Luciano Gentili dice ponerle fin a su carrera: Un arquero gana campeonatos
Estudiantes buscaba arquero para la temporada 2006. Gustavo Iglesias volvía a calzarse el buzo de DT, y luego de la experiencia 2005 y el adiós de Hugo Pizarro el puesto de guardameta debía estar bien cubierto.
Pero las pruebas se
sucedían, los nombres no se concretaban y los días pasaban con velocidad para
tener el “campeonato” a la vuelta de la esquina. Hasta que llegó a probarse,
una semana antes del comienzo, un pibe rubio de buen porte, proveniente de La Plata.
En off, cuando le
consultaron al DT, “y, que tal el arquero”, respondió. “la verdad no sé, le
patearon cinco veces, le hicieron cinco goles, pero eran imposible de atajar.
Me la juego con este”.
Y la apuesta al DT, no le
salió mal. El mismo arquero, contaría tiempo después, que cuando salía de la
cancha, con una mezcla de impotencia, tristeza y desazón alguien le señaló:
“Tranquilo pibe, Fillol también se comió cinco”. Corcho Civelli, tampoco le iba
a errar en su pronóstico.
Fue el quiebre, desde ese
momento la figura del “arquerito” de Estudiantes comenzó a crecer, y si bien en
ese 2006, Estudiantes no solo que no clasificó entre los cuatro mejores, sino
que su rival de siempre salió campeón, el torneo del “1”, ya había comenzado a
ganar adeptos.
Y para Luciano Gentili,
Estudiantes se transformó en su casa. Comenzó a ser clave; Protagonista. El
2007, comenzó complicado, el albinegro cambio de DT y comenzó una “levantada
épica. Lucho fue protagonista determinante, para que el conjunto de rayas verticales
negras corte una sequía de casi dos décadas sin gritar campeón. El
reconocimiento fue unánime, y terminó siendo elegido por jugadores y técnicos
como el mejor de la temporada para el anuario Jugar.
Lucho siguió un par de
temporadas más, finalista y semifinalista con Estudiantes. Una vez más elegido
como el mejor. Para el 2010, se trasladó a Unión de Curarú, El albo, había
realizado buenas campañas en nuestra liga, con equipos