#Futbol

Nicolás Frediani: "Cuando me quebré, los ayudantes de campo se asustaron y no me querían tocar. Me terminó asistiendo mi compañero que era veterinario"



Decimosexta función de la nueva sección que brindamos en nuestra web con un protagonista que compone la Liga Pehuajense de Fútbol. Distendida, conociendo al jugador desde otro lado. Es el turno de un pibe del Club, es el momento de Nicolás Frediani.

¿Dónde arrancaste a jugar al fútbol y porque?
Inicié a jugar en la escuela de fútbol infantil de Progreso de Juan José Paso, en mi pueblo. Desde muy chiquito ya tenía la camiseta de Progreso puesta, camiseta que aún guardo para cuando sea padre. (Risas) Me llevó a empezar, ya que iba junto a los amigos del jardín.

¿Hiciste todas las inferiores en Progreso?
No, jugué dos años. Fue en novena división, donde fuimos campeones y luego un año de octava. Después emigre a Estudiantes Unidos de Pehuajó, porque Progreso no entró más. Ahí completé todas las inferiores y debuté en primera.

¿A que edad debutaste en Primera?
A los 15 años. Fue de la mano de Gustavo Iglesias.

¿Te enteraste ese mismo domingo o en la semana?
La situación fue el viernes, sabiendo que el sábado jugaba en inferiores, creí que completaba el banco de suplentes. El domingo a la mañana me enteré que iba de titular.

¿Pudiste almorzar? (Risas)
Se desayunaba en la sede en ese momento y la verdad que el café con leche hizo efecto laxate. (Risas)

¿Qué anécdota te quedó de ese día?
La anécdota más linda fue que jugué de titular, un clásico contra Deportivo Argentino y logré marcar el primer gol en primera. Ganamos 2 a 1, tranquilo el debut. (Risas) Y como no soy goleador, ese me lo acuerdo. (Risas)

¿Cuantos goles tenes en Primera? (Risas)
(Risas) Tres. El único con Estudiantes y dos con Progreso. Por eso te digo que lo recuerdo.

¿Ese fue tu día de mayor felicidad en el fútbol?
La mayor felicidad fue la final del 2007 jugando para Progreso justamente contra Estudiantes. Más allá de lo que es jugar una final de la LPF, lo más hermoso fue encontrar a mi familia en la tribuna. Cuando hicimos el ingreso a la cancha, se formaron ambas hileras de los jugadores y los árbitros. Tengo la imagen de espaldas de ese momento, de los 25 protagonistas y la cancha a full.

¿Qué es poder ponerse la camiseta de que sos hincha?
Es lo mejor que me paso en la vida hasta el día de hoy. Tengo más momentos de mi vida adentro de la cancha de Progreso que en mi casa. (Risas) Además te lleva a que ya de grande, me entusiasme para ser parte de la subcomisión y comprometerme aún más con la institución.

¿Es imposible ser de Juan José Paso y no ser de Progreso?
Si, desde hace muchísimos años que solo presentó fútbol el Club Progreso y no Instituto. El pueblo es íntegramente Rojo y Blanco. Desde ese entonces todo el que nació en el pueblo es de Progreso.

¿Qué locura llegaste a hacer por Progreso, que hoy decís, no pude haber hecho esto?
(Risas) Buena pregunta. En el partido de vuelta de visitante de semifinales contra Atlético Mones Cazón sufrí la rotura de tabique con pérdida de mucha sangre y un pequeño desmayo. Al otro fin de semana, jugábamos el desempate y no me lo quería perder por nada del mundo. Entonces le pedí al médico que en la receta de los medicamentos no ponga que estaba quebrado, así mi mamá no me prohibía jugar. (Risas) Entrene como pude esa semana y el domingo jugué solamente con un curita, tapando la herida y para que loa rivales no sepan de la situación real. La historia no termina ahí. Primera pelota del partido que me llega fue para cabecear. Imagínate, se me caían las lágrimas. (Risas)

¿Tu mamá cuando se enteró la verdad que te dijo?
Mi vieja estuvo en el partido en Mones Cazón y vio toda la situación, pero no fue conmigo cuando me hicieron la placa. Me acompañaron los dirigentes. Llegue a mi casa y obviamente con toda la preocupación me preguntó. Le dije que fue el corte en la nariz, porque era visible y tenía pruebas. Pero que estaba bien. Enseguida el doctor Cotta me dio un antiinflamatorio inyectable y no se me desfiguro la cara. La desfiguración llegó más de grande (Risa) Como continúe con vida normal disimule y obviamente la placa nunca llegó a Juan José Paso. Con el tiempo mirándome fijo se dio cuenta que tenía una pequeña desviación del tabique y ahí cargó. (Risas) Le conté que solo era una fisura, nunca se lo creyó, pero lo tomó bien. Internamente sabía que si el entrenador me ponía iba a jugar igual.

