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La Argentina necesita liberar los goles secuestrados



Por Juan Pablo Varsky. El contraste es demoledor: 146 a 4. La cuenta, tramposa, compara los goles del pĆ³quer de delanteros argentinos en sus respectivos equipos europeos de la temporada 2014-15 con la magra producciĆ³n ofensiva en esta Copa AmĆ©rica. Carlos Tevez marcĆ³ 28 en 48 partidos con Juventus. Gonzalo HiguaĆ­n, 27 en 57 juegos con Napoli. Sergio AgĆ¼ero, 32 en 42 con Manchester City. Lionel Messi superĆ³ el gol por partido de promedio en Barcelona, 59 en 58. Son 146 goles en 205 encuentros sumados.

El bloque ofensivo del seleccionado acumula bastante mĆ”s acciĆ³n que el defensivo, con un promedio menor a 35 partidos por cabeza. Javier Pastore participĆ³ de 51 juegos con Paris Saint Germain. SĆ³lo Angel Di MarĆ­a registra menos presencias, solamente 32 con un Manchester United, que no jugĆ³ competiciĆ³n europea. La comparaciĆ³n mĆ”s pertinente es la proporciĆ³n entre situaciones creadas y goles marcados dentro del mismo torneo.

La Argentina ha rematado 41 veces al arco en esta Copa AmĆ©rica. Del total, 18 fueron dentro de los tres caƱos (44 %). Uno de sus goles fue de penal. Ha generado 24 oportunidades de gol. El promedio da un festejo cada seis chances. Ha fallado en el remate y en el Ćŗltimo pase. Los arqueros rivales han hecho su tarea y tambiĆ©n se ha escuchado el clank, ese sonido metĆ”lico cuando pega en el palo.

Contra Jamaica, tuvo 82 % de posesiĆ³n en el primer tiempo. Con ese porcentaje, vital y mĆ³vil, rematĆ³ once veces dentro del Ć”rea rival. SĆ³lo anotĆ³ HiguaĆ­n, cuando aĆŗn era de dĆ­a. Malas decisiones en contraataques con supremacĆ­a numĆ©rica no entran en la estadĆ­stica pero figuran en nuestro recuerdo. No ha aprovechado una importante cantidad de tiros de esquina. Ha elegido casi siempre el lanzamiento directo de los cĆ³rners, sin esos pases para atrĆ”s que invitan a la salida de la defensa contraria y promueven la creaciĆ³n de espacios. Los ha sacado muy cortos, provocando el rechazo del primer defensor rival y el riesgo de sufrir una contra en la continuidad de la jugada.

El equipo presiona, se mueve, toca con paciencia, crea oportunidades y falla. DespuĆ©s se queda sin energĆ­a, no descansa ni con la pelota ni con el resultado y termina sufriendo contra cualquiera. La pĆ©rdida del balĆ³n ha coincidido en los tres partidos con la salida de Pastore, sustituido por Tevez, Banega y Pereyra segĆŗn el match. Messi ha pateado 17 veces al arco en tres partidos, mĆ”s que ningĆŗn otro futbolista en el torneo. Apenas seis fueron al arco. El resto, entre desviados y bloqueados. Nadie podrĆ” reprocharle falta de participaciĆ³n, salvo en los Ćŗltimos diez minutos del sĆ”bado. Se tirĆ³ a la derecha y desapareciĆ³ del juego. Ante Jamaica fueron 121 toques de balĆ³n con 23 pĆ©rdidas, una cantidad inusual para Leo. Fue el futbolista mĆ”s buscado por Zabaleta, Biglia, Pastore, Di MarĆ­a, HiguaĆ­n y Tevez. Al final quemĆ³ bocho y dejĆ³ de ser opciĆ³n. ¿CuĆ”nto influye su tremenda temporada europea, con asistencia perfecta? Bastante, para mĆ­. JugĆ³ siempre y no saliĆ³ nunca. En algĆŗn momento el cuerpo y la mente dicen basta.

Ahora viene lo mejor para el seleccionado. ¿Cuartos de final? ¿Colombia? No, el descanso. SerĆ”n seis dĆ­as. Viene de jugar tres partidos en ocho. HarĆ” muy bien a la cabeza de todos esta secuencia de reposo, recuperaciĆ³n y entrenamientos livianos. El equipo la necesita tanto como la contundencia perdida en este aƱo y medio. La Ćŗltima victoria por mĆ”s de un gol de diferencia en competencias oficiales es un 3-1 de local ante PerĆŗ en octubre de 2013 por las eliminatorias para Brasil, dos de Lavezzi y uno de Palacio. En el Mundial sĆ³lo hubo victorias por la mĆ­nima. Los que mĆ”s aciertan, mĆ”s han fallado.

Hay que hacer los goles como respuesta a todo. Liberarlos del secuestro de los europeos. Achicar la grieta del 146 a 4. De eso se trata en los partidos de verdad

Fuente. Cancha Llena