7 de abril. La fecha será histórica. Y la historia tiene un comienzo. Nace Calaveras. Nace el del Matadero. Comienza una ilusión de cientos de vecinos.
Corre 1933, es 7 de abril. La fecha será histórica. Y la
historia tiene un comienzo. Nace Calaveras. Nace el del Matadero. Comienza una
ilusión de cientos de vecinos.
Bailes populares, comidas de amigos, sueños en marcha. El
fútbol pone primera, y el equipo de la “V” en el pecho anota su nombre como el
primer campeón de nuestra liga.
Se mezclan goles contados por decenas, con las atajadas de
Berdejo. En 1945, en los albores de nuestro fútbol, Calaveras fue el primero en
alzar la copa por estas latitudes. Iba a llegar 1951, y otro abrazo más que
partía desde el alma, con la vieja cancha de Mitre y Altes como protagonista.
El arranque de Calaveras, en los primeros años de historia
del fútbol vernáculo había sido con todo. Pero después llegaron de las otras.
No todo fue como se lo habían imaginado, los que gritaron campeones por primera
vez.
González, Pascual, Santillán eran nombres que eran familia
en el pueblo albinegro. Entonces, sobre el final de la década del 60, la
institución volvía a subir a lo más alto. Hernández, Kilduff, un joven pero
fenómeno flaco Planes, eran testigos directos de los campeonatos de 1968 y
1969.
Con presencia. Con prestancia el club era protagonista,
hasta que llegó la época dorada. Fueron 18 años donde cosechó siete títulos,
tres sub campeonatos y una destacada presencia en el plano provincial.
De 1978 a 1995. Un período soñado para cualquier hincha, y
que tuvo ese sueño el color blanco y negro con una calavera dibujada en el
pecho.
Por esa época se hablaba de los hermanos Lamanna. Destinados
a hacer historia. José, Miguel y Daniel. Y claro, además el 10 más diez de
todos los diez. Nació como César, le dijeron “la turca”, es eterno como “El
Mago”.
1978, 80, 82, 85, 87 y 1990. Lo tuvieron como el dueño
absoluto de nuestro fútbol. Una década, la de los 80 signada por el buen juego.
Las corridas de Atun, el cierre de Romero, la picardía de Mariano González. La
aparición en el provincial de 1991 – 1992, con los goles del “zorro”
Carlos y el dream team de 1995.
De vuelta en los vaivenes, donde Calaveras no sabía que
existían. Se había acostumbrado, se codeaba y era un grande. Entre amagues y amagues, volvió a las
fuentes. Y miren si será grande Calaveras, que el compañero del “Lela”, es
ahora un artista famoso. Que fenómeno Bartolo Palacios. Junto al menor de los
Lamanna, como si la tradición continuará, hicieron que Calaveras fuera campeón
en el 2005. Con un pibe Moreti, con un corazón enorme como el del Yera
Martínez, con los goles de Sánchez.
Tuvo que pasar más de una década y entonces van Volpe,
Moreti, Coronel, Castro, Criado, Hidalgo, Troncoso, Ayende para que Calaveras
vuelva a gritar campeón del torneo local, y sea el primero en festejar la Copa
de Campeones y la final de Campeones.
A 90 años de ese inicio venturoso, Calaveras sigue
sosteniendo los encuentros en su sede social, la que supo cobijar al boxeo en
su gimnasio; la que reúne a los vecinos, y mantiene su idiosincrasia. Calaveras
festeja un año más de vida, y su gente brinda una vez más.