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Minuto 91

Se diputó la novena fecha de la etapa clasificatoria del torneo "Centenario de Mones Cazón" y la misma arrojó un empate en tres tantos por bando en el clásico de clásicos: Deportivo Argentino y Estudiantes Unidos. La jornada tuvo la particularidad de que se enfrentaban los equipos pehuajense entre sí y todos empataron, porque además del clásico, Defensores vs. Calaveras y KDT vs. San Martín también igualaron en sus choques. Además, Boca, el otro equipo local en la contienda, también igualó sin abrir el marcador en su cancha.


En consecuencia, los que se vieron beneficiados fueron los equipos de la región que ganaron sus partidos, más allá que nada cambió en la punta de cada zona. Deportivo sigue liderando la A y Defensores la B. Pero las victorias de Maderense sobre Bull Dog, Juventud Unida sobre Atlético en Mones Cazón y la goleada de Atlético Urdampilleta frente a Independiente en Bolívar hicieron que los escoltas del azul hayan quedado apretados. Ahora hay siete equipos con sólo tres puntos de diferencia. Unión de Curarú e Independiente de Mones Cazón también ganaron en la Zona B y el albo ahora es escolta juento al albinegro, mientras que el rojo, de a poco, se prende en la lucha.


En el "José Esteban Garré" se vivió un partidazo. Deportivo y Estudiantes empataron en tres goles por bando y la muy buena cantidad de público que presenció las alternativas del clásico se fue conforme por lo brindado por ambos equipos. La gente de Deportivo le puso el color a la tarde fría. Cuando el equipo salió al campo de juego, una gran cantidad de papelitos y humo de color fueron los que invadieron las plateas del Garré de color azul, para darle brillo al pleito.


Deportivo padeció muchos errores en el fondo y la visita los supo aprovechar. Cadorín apareció como el único punta albinegro y fue una verdadera pesadilla para el fondo azul. Estudiantes, en la primera parte, fue efectivo y contundente y marcó tres goles ante el desconcierto de toda la gente de Deportivo. Los de Mendizábal, a pesar de jugar bien, se fueron al descanso con la diferencia de un gol solamente, merced a los gritos de Huguenín (de lo mejor de Deportivo) y Longhini. En esta primera etapa, muchos de los jugadores fueron resistidos por la parcialidad local, sobre todo en el fondo, donde por ese sector pasaron las fallas más importantes.


El complemento encontró a un Estudiantes demasiado retrazado en su campo y cediéndole campo y pelota a Deportivo, lo que hizo que el local inclinara la cancha hacia el arco de Bitz. Deportivo llegó al empate por intermedio de Klemenco, de cabeza, un recurso que complicó mucho a los albinegros ya que todas la pelotas aéreas y cruzadas le dolieron a los estudiantiles. En esta parte final se fueron expulsados Matías Collado, por Deportivo, y Federico Tom, por el lado de Estudiantes. Es decir que el partido tuvo condimentos a pedir de todos. Lo pudo haber ganado Estudiantes cuando Cadorín no pudo definir bien, en un mano a mano (restaban diez minutos para el final). Después, pareció caerles bien el empate a los dos cerca del final del pleito, porque fueron pocas las llegadas con riesgos a los arcos.


La figura de la cancha fue David Cadorín. El delantero se mostró intratable y fue clave tanto a la hora de la definición como para asistir. También cuando tuvo que dar una mano en la recuperación de la pelota. Hay que destacar el buen trabajo de Felipe González en el medio, más algunos pasajes de Negri y García. Por el lado visitante, en Deportivo sólo podemos mencionar la entrega de Arive en el medio, más el buen trabajo de Huguenín en el fondo.

El arbitraje de Claudio Cejas tuvo varios desaciertos. En muchs pasajes del partido no midió con la misma vara varias jugadas que fueron de la misma trascendencia. Tampoco podemos dejar de mencionar las ausencias de Cardone, Emiliano de Felice, entre los más importantes; más los debuts en un clásico desde el primer minuto de Lucas González, Felipe González y Román García. Sumada a todo esto, la vuelta de Macchiodi en Deportivo.


KDT y San Martín no ofrecieron un buen espectáculo en el "bajo" de los primeros, donde predominó el frío y el gris de la tarde dominguera.

El empate en un tanto por bando estuvo acorde a lo que ofrecieron ambos equipos, dado que la lucha se centró en un mediocampo demasiado poblado y no hubo demasiadas jugadas de riesgo en los arcos durante los noventa minutos.


En ese marco, KDT fue algo superior a San Martín en la primera media hora de juego, desbordando al equipo del parque por el sector derecho del ataque. Allí, Hidalgo hacía la diferencia y asistía con peligrosos centros a Iriarte y compañía. Por el lado de la visita, se observó poco fútbol y el equipo de Osvaldo Cabrera también se repetía en pelotazos, más allá del pedido a sus jugadores para que toquen y jueguen por abajo. De todas maneras, los rojiverdes fueron de menor a mayor y no sólo nivelaron el juego sino que hasta pudieron quedarse con la victoria a través de un remate de Ferracci al arco, que devolvió el travesaño.


