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Maderense cumple 98 años de vida donde la pasión en todo un pueblo se tiñe de albiverde

 



El Club Atlético Maderense cumple 98 años de vida; La institución albiverde de la localidad de Francisco Madero nació el 16 de mayo de 1925, de la mano de Ricardo Blanchet, ese ferroviario, que fue el primer presidente y quien impulsó la creación del club que “se denominará en lo sucesivo Club Atlético Maderense” como reza el acta de fundación.

Para sus nueve décadas de vida, Maderense tuvo su libro; en el marco de una grata fiesta que reunió a viejas glorias con las nuevas apariciones. Quien gestó la idea de dejar plasmado en papel la actividad del club, fue el recordado José María Unzué, quien falleció hace cuatro años. 

Fue Pocho, o Pochito, quien en el prólogo del libro describió a Maderense, desde sus inicios para expresar: “La rivalidad deportiva con Juventud Unida Maderense, cuadro local que existía en los años 1930 de ideas políticas conservadoras. Mientras que Maderense en estos comienzos profesaba ideas radicales”.

“Los primeros bailes, kermeses para obtener recursos primero se hacían en la Sociedad Española o la Italiana, posteriormente en su sede social, las que tuvieron gran repercusión”.”

“La crisis que sufre la institución en el 1936 a punto de desaparecer, que fue superada.

Cuando algunos jugadores se “plantaron” ante la comisión por no estar de acuerdo con sus directivas. No queriendo jugar y algunos pasar a Juventud, más tarde volvieron a MADERENSE.

La poderosa lucha por buscar una sede social, porque se deambuló, hasta que a partir de 1938 se alquila la casa de José Marful donde funcionó la secretaria y la biblioteca Domingo Sarmiento que fue cedida por la escuela 4. En el año1943 se arrenda la casa de la familia Díaz, para adquirirla en el año 1945 con el aporte de socios, vecinos y créditos en un total de pesos moneda nacional de 4500. La aparición del buffet para darle algo nuevo a los socios y al pueblo en general.

En 1955 la sede social se reforma en forma parcial, como festejo de los 30 años

Por ahí aparece la cancha de paleta en 1947 donde mucho pelotaris demostraron su aptitud para jugar.

Hechos, ideas: aquellas carreras de bicicletas que se realizaban en el campo de juego a partir de 1949, donde aparecieron ciclistas como el negro Belén de Bolívar o los duelos de Giordano y Mendiville. Venían a practicar el deporte de una importante región del país.

La lucha por tener un campo de juego propio, porque en los planos de geodesia figura como plaza pública de Madero, el actual Juan Halzague nombre que se instituyó en 1980 en homenaje a este gran dirigente que estuvo en diferentes comisiones desde 1931 hasta 1975. 

En 1972 se impulsa la creación del Gimnasio, donde el profesor Roberto Vicente enseño disciplinas como el básquet, voley, handbol, etc, congregando a muchos jóvenes, movida linda de volver a repetir. En estos tiempos principio del 1970 aparece el boliche bailable para que la juventud tenga su lugar de esparcimiento

En los comienzos del 1990 cuando el furor del padel se extendía por todo el país se construye la cancha que en la actualidad sigue vigente

Sin olvidar del futbol, motor de la institución, los nombres de varios deportistas podrán verse reflejado en las diferentes campañas. Los medios de transportes con los que viajaban a jugar: desde aquellos camiones de Urricelqui o de Mattioli a la famosa galera de Pancho Ortega, o al más reciente colectivo de Perete, Antonio Perez.

Tengo una imagen difusa, por la edad del campeonato de 1970, esa caravana recorriendolas calles con la gente saliendo de sus casas que nos aplaudía, poco comprendía solo veía emoción. Íbamos en el auto de papá, en la ventanilla estaba colgada la 10, camiseta de Ovidio Zabala.

Alguna locura de mi amor a la camiseta: mi hermana Ana me había designado padrino de su hija Florencia, ese día Maderense jugaba en Pehuajó como era mi costumbre me fui a la cancha a ver el juego dejando de lado el bautismo, la bronca que se agarró mi hermana le duró años.

Otro año 1982, Maderense juega el regional en cancha de Deportivo en Pehuajó, obviamente fui a la cancha. En Madero tenía la misa de egresado, llegué tarde, los nervios de mi mamá, eso sí, pude comulgar, el padre fue gamba y demoró la situación”.

La posibilidad de que Maderense tenga buena parte de su historia plasmada en un libro, nació en la idea de José Unzué, pero se trasladó a toda una comunidad. En la actualidad el club sigue siendo protagonista absoluto, y su centenario cada vez más cerca.