#Futbol

Platos gourmet en épocas de comida chatarra



Cañete tira una rabona, y la platea de Deportivo rompe en aplausos. Naser da inicio a una de sus gambetas en velocidad, y la gente se empieza a poner de pie en las gradas. Diego Cañete, Ezequiel Naser; El gordo y el flaco; El fútbol, el potrero en estado puro. Más allá de los colores, por lo que uno simpatiza, (como todos), con el tiempo me he hecho hincha de los jugadores. Yo digo de los buenos jugadores. Será porque de chico, además de ver y crecer con el fútbol de Guillermo Martínez, Tatín Zema o Dalla Líbera, mis viejos me hablaban e íbamos a ver a Calaveras por un tal César Lamanna, y en Defensores elogiaba al “fiti Tolosa”. Además me nombraba al “ciego” De Antón, al “huevo” Ibarra, “el negro” Alanis” o José Lamanna, entre otros, y en distintos períodos del fútbol local. Lo dicho, más allá del color de casaca, el valor por el juego mismo.

Valoró, analizó y rescato cada pieza de un equipo, porque para que funcione como tal, deben estar todas, y encajar lo más prolijo posible. Sé que todas son necesarias, pero les pido que me dejen elegir esta vez por dos valores.

Ver jugar a Cañete y Naser, son de los que se justifica ir a la cancha. En cada arranque del sábado por la noche del “flaco”, la parcialidad de Defensores se comenzaba a parar en las gradas. De noche, y en cada “slalon”, la imagen del público hacia recordar los viejos regionales. Una de esas gambetas en velocidad, terminó en golazo, con apilada incluida, y remate cruzado. El “gordo” le puso fantasía a la tarde del clásico domingo. Jueguitos en un punta, rabona en el otro sector, y un par de “bajadas” de bochas, para que el público en la tribuna, primero se mire, y después despierte con una sonrisa cómplice de “no puede ser”. De inmediato el aplauso.

En épocas de jugadores que corren más de lo permitido, que recuperan mil pelotas, pero que le dan 999 al rival. En épocas donde se aplaude al que “va a todas” y con huevo, yo les pido que me dejen con Naser y Cañete. Seguramente, tal vez, en otros momentos, habrá habido mejores. Puede ser, seguramente, pero yo disfruto del presente, y de dos que llegaron este año a la liga, y que “nos son nuevos”. En época de tantos “muchachos” que no arrugan, yo sigo eligiendo a “estos”. Al gordo, y al flaco. A los que eligen jugar. A los que tienen el potrero escrito en la frente. Yo, en el pan y queso, elijo a Naser y Cañete, y les dejo el resto a ustedes. Como diría Eduardo Sacheri, en épocas de tanta hamburguesa mal cosida, comida gourmet. Y que viva el fútbol en estado puro.