbol y por qué?
Arranque desde chiquito en las infantiles acá en Pehuajó. Porque es nuestra cultura jugar al fútbol. Además mi viejo lo hacía. Igual como todo chico en aquella época, con la pelota todo el día. En el barrio jugando con amigos, en una plaza o en algún potrero. Donde sea. (Risas) Ahí arrancamos. Pero era bastante malo jugando.

Debutaste de muy chico en Primera…
Si, debuté en San Martin contra Defensores en cancha de “Defe”. Tenía catorce años. Estaba muy nervioso. Además ese Defensores era complicado. Fue el año que ganó el campeonato. Fui suplente ese día. Nos habían avisado ante. Teníamos una quinta división linda. Debutamos varios en ese partido. Debutó también, Adrián Lamanna y “Vitty” Blanco.

Cuando te dijeron “Dale que entras”… ¿Qué pasó?
Vos sabes que no me acuerdo. (Risas) Lo que si te puedo decir que paso bastante tiempo. (Risas) Si te garantizo que era mucho el nerviosismo.

En ese año jugaste también en muy buen Sub 15…

Si, jugué en un Sub 15, donde en mi categoría éramos los pasados. Éramos tres o cuatro pasados. Me acuerdo de algunos partidos y de no poder jugar el último partido. Una definición en Lincoln, donde nos ganaron medio de “prepo”.

Y con San Martín fuiste campeón en Primera….
Claro, en el 2004. Yo debuté en el 2003 y al otro año participe del equipo que salió campeón. Jugué poco.

Muchos jugadores me han dicho, que cuando juegan poco no se sienten campeón…
Cuando sos chico festejas como loco. Te encanta ir a festejar. Además era un grupo lindo y muy lindos fueron los festejos.

¿Salir campeón de chico no te deja ver lo difícil que es y hoy se valora más?

Ser campeón es muy difícil. Hay jugadores que han tenido la suerte de ganar muchísimo. Es dificilísimo. Son más las veces que perdes de las que ganas.

¿Qué te acordas de esos años?
Me acuerdo en el 2003, que dirigía Pedro Jordán y Jorge Maggi. Debuto con Defensores y después jugué, seguramente porque San Martín tendría algún jugador expulsado o lesionado. No recuerdo bien. Pero mi segundo partido fue contra Independiente de visitante. Cuando ir a Mones Cazón era ir a la guerra. (Risas)Tenían unos “nenes” barbaros ese equipo. Perdimos 1 a 0 la segunda semifinal y quedamos eliminado. Todavía me sorprende como mi primer partido de titular fue una semifinal. Con lo difícil que era jugar de visitante. Igualmente había muchísimos jugadores que me ayudaron un montón.

¿Era más difícil ser delantera en esa época o en esta?

En esa época, olvídate.

Sin querer eso te ha ayudado mucho para tu carrera. Habia que jugar con tan corta edad un partido así…
No te das cuenta. Y muchas veces sentí cierto miedo en algunas situaciones. Yo era muy chico y más allá de que no me acuerdo mucho el partido. Me acuerdo de dos o tres situaciones. Me acuerdo de una, que entre al área y es el día de hoy que no sé cómo, pero me pegaron por todos lados y en todo el cuerpo. (Risas)

¿Siempre fuiste delantero?
Siempre fui delantero. Lo único que me paso cuando fui a Ecuador, teníamos un técnico que era bastante especial, un yugoslavo, bastante polémico que jugaba con un solo delantero y decía que el delantero lo único que tenía que hacer era correr y sacrificarse para que los defensores no salgan limpio. Me hizo jugar de volante por izquierda y por derecha. Así fue todo el año en la altura. Fue una de las cosas más difíciles de mi carrera.

Ecuador con la humedad y el calor. ¿Es más lindo ir de vacaciones o jugar al fútbol?
Es más lindo para irse de vacaciones. Claramente. (Risas) Además me tocó la altura. Lugar complicado para jugar. Muy complicado jugar también por la altura. Por lo menos para mí característica.

Después de San Martín… ¿Dónde jugaste?
Fui a las inferiores de Newells. Tuve un año. Un año y medio.

¿Es complicada la vida de pensión?
Si, muy difícil. Hay dos caras. A mí me tocó vivir dos caras. Es difícil, casi imposible. Tenes que tener muchas ganas de quedarte en algunas pensiones como a mí me tocó vivir en la de Newells. Newells en ese momento era un desastre institucionalmente y no se podía soportar. Por ejemplo, éramos diez pibes en una sola habitación. Habitación común te hablo. Además era la misma comida todos los días. El desayuno igual. A veces faltaban alimentos. No era cómodo. De vivir en una pieza con mi hermano, pase a vivir en una pieza con diez chicos que no conocía. Es muy duro.

Bastante duraste por lo que me contas…
No, estuve cinco o seis meses y nos juntamos con un par de chicos y alquilamos un departamento. Ahí se hizo un poco más llevadero. Después tenes la otra cara de la pensión que si te toca River o Boca. Te repito, River o Baca nada más. Ahí si te dan ganas de quedarte.

¿Es complicado hacer una prueba?
Yo fui a una prueba zonal. Fue en Fortín Olavarría. Me acuerdo que fui después de una noche tremenda. (Risas) A esa edad, siempre que volves de noche, volves complicado. Mi viejo siempre se acuerda, porque fue quien consiguió para que me probaran y no me quería llevar. Porque cuando me vio volver de la noche, no quería saber nada en llevarme. (Risas) Me fue bien y a la semana me llevaron a Rosario. Fuimos uno o dos días y nos dijeron que teníamos que hacer la pretemporada. También me ha tocado estar del otro lado. Las pruebas para los chicos que van a probarse directamente es complicada. Porque el que va, compite contra vos y se hace un grupo cerrado. No dejan que ingresen muchos chicos. Te ponen todos los obstáculo como para que no. Los mismos que después son tus compañeros.

Me hablaste de River y de Boca. Vos estuviste en Boca…

Si, estuve en Boca. Nada que ver a lo que te conté en mi experiencia en Newells. Llegue hasta Reserva y compartí entrenamiento con Primera. La vida del jugador de inferiores de Boca en la pensión es muy diferente a cualquiera de otro Club.

Me hablaste que entrenaste con Primera. ¿Qué paso cuando viste alguna cara de los que veías en TV?
Fue el año que Boca ganó la última Libertadores. Estaban todos los jugadores que marcaron una época. Y si, cuando llegas te quedas un poco que los miras.

Vos sos muy fanático de Riquelme…

Con la única dos personas que vi futbolísticamente que te paralizan al verlas nada mas, son Riquelme y Maradona. Llegan al Club y se paraliza el Club por completo. No es para menos. Tuve la suerte de compartir algunas prácticas con Riquelme. Me acuerdo una vez, mis viejos me fueron a buscar porque era el día de la madre o del padre. Tenía las valijas hechas. Después de un partido de inferiores un sábado y cuando termino el partido, el técnico me dice que me tengo que quedar. Porque al otro día habían pedido a determinados jugadores para hacer una práctica con el equipo que iba a jugar en Brasil la segunda final. Me tuve que quedar. En ese momento, muy a pesar mío que me quería venir. Me quedé. Obviamente que no me arrepiento. Pero la práctica fue una vergüenza. Te imaginas, cualquiera que agarraba la pelota no lo podías ni mirar. Si le respirabas cerca se enojaban. (Risas) Porque nadie se quiere perder un partido de esos.

Pero qué experiencia…
Tremenda. Me acuerdo que un compañero quiere hacer un cambio de frente y le pega a uno de los grandes. Lo sacaron de la práctica. (Risas)

¿Cuándo jugaste en Reserva llegaste a jugar en “La Bombonera”?
Si, un partido contra Central. Jugar en “La Bombonera” es una locura. Lo que debe ser jugar un partido importante. Debe ser hermoso.

