Progreso festeja sus 78 años de vida con su historia las diversas actividades sociales, culturales y deportivas, pintadas en “rojo y blanco” vertical
Progreso de Juan José Paso
festeja sus 78 años de vida, junto a la comunidad del partido de Pehuajó y con
aquellos que desde distintos puntos se reúnen en el recuerdo de la institución
albirroja.
Sus inicios a mediados de la
década del 40, y transitar con su historia las diversas actividades sociales,
culturales y deportivas, pintadas en “rojo y blanco” vertical.
En ese andar, el fútbol
constituye uno de los puntos ineludibles de las vivencias del pueblo, y de uno
de sus clubes en particular. Al compas de los clásicos con Instituto de Paso,
Progreso fue uno de los protagonistas del primer torneo de la liga, justo en el
año de su fundación.
Así comenzó su recorrido,
sumándose también torneos de la zona rural; en 1970 protagonizó una de las
finales más recordadas de la LPF, cuando en partido desempate, y luego de que
se patearan 28 penales, perdió el encuentro definitivo con su clásico rival,
Maderense.
Pero al año siguiente, llegaría
el turno de la revancha y el primer título. En el último partido del torneo (Petit Torneo) el
albirrojo derrotó a Estudiantes Unidos por 3 a 2 y se coronó campeón. Se había impuesto en la primera ronda y la segunda había correspondido a Estudiantes. Ambos equipos más KDT y Calaveras (por suma de unidades entre las dos rondas disputaron el reducido). El certamen terminó de disputarse en los primeros días de 1972.
En 1979, sería turno de gritar
nuevamente; El equipo pasense logró quedarse con el torneo liguista luego de
ganar 3 a 2 con goles de Sansano, Roberto “Yaqui” Roldán y Oscar Córdoba a
Estudiantes Unidos. Su goleador y el del torneo fue Ricardo Le Moglie. En la victoria de la primera rueda del
petit, ante Estudiantes, el arquero de Progreso (Ricardo) atajó dos penales a
Di Salvo.
Pasarían casi dos décadas para
que Progreso vuelva a gritar campeón. En el medio la presencia de Pinino Más (1984) y enviar a su clásico rival a la "B" y sufrir el descenso a la B (1986). Fue en 1998, con un equipo dirigido por Rubén Aguirre, y
que contaba con la presencia de Oscar Astudillo el que alcanzó la tercera
estrella para el club. Con la victoria, en su casa por 3 a 2, ante
Independiente Mones Cazón, se quedó con un torneo apasionante, que se definió
en el último instante, ya que en Mones Cazón, Atlético derrotaba a San Martín.
Luego sería el turno de vaivenes,
un pueblo cercado por el agua y el fútbol relegado, hasta que en el 2007,
volvió a conformar un gran equipo, conducido dentro de la cancha por Mariano
Manzanel, y desde el banco por Adrián Lamón. Equipo que se quedó con el
subcampeonato.
Una vez más, algunas ausencias en
el torneo liguista, para que en los últimos dos años, sea finalista de la Copa
de Campeones, y afronte este 2023, con todas las expectativas.
(Crónica actualizada y corregida)