El primer gol llegó a raíz de un córner que Torres no pudo contener, por lo que Juan Martínez no tuvo más que empujarla a la red tras la fallida salida del arquero. Luego hubo sólo intentos desde afuera, hasta que uno de ellos, un potente remate de afuera del área de Osvaldo Ferreira, obligó a Calandria a volar y mandar la pelota al córner. Tras su ejecución, llegó la mano de Facundo Ortiz y el penal que Matías Tolosa transformó en gol, anotando un empate hasta ahí inmerecido para el equipo del parque; el que terminó juestificando por su levantada en el complemento. Imposible marcar un figura, pero nos quedamos con el traabajo de Juan Carrica en el local y de Osvaldo Ferreira en la visita.

Con poco volumen de juego y con un muy buen estado físico, Independiente de Mones Cazón se llevó la victoria ante Fútbol Club, sin haber sido superior.

El ganador tuvo dos ocasiones para marcar en la primera parte, y en una de ellas, Cristian Navarro aprovechó muy bien el adelantamiento del juvenil Canollán, para facturar.


En cambio, Fútbol Club tuvo cuatro oportunidades claras de gol, dos de ellas tapadas muy bien por Luciano Lede y las dos restantes, sendos cabezazos de Federico Santos y Sebastián Mancisidor, que dieron la sensación de gol.

En el complemento, otra lucida maniobra de Navarro determinó el segundo gol de los rojos y paralelamente le creó más urgencia para descontar al local, que tuvo cierto dominio territorial pero le costó mucho superar la marca que impuso Independiente y crear opciones de gol, que llegó casi con el final, mediante una guapeza de Franco Ochoa que subió a cabecear y esta vez el balón no pudo ser controlado por el arquero rojo.


Por lo realizado en la primera etapa, Fútbol Club no mereció retirarse perdidoso del cuadrilátero de juego.

No sabemos si por algún exceso de confianza o falta de personalidad para dirigir, el árbitro de este partido tuvo demasiados errores. Equivocándose en varios fallos y cometiendo otros que eran claros. Los hinchas de los dos equipos ejercieron sobre él demasiada influencia. Será hora de repaso para este juez.


Al término de la primera parte, Defensores ganaba por uno a cero, pero sin dudas el marcador no reflejaba lo acontecido en el campo de juego. Calaveras había sido más en esa etapa y había dejado a Ugalde como una de las figuras. El golero azulgrana tapó dos pelotas importantes.


En la segunda parte, Defensores no pudo definir con dos chances claras y después llegó el empate de Calaveras tras un claro penal. Precisamente, a la hora de hablar de figuras, se debe destacar la línea media del equipo de Matadero, donde sobresalieron las figuras de Gerardo Martínez y "Maxi" Coronel, sumado a Peredo, que dio mucha pelea en ese sector. Después, el hecho destacado fue el poco tiempo en el terreno de juego de Héctor Bernard, que se fue expulsado por una fuerte infracción a los pocos minutos de entrar.

El empate le sirvió más a Defensores que a Calaveras. En el balance final y hablando estrictamente de lo futbolístico se podría decir que el equipo de Peredo fue levemente superior a Defensores. Por eso, y más allá del disconformismo en el final de los azulgranas por la actuación, el empate fue justo. Los méritos de un equipo, si no se reflejan en la red, quedan opacados. Ése fue el caso de Calaveras.

Boca y Empleados se acordaron de jugar en los últimos minutos de cada etapa. Boca fue un equipo desordenado. Empleados todo lo contrario. El dominio boquense en el terreno llegaba hasta la línea de defensa de los gallegos, que resistieron a pie firme. El partido se abrió después de los 30' de las dos etapas. Allí llegaron ambos equipos a las vallas contrarias y allí fallaron en la definición.


Si bien Boca tuvo la pelota, Empleados, con mucho menos, le generó casi las mismas situaciones. Lo mejor estuvo en el fondo de cada equipo. Por un lado, Scalise y Calzacorta cumplieron con creces, junto a Amoroso, que cuando estuvo en la zaga hizo un buen papel que se desdibujó cuando le tocó jugar un poco más adelantado, casi como un volante central. Después, en los xeneizes, hubo una buena labor de Mario y Antonio Lamanna, sin dudas dos referentes de ese equipo.


Los xeneizes siguen sumando y prendidos en la lucha. Es un equipo fuerte, con mucha garra (a veces excesiva) y muy protestón con los fallos arbitrales. El tema es que tiene dentro del terreno de juego jugadores con mucha personalidad, y a veces da la sensación de que a Laporta le cuesta encaminarlos dentro del terreno de juego. Si logra mejorar estas actitudes, encontrará un buen equilibro, no sólo futbolístico sino emocional, que le permitirá llegar más lejos. Por ahora, los objetivos están cumplidos pero, a medida que avance el torneo, estos factores serán determinantes para este equipo.


Por último, nos dejó muy buen impresión la labor de Jonatan Díaz, un espigado delantero que ayer, cuando entró, le cambió la cara al ataque de Boca. En pocos minutos tuvo dos claras para definir, pero se encontró con una buena respuestas del golero Vicente.

Fuente: Diario Noticias