Lucas Landi: “Es especial correr en Tejedor y porque mi viejo está armando un auto. Lo hizo todo él y se puede dar la posibilidad de compartir pista. Sería algo fantástico”
Este fin de semana, las CRAS, corren la cuarta fecha del campeonato en Carlos Tejedor. Lanza la Bola Deportes, charló con uno de los pilotos que será local en esta jornada.
Lucas Landi dejó sus sensaciones del inicio de año, de la pasión que por los fierros y de la posibilidad de compartir pista con su padre.
¿Qué balances haces en este inicio de año?
Es un balance muy positivo, porque podemos estar
corriendo, porque un hobby y cuesta mucho hacerlo. En lo deportivo, veníamos muy
mal con roturas importantes del auto y no podíamos redondear un fin de semana.
Estas últimas dos pudimos terminar. Si bien
no es la final y no podemos competir contras los mejores hoy de la
divisional, nos falta un poquito. El balance es positivo es porque lo que te decía
en el inicio, disfrutar el fin de semana, completar las carreras y no renegar.
Los resultados se están dando, nos falta un poco para dar un salto y por este
camino no dudo que llegará.
Creo que muchas veces está en la clasificación. No me han
tocado clasificaciones claras y no he podido hacer una vuelta redonda. Siempre
por alguna situación, sea por error mio o alguna situación externa nunca pude
dar una de las tres vueltas como se debe ser. El auto está para estar más
adelante.
Hay muchos que quisieran estar en el lugar que estamos
nosotros y uno que tiene la posibilidad
debe aprovecharlo. Es lindo los buenos resultados y siempre buscamos un poco
más. Pero lo que nos llevamos es correr, pasar el tiempo con la gente que uno quiere
y su apoyo. Esto es lo que nos llevaremos, los resultados motivan, pero es solo
un resultado. En la segunda carrera en Urdampilleta, la final B, que pude
largarla, ahí no me importaba si era la B. Nunca había estado en esa posición y
ganar fue una emoción terrible. Se vivió un momento hermoso con la familia y el grupo que me acompaño. Lo
disfruté como si fuera la final A. Pase por tantas malas, que ahora disfruto
todo y bajar del auto sonriendo. Aunque por dentro me esté muriendo de
bronca. (Risas)
Yo no he trabajado nada en el auto. No hago mucho.
(Risas). El que hace todo en el auto es Kinoto. Me hace desde el motor, chasis
y alineación. Con la cantidad de trabajo que tiene, se ocupa y
le da una dedicación envidiable.
Es muy especial correr de local. En mi caso es la que
vivo con más ansiedad esperando que llegue ese fin de semana. Corres con muchos
amigos que se acercan, con la gente del pueblo y es una pista que viene mucha
gente afuera. Si toca un día lindo será un marco espectacular. En casa se vive distinto,
es la carrera que la que se busca siempre estar bien adelante. Es especial correr
en Tejedor y porque mi viejo está armando un auto. Lo hizo todo él y se puede
dar la posibilidad de compartir pista. Sería algo fantástico. Veo todo el esfuerzo
que hace, el entusiasmo y las ganas que le pone. Sería importantísimo y me llenaría
de orgullo. Tiene 70 años, esta con unas
ganas de terminar el auto y subirse al mismo que verlo te saca la amargura de
cosas diarias. Te hace ver la importancia de estar bien uno y sentirse vital.
Si, de toda la vida. Cuando era chico mi viejo corría, no
tengo muchos recuerdos, porque tenía cuatro o cinco años. Me acuerdo de
acompañarlo bastante. Siempre trabajando mucho en el auto y renegando con mi
vieja. (Risas) En lo personal, arranque a correr por una idea de él, de comprar
un auto. Arranque con Dodge corriendo y luego pase a un Fiat 128. Cuando pase
al 128, él corrió con la Dodge. Nunca se vio abajo del auto, aunque disfrute
verme a mí haciéndolo, creo que el quisiera volver a subirse y ojala pase
nuevamente el fin de semana.
Es un deporte que se le roba mucho tiempo a la
familia. En otra época estaba todo el
tiempo con el auto de carrera. Salía de trabajar y me metía en el taller hasta
cualquier hora. Los fin de semana que no había carrera, estaba también en el
taller haciéndole algo al auto y después el que corres. Ahora con el trabajo
que hace Kinoto, que lo atiende y le hace todo al auto. Me liberó mucho. Ahora
puedo hacer planes con mi novia, con mi familia o mis amigos. Hoy estoy mucho
más tranquilo.
No hice grandes locuras para correr. Cuando contamos anécdotas,
siempre sale lo de la última carrera del año pasado en Pehuajó. Se nos rompió
el motor el jueves en el banco y llegué con el motor a la rectificadora el
viernes a las tres de la mañana. Se lo dejé a Kinoto y me fui a dormir. A las
nueve de la mañana me desperté, lo estaba poniendo y al rato lo estaba
banqueando. Al mediodía salimos para Pehuajó y pudimos probar. Ese día fue una
hazaña, pudimos correr y tener el auto andando. Fue muy loco. En un momento le
dije, no vamos a correr y él me dice no. Le puso el empeño y fuimos. Kinoto es un
fenómeno.
Me la complicaste con quien compra el asado. (Risas) Lo
vamos a hacer con los chicos del equipo. La carne que la compré Omar Olgado, el
“Colo” va a por la bebida y Andrés pone la música. Capaz que algunos cumbiones
tira. (Risas)
Que lo haga el preparador que también es piloto. Que lo
haga Kinoto (Risas). Y sin asado no puede faltar el postre. Ahí lo mandamos a
Eduardo Gougy. (Risas)
No sé, no hemos tenido la posibilidad de comer hecho por
él. (RIsas). Hay un asado pendiente del equipo. Era la semana pasada por los
buenos resultados en Pehuajó, pero se sigue postergando. (Risas). Pero tiene
pinta de asador, capaz que se la rebusca en la parrilla. (Risas)
A la familia que me banca siempre en todo esto. A las
publicidades, a mis amigos, a la gente que va a las peñas. A Kinoto por el gran trabajo que hace en el
auto y a todos los chicos del equipo. Invitarlos a todos este fin de semana,
que vengan a Tejedor, que el espectáculo está asegurado.
Foto: Jonatan Teves