¿La final la jugaste con la curita?
Jugué el desempate con Atlético de la semifinal con curita, ya para la final tenia cicatriz. Lo más cómico cuando me quebré, los ayudantes de campo se asustaron y no me querían tocar. (Risas) Me terminó asistiendo mi compañero que era veterinario y me pegó con la gotita. (Risas) Un fenómeno Marcos Melado, se re portó. Era mucha la sangre. Igual me pegó la herida, las pestañas y un pedazo de algodón en el cachete. (Risas)

Le erraste “Nico”, era la curita la cábala… (Risas)
Si sabía que una simple curita me daba ese campeonato, me compraba 10 cajas. (Risas)

¿Y la mayor tristeza?
Creo que la mayor tristeza no la tuve aun. Será el día que ya no pueda jugar al futbol o no tenga lugar en un equipo. El fútbol es parte de mis días y de mi vida. Deje miles de cosas, dejo hoy en dia y seguramente seguiré dejando por este bendito deporte para poder estar siempre. Por eso el día que ya no pueda, será el día más triste en el fútbol.

Si viene alguien de afuera y te pregunta por el clásico Progreso-Maderense ¿Que le decís?
Que va a tener la posibilidad de ver el partido más lindo que puede ofrecer la liga de Pehuajó. Así el partido sea malo. Va a vivir el color que le dan las hinchadas de ambas partes, la rivalidad que ya es del pueblo entero, las mejores previas al clásico, las mejores cargadas, la mejores apuestas, las canchas con la mayor cantidad de público y porque simplemente es el clásico más lindo de la LPF.

Si tenes que hacer un podio de clásicos que te quedaron grabado. ¿Cuáles fueron?
El podio, se lo llevan los dos del año 2018 dirigidos por el “Vasco” Mendizábal. Ambos los ganamos. Y pongo el de la Copa de Campeones el último de local con Gastón de Antón. Porque fue emocionante en todos los aspectos. Las tribunas tuvieron su participación espectacular. Guardo todas las fotos de las bengalas de humo que tiraron, porque creo que no se ve otra situación igual en los partidos de la liga.

¿Quién es tu ídolo local y cual de forma nacional o internacional?
Un ídolo local fue el gran Adrián "El Loco" Lamón. Lo vi campeón con Progreso, capitán y ademas fue el DT del momento hermoso del año 2007. Era un perro el hijo de mil. (Risas) Pero le vi ese amor a los colores que me quedó grabado. Además establecimos una relación de amistad que nos dio el futbol. Lo quería mucho. Un jugador que siempre me gustó fue “Leo” Ponzio y Jonathan Maidana. Desde el silencio se convierten en leyendas de River.

Si tenes que armar tu 11 inicial con jugadores que te ha tocado jugar... ¿Cómo formaría el equipo de Nicolas Frediani?
Diego Kondrantzky, Darío Carranza, Nicolás Frediani, Marcos Melado y Jose Carpatta, Javier Amoroso, “Pato” Denti, Mariano Manzanel y Ramiro Tempesta. Adelante Emiliano Defelice y José Cubas.

Si te dieran a elegir un compañero, con el que hayas jugado para pasar la cuarentena. ¿A quién elegirías y porque?
Al Colo Garre. No solo compañero, sino amigo de la infancia. Respiramos fútbol en cada momento que estamos juntos.

¿Qué hiciste en esta cuarentena que jamás hubieras hecho?
Trabajar desde mi casa y la peor fue pasar más de diez seguidas. (Risas) No estoy nunca en casa y no me podía encontrar en el primer tiempo de cuarentena.

¿Qué es lo que más extrañas en esta cuarentena?
El fútbol se extraña machismo, Las juntadas con amigos de siempre y a mi pareja que vive en Francisco Madero.

Me decís que tu pareja es de Francisco Madero. Domingo después de un clásico... ¿Se habla del partido o está prohibido? (Risas)
Para mantener la relación fue de común acuerdo no cargar (Risas) Hablamos si, de Progreso y Maderense. Pero en su justa medida. Ya se sabe que no hay cargada, porque termina todo mal. (Risas)

No me quiero imaginar si algún día son padres...pobre de su hijo (Risas)
Todas las discusiones que te imaginas son mínimas a las que tuvimos. (Risas) El nombre no es problema. Se discute de qué hincha va a ser y se sabe que voy a dejar la vida para lograrlo. (Risas)

¿Qué es Progreso y Juan José Paso en tu vida?
Progreso es mi vida. El lugar de donde jamás quisiera irme. Todo lo que puedo y como puedo se lo doy al Club, porque siento amor. Nací, crecí, me desarrolle, sufrí, fui feliz y soy feliz. Progreso es mi vida misma. Juan José Paso es mi lugar en el mundo. Donde sea que esté, siempre quiero llegar a mi pueblo porque es mi hogar.