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El pehuajense que juega en Islandia y trabaja de pintor: "Me contrataron para hacer las dos cosas"

 


Nacho Falcón: el argentino que hizo Inferiores en el Rojo y recaló en el Ascenso de Islandia, donde los clubes también les dan empleo a sus futbolistas.

Cuando uno habla del fútbol europeo, piensa en las grandes ligas, sus prestigiosos torneos internacionales y los históricos equipos repletos de cracks con mística copera. Pero eso sucede en los países centrales del universo de la pelota...

En Islandia, por caso, algunos equipos de Primera y todos los del Ascenso contratan a sus jugadores con un fichaje mixto: se entrenan, juegan y trabajan ocho horas al día en empresas y comercios de la isla, todo por el mismo sueldo.


Juan Ignacio Falcón, un argentino que hizo Inferiores en Arsenal e Independiente, puede dar cuenta de ello: juega en la Tercera división del fútbol islandés y así como hasta hace poco trabajó de pintor, ahora será aeroportuario. “Trabajo ocho horas y a la noche me entreno con el equipo. El club me da la casa y el almuerzo, así que casi todo lo que gano lo puedo ahorrar”, le cuenta el delantero de 24 años a Olé..

-¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol argentino?

-Yo soy oriundo de Pehuajó y cuando era más chico jugaba en clubes que quedaban relativamente cerca de mi pueblo. Mi carrera en categorías juveniles arranca en Arsenal, donde hice Novena y Octava. De ahí salté a Independiente, donde estuve desde Séptima hasta Quinta y compartí equipo con varios jugadores que hoy están en Primera, como Esequiel Barco, Sergio Barreto, Ayrton Costa o Chaco Martínez. Ya la Cuarta división la hice en Agropecuario y luego me fui a Italia.

-¿Y cómo terminaste en Islandia?

-Siempre estoy buscando algo para estar mejor. Y en ese sentido, hay que ir a tocar puertas... Por eso envié mis videos y un curriculum para que me tuvieran en cuenta.

-Así, ya recorriste varios países de Europa…

-Arranqué por Italia en el 2019 jugando en elPalestrina, luego pasé por República Checa (FC Victoria Zizkov), por un club de la Primera de Finlandia (OTP United) y ahora estoy en el ascenso islandés.

Cuando llegó a Islandia, Nacho fichó por el UMF Tindastóll, de la Tercera, y ahí se enteró de que todos los jugadores de la isla firmaban contrato con los clubes para jugar pero también para trabajar…

-¿Te sorprendió?

-Fue algo nuevo para mí, porque hasta ese momento yo solo jugaba al fútbol y tuve que armarme una nueva rutina y aprender otras cosas. Cuando recibí la propuesta para ir a jugar a Islandia me comentaron los términos y condiciones del contrato y, cuando estaba por firmar, me contaron que los jugadores acá también trabajaban…

-¿Y de qué trabajaste?

-Fui pintor en una pinturería. Compartí el trabajo con el arquero y con el central del equipo, lo que lo hacía más llevadera la jornada laboral.

-¿Cómo era tu rutina entre trabajo y fútbol?

-Mi día arrancaba temprano, a las ocho de la mañana, cuando empezábamos en el trabajo. Al mediodía hacíamos un parate para el almuerzo y luego seguíamos hasta las cuatro de la tarde. Eran 8 horas diarias y de ahí nos íbamos a entrenar, desde las 17 hasta las 18.30. Con eso terminaba mi rutina.

-¿Solamente te desempeñaste como pintor?

-Sí, por ahora solo en la pinturería. Y cuando me necesitaban, daba una mano en el club haciendo de árbitro en los partidos de los chicos de juveniles...

-¿Sabías algo de pintura?

-¡No sabía nada! Pero cuando llegué, los chicos me atendieron diez puntos y me explicaron la modalidad de trabajo hasta que me acostumbré.

Para esta temporada, el delantero cambió de equipo: ahora jugará para el RB Keflavik de la Cuarta División.

-O sea que si cambias de equipo, también cambiás de trabajo...

-Claro. Cada trabajo depende del club para el cual juegues. En este caso, el presidente del Keflavik tiene muchos contactos con gente del aeropuerto y sé que a sus jugadores los hace trabajar ahí. Todavóa no tengo bien en claro el puesto laboral en sí, pero seguro que ahora me toque trabajar ahí.

-¿Y todos los jugadores trabajan en esta liga semiamateur?

-Todos. En el Ascenso al menos, todos. Y en Primera División, la mayoría excepto algún extranjero de renombre. Esos sí no trabajan...

-¿Cómo es tu vida allá?

-La verdad que muy tranquila. Islandia tiene mucha naturaleza y es un país muy seguro. Quizá lo que no acompaña mucho es el clima, porque hace demasiado frío. Pero la calidad de vida es muy buena.

-¿El sueldo te alcanza?

-Sí, y lo intento ahorrar lo más que pueda, porque los clubes te brindan casa y comida.

-¿Y si tenés que compararlos, cuál es la diferencia entre el fútbol argentino y el de Islandia?

-El ritmo de juego, porque el de Argentina es mucho más rápido, y el clima. Acá en el entretiempo los jugadores se cubren con frazadas y toman café. Al principio fue muy loco verlo, pero me fui acostumbrando...

-La participación en el Mundial de Rusia fue un avance muy grande para el fútbol islandés.

-Totalmente. El Mundial cambió muchas cosas en el fútbol de la isla y lo profesionalizó en varios aspectos. El gran papel de la Selección ante la Argentina demostró que los futbolistas islandeses están preparados para jugarle de igual a igual a cualquier equipo.


Fuente: Olé