¿Qué pasa hoy al ver que estuviste tan cerca y no haber llegado?
En ese momento no te importa nada. No tomas dimensión. Hay cosas que no me arrepiento. Quizás en ese momento, si hubiera tenido a otra persona cerca mío del lado que te manejan en el fútbol. Si me hubieran aconsejado de manera diferente, quizás las cosas hubieran sido de otra manera. Pero no lo sabemos. Tampoco me arrepiento de un montón de cosas. Sé que puedo estar tranquilo con las decisiones que tomé.

¿La lesión de ligamentos es la mayor tristeza en tu carrera?
En ese momento se te vienen un monton de cosas. Se te cae el mundo. Pero no sé si una tristeza. Es una prueba. He tomado malas decisiones como por ejemplo haber tenido los contratos firmados para ir a jugar a Gimnasia de La Plata y por una persona que no respeto una palabra que me había dado, no me presente. Siempre me acuerdo. Había salido en las noticias de que iba a jugar en Gimnasia. Ni siquiera fui. Me llamaban y le deje de contestar el teléfono. Esa es una de las cosas que tendría que haber sido más razonable. Pero bueno, no me arrepiento tampoco. Porque el tipo me prometió una cosa y no me la respeto.

¿Es complicado el tiempo de recuperación en una lesión de mucho tiempo?
Es complicado el momento, cuando te dan la noticia, la espera hasta hacerte los estudios y los primeros partidos de tus compañeros. Porque en ese momento estábamos en etapa final del torneo y teníamos un equipazo que veníamos arrasando con la zona. Me toca a verlo desde afuera y mucha impotencia de no poder estar. Y es una prueba porque te tenes que superar todos los días. Las metas ya no son las mismas. Jugar para ganarte un lugar en el equipo, jugar y ser importante, cuando sos importante ser el mejor y cuando sos el mejor ir más arriba. Las metas pasaron de ver donde jugar el año siguiente a cuando empezar a trotar, andar en bicicleta o patear una pelota. En el fútbol tenes que estar preparado para lo máximo o para lo que uno no quiere que le pase. Como estas cosas. Pasas de ser el mejor a no ser nada. Puede pasar por una lesión, una mala decisión o lo que sea.


¿Cuál fue la cancha donde vos dijiste de acá no salimos?
Cuando jugué en Barracas o cuando jugué en Berazategui. Son complicadas las canchas del ascenso. A veces es mucho más grande la historia de lo que se ve adentro. Pero si lo ves de afuera es bravo. Mi viejo iba a la cancha y lo veía de una manera mucho más grande de lo que era. Porque el que está adentro es el pibe tuyo. O algunos amigos que siempre iban a la cancha, miraban y te decían que era una locura. Vos a veces adentro no te das cuenta.

¿Dónde la pasaste bien o disfrutaste mucho?
En lo personal disfrute muchísimo jugar en El Linqueño. Disfrute muchísimo el equipo que teníamos en Sportivo La Pareja. La tranquilidad con la que vivía. Un pueblo de doce mil habitantes jugando un nivel cercano al Nacional. Fue hermoso

Si te tengo que pedir tres goles tuyo. ¿Cuáles me elegís?
Qué se yo, es difícil. Como lindo he hecho un montón lindo. Me acuerdo un gol a Estudiantes jugando para Deportivo. Arranque casi desde el área nuestra, supere varios rivales, y definí mano a mano con el arquero. Ese fue muy lindo. Un gol a Defensores en una semifinal. Después de hacer el gol 100, en el arco que da al puente. Después no sé, me debo olvidar de muchos.

En el 2016, fue un gran año tuyo ¿Falto el campeonato para ser completo?
Si, fue lo único que falto. Después fue un año redondo. El grupo era una maravilla. El disfrute de los partidos y de los entrenamientos. Teníamos muy buenos jugadores. Fue una primera ronda malísima. No estábamos dentro de los cuatro del Clasificatorio. Desde la segunda ronda para adelante fue otra cosa. Era un equipo que iba a verlo cualquiera. No solo los hinchas de Deportivo. No tuvimos la suerte o el destino de ganar ese campeonato.

¿Cuantos goles tenes en tu carrera?
No sé. (Risas)

¿Que fue cuando te dieron el cuadro con la camiseta de los 100 goles?
Una de las cosas más linda. Una de las pocas cosas que guardo.

¿No sos de guardar las cosas?
No. Tengo varias camisetas guardadas en una bolsa. Se las que tengo. Pero nada más. Después sé que mi viejo tiene en la computadora los goles o cosas mías. El cuadro lo tengo colgado en mi casa. Si vos entras a mi casa, no parece una casa de un jugador de fútbol. No tengo nada de fútbol. Las pelota las tengo guardada para que los chicos no me las agarren. (Risas) Son otro recuerdo, que algún momento en algún lado las voy a poner. Las camisetas, guardo las mías y las de mis amigos.

¿Festejar un gol con un hijo como lo hacías en qué lugar lo ponemos?
Eso es lo máximo. No hay campeonatos y no hay goles que se compare a eso. No hay nada más lindo como festejar un gol con un hijo.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que han sido compañeros tuyos. ¿Cómo formaría el equipo de Juan Martin Tallarico?
Elijo a mis amigos. Simple. Que mejor que jugar a la pelota con los amigos.

Si tenes que elegir tres compañeros. Uno para hacer el asado, otro para la música y el otro para la bebida. ¿A quién elegís?
Yo los llevo a comer. Los amigos que me dio el fútbol son un montón. Me quedo con el “Negro” (Pacheco). El “profe” el amigo más grande que me ha dado el fútbol.

¿Hace el asado el “Negro”?
No, ni en pedo. (Risas) No sabe prender el fuego. Pero con el “Negro” tenemos una historia. No teníamos la mejor onda entre nosotros y por eso digo que es uno de los mejores amigo que me dio el futbol. Si no hubiera sido por el fútbol, nos miraríamos de reojo. (Risas) Gran amigo. Despumes Lorenzo, un chico que quiero muchísimo. A “Juancito” Carrica que nos conocemos desde chico. El “Chavo”(Collado) y al “Vasco” Landaburu. El “Vasco” es otro gran amigo. Y a otro que llevaría es a “Fede”. Federico es un nene de 11 años, un fenómeno y que gracias al fútbol pude conocerlo. La primera vez que lo conocí, desconocía su situación. Entre a la cancha e ingreso conmigo. Llegamos al vestuario y me cuentan su situación (disminución visual). Me acuerdo que él estaba feliz. Una sonrisa gigante tenía. Esas cosas son hermosas. Charlamos y le regalo la cinta de capitán. El “drama” fue que llevaba esa cinta a la escuela y la tenía puesta en el brazo, arriba del guardapolvo. (Risas). Estuvo como tres semana yendo así. Hasta que le dieron el ultimátum. Pobre “Fede”. (Risas) Pero es una de las mejores cosas que me paso. Ver la pasión que tiene Federico por el fútbol es tremendo. Como lo vive. Te enseña muchas cosas. Hemos compartido momentos fuera de la cancha con él. Además la familia que tiene es de primera.

Collado dijo en la nota que el delantero que más se enojaba sino se la daba era vos. ¿Es cierto o mintió?
(Risas) Es mentira eso. La leí a la nota. Es mentira lo que dijo. (Risas) Tanto no me enojaba. Además me la daba siempre. Antes cuando era más chico me enojaba. Ahora no me enojo tanto.

¿Tus hijos juegan al fútbol o todavía no?
No le dan mucha bola y yo tampoco lo jodo mucho. Si no te gusta, no te gusta y yo no los exijo. Yo cuando era chiquito era muy malo. No sé si me hinchaban o no, porque no me acuerdo. Pero seguramente que no, porque si no, no me gustaría tanto el fútbol como me gusta.

¿Qué es el fútbol en tu vida?
Una manera de vida. Siempre digo, como los chicos eligen ir a estudiar una vez y uno es abogado, otro médico o ingeniero, nosotros somos jugadores de fútbol.