“Cuando terminó el partido nos abrazamos las tres, nos felicitábamos y sentimos mucha emoción, al borde del llanto” señalaron Lorena, María y Jennifer
“Mis actos son una afirmación de mi conciencia que me dice
que cumplo con mi deber: una afirmación de mi independencia que satisface mi
espíritu y no se somete a falsas cadenas de esclavitud moral e intelectual, y
una afirmación de mi sexo, del cual estoy orgullosa y para el cual quiero
luchar”, sostuvo Julieta Lanteri la primera mujer en votar en la Argentina, y
quien fundó el Partido Feminista Nacional, hace más de un siglo cuando hablar
de “feminismo”, era casi tabú.
Dirigir
Lorena Saavedra, María Rojas y Jennifer Bazán, marcaron un
hito para el fútbol pehuajense. Por primera vez una terna de árbitros fue
compuesta en su totalidad por mujeres y dirigiendo la primera división oficial
masculina. El resultado fue 1 a 1, entre Maderense y Deportivo Argentino en el
partido jugado en el Juan Halzague.
Tres historias de vida que confluyeron una fría tarde de
invierno en una cancha del interior profundo bonaerense. Esas que se fueron
alimentando desde hace una década, cuando Jennifer Bazán fue la primera mujer en
decidir ser árbitro de fútbol a nivel local.
Jennifer
Jennifer Bazán viene de familia de árbitros; Claudio, su
papá fue el primero en conocer que, dentro de una cancha el juez es el único
sin hinchas; esa pasión la siguió Gabriel, su hermano, quien ha tenido
destacados desempeños que le valieron dirigir un par de finales de la LPF. Con
esa adrenalina de domingo, sostuvo: “Siempre me gustó el fútbol. Claramente lo
viví desde otro ángulo, desde el arbitraje tanto de mi viejo como de mi
hermano. Hasta que decidí empezar a
probar si realmente era como yo pensaba y si me iba a gustar”.
Paradójicamente, el apoyo a su decisión primero llegó de la
familia y sus compañeros, siendo el más reticente, Claudio. “A mi papá al
principio no le gustó mucho la idea, más que nada por la gente de afuera. Pero
lo acepto al poco tiempo”, comentó la pionera en el arbitraje femenino local. Quien
luego describió que, en el vestuario, “cuando terminó el partido nos abrazamos
las tres y sentimos mucha emoción, al borde del llanto. Nos abrazamos y
felicitábamos entre las tres. Fue un muy lindo momento vivido”. Esa definición, también alcanzó a sus
compañeras.
María
María Rojas fue la segunda mujer en sumarse a la experiencia
de ser árbitro. “Me gusta el fútbol, pero jugando no era lo mío” narra, quien
hace diez años que también está en el arbitraje. “Fue un par de meses después
que Jenny. Un día me cruce a un compañero y le pregunte donde tenía que
acercarme para ser árbitro, tomé coraje y fui. Así comencé”.
Desde el momento que les informaron que iba a ser la primera
terna en dirigir un partido masculino las sensaciones comenzaron a aflorar con
más fuerza. “Fue algo inexplicable desde que lo vi en las redes sociales, donde
se indicó que era algo histórico no podía leérselo a mis hijas, Magali y
Jennifer, porque lloraba de la emoción”, contó María quien agradece el apoyo y
la fuerza que le dan sus hijas. Cuando
Lorena pitó el final, María comentó: “Una vez terminado el partido y ver que
jugadores y técnicos nos felicitaron fue un gran alivio”.
Lorena
Lorena Saavedra ya ha dirigido primera división. Este es su
segundo partido; el primero había sido por la Copa de Campeones (pre -
pandemia) donde había estaba secundada por Jennifer y Carlos Crespín. Pero esta
vez las sensaciones fueron otras.
Cuando Lorena ingresó al arbitraje, hace ocho años, ya
estaban Jennifer y María. Rápidamente comenzó a edificar su carrera. Así llegó
su debut como asistente en Daireaux en un partido de inferiores, para luego ser
asistente de primera en la liga de Carlos Casares. De la competencia en la
localidad vecina, Lorena es agradecida, ya que rescata que parte de su
formación se dio en esas canchas.
Mamá de Alexis y Ludmila, Lorena comentó que ya no juega en
la liga femenina, porque no le dan los tiempos entre estudios y trabajo. Si el
arbitraje la tiene como protagonista. Sus pasos la llevaron a dirigir reserva
en Mones Cazón, y en la Copa de Campeones impartir justicia entre Boca y
Huracán de Carlos Tejedor en primera división. Además, ya ha dirigido a nivel
nacional, cuando se enfrentaron Agropecuario y 9 de Julio en fútbol femenino.
Experiencia única
Al momento de recibir la información de que iban a compartir
terna, Lorena, María y Jennifer cuentan que no pararon de recibir
felicitaciones. “Fue una experiencia única, recibimos mucho aliento, buena onda
de gente que no nos hubiéramos imaginado”, comentaron al unísono las tres
protagonistas. Además, Saavedra mencionó que “los dos cuerpos técnicos, los
jugadores se comportaron re bien”.
Lorena va por más y mencionó que “pueda salir una terna de
mujer es muy bueno, ojalá se pueda lograr en otro momento, ya que nunca se nos
ocurrió que podía llegar a pasar”.
Respeto
“El jugador, el cuerpo técnico, te van midiendo”, explica
Lorena sobre el trato que reciben dentro de un rectángulo de juego, aunque deja
en claro que lo peor que les toca travesar viene desde detrás del alambrado.
“Son los hinchas, y especialmente las mujeres quienes más nos critican, y nos
gritan cosas, tanto a nosotras como a los hombres”.
Compañeras
“Somos buenas compañeras y tenemos en claro que adentro de
la cancha somos una”, describe Bazán que agrega: “Muchas personas nos
felicitaron, desde nuestras familias, nuestros compañeros en la escuela, la
gente de los clubes”. Desde su experiencia, sabía lo que el ojo que todo lo
juzga estaría posado sobre la terna. Pero su convencimiento y el de sus
compañeras, el mismo que las llevó a ocupar el lugar que tienen no dejaba lugar
para la duda: “Nosotras sabíamos lo que ese partido significaba. Sabíamos que
nosotras íbamos a sacar un excelente partido y siempre fuimos por eso”,
describe Jennifer.
Lorena, María y Jennifer lograron dar un paso trascendental;
el mérito, el elogio se sustenta en que sus cualidades les permitieron
traspasar una barrera en un ambiente (en línea con parte de la sociedad) que
conserva rasgos machistas y discriminador. Desde su capacitación y formación
crecieron y en ese crecimiento, con aciertos y errores, como todo árbitro,
lograron, si, constituir un hecho icónico para el fútbol local y provincial.
“Orgullosa independencia”
Esa “conciencia”, el estar “orgullosa” y su “independencia” a
la que hizo mención Lanteri, fue un camino que comenzó a trazarse hace una
década en el arbitraje local. Un paralelismo marcado en estas latitudes para
quienes escribieron e hicieron historia.
Fotos: Meta LPF.