LPF: Lo importante es que no entre

No podemos afirmar rotundamente que fue el mejor arquero de la fecha, pero sí que se destacó. Defendió la valla de un equipo de Bancarios que no contaba con todos sus titulares y el técnico había tenido que echar mano a varios pibes de la quinta división para completar la plantilla.

Iban de punto, como visitantes ante Estudiantes Unidos. Sabía que gran parte de la responsabilidad, aunque colectiva, descansaba sobre sus espaldas.

Y cumplió. Bien de arriba, atento en la salida y con voz de mando.
En el gol albinegro no tuvo oportunidad, pero después mostró unos reflejos que quedaron de manifiesto cuando, en la jugada más dramática y curiosa del partido, su valla estuvo a punto de caer por segunda vez. Hubo varios rebotes y un desvío lo descolocó. Un zaguero logró despejar a medias sobre la línea pero sirvió para que los atacantes afinaran puntería. Parecía gol.

La pelota hacia su palo izquierdo con Fornés casi en el otro palo y sin tiempo para darse vuelta. Pero sacó un recurso de la manga y se tiró en patada voladora, desviando el balón y salvando el arco. No fue una maniobra ortodoxa ni de manual, pero fue efectiva. Está claro que lo primero que debe pretender un arquero es que la pelota no entre en su arco. Lo del estilo viene después.

Sobre el final, el travesaño, su aliado, terminó salvándolo y valorizando aquella maniobra casi épica.

Lo cierto es que Bancarios rescató un punto importante y Fornés tuvo mucho que ver. ¡Felicitaciones!