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Lucas Andrich: “Más allá de ganar dinero por ir a jugar, uno viaja muchísimos kilómetros, deja tiempo de familia y no descansas de la semana de laburo”

 


Goleador quedejó su huella en la Liga Pehuajense de Fútbol y a pesar de que hoy se alejo de ella por razones familiares, no cierra la puerta de voler. Lanza la Bola charló con Lanza la Bola, donde nos contó como vivió el 2020, que espera para este año y las anecdotas que le dejó el paso por nuestras canchas.

¿Cómo arrancaste este nuevo año?

Tranquilo, en familia y disfrutando de las vacaciones. Preparando el año como siempre.

 

¿Cómo pasaste el 2020, atípico y sin fútbol?

Fue un año duro. Sobre todo por el encierro. Tengo mis hijos muy chiquitos y a lo último se hizo tedioso. Por suerte, lo aproveche para pasar más tiempo con ellos y mi señora que lo necesitábamos

 

¿Ya volviste a jugar o hacer algún "picadito"?

Si, la verdad es que al ser “Profe”  tenía material para entrenar así que estuve activo. Ni bien se abrió un poco, arranque a jugar con amigos lo que más podía. Ayer arranqué a jugar en la liga de Lobos, así que estamos en ritmo.

 

¿Cómo mantuviste la motivación de seguir cuando no se sabía cuándo arrancaba?

No hubo motivación, hubo obligación. (Risas)  A esta edad, si no te mantenes entrenando, y encima le sumas no jugar un año, se hace difícil competir. Los pibes ahora son avioncitos.

 

¿Cómo era saber que llegaba el sábado y no se viajaba?

Difícil. Porque nosotros lo hacemos con mucha pasión. Más allá de ganar dinero por ir a jugar, uno viaja muchísimos kilómetros, deja tiempo de familia y no descansa de la semana de laburo.

 

¿Cuál fue el compañero más cargoso y el más dormilón con él que te toco viajar?

Dormilón ninguno, porque cuando manejo, no dejo que duerma nadie. (Risas)  Les digo que si yo me duermo no llegamos. Cuando voy de copiloto, no duermo, ni dejo que duerman los de atrás. (Risas) Cargosos un montón, todos. Había uno que no paraba de hablar. Era una radio. (Risas)

 

¿Cuál es la mejor anécdota que te quedo jugando en nuestra liga?

Uhhh miles, fueron muchos años. La primera de todas, fue cuando viaje por primera vez a un amistoso. Fui en micro y salí a las 5 de la mañana. Llegué a la una y de ahí fuimos a jugar a Berutti. El “Patón” Carrica no me quería dejar jugar en soquetes, después entendí porque (Risas). Volví todo roto, viaje como mil kilómetros y encima jugué para atrás. (Risas) No sé porque me hicieron quedar, no tenían otro. (Risas) Y otra que siempre cuenta “Lucho” Gentilli, es que antes del primer partido oficial, pedí en "El Alero" pollo con tortilla “babe”. Había un dirigente de KDT que me dijo que me iba a caer pesado y en ese partido metí dos goles. Desde ese día, hasta mí último partido en , comí lo mismo. (Risas)

 

Desterraste por completo con esto que el jugador tiene que comer liviano antes del partido...

Si, (Risas) es más, el “Pelado” Fernández, ese día al dirigente le dijo en la mesa que si hacía dos goles, me tenía que pagar un lechón. Todavía lo espero, así que si lo lees, ya sabe. (Risas)

 

Y vas a tener que venir a jugar un partido a la cancha nueva...

Es la cuenta pendiente. Ojalá se pueda dar. Sería un placer enorme para mí por todo lo que representa KDT y la gente que lo rodea.


Ya con una familia compuesta y ver a los hijos crecer. ¿Cuesta más irse los fin de semana a jugar?

Sin dudas. Por eso en el 2019 elegí jugar la liga de Lobos y ahora lo vuelvo a hacer. Además también para que ellos puedan ir conmigo. No es lo mismo 150 kilómetros  que casi cuatrocientos. Son muy chiquitos todavía

 

¿Ves bien la vuelta con protocolo?

Si claro. Se está abriendo todo. Sin ir más lejos, los torneos amateur se están jugando. Me parece que con buena organización, se podría pensar en una vuelta

 

¿Cuál es tu deseo para este 2021?

Que todo vuelva a funcionar como antes, que la gente tenga laburo y buena salud y lo más importante, que aprendamos a disfrutar de las cosas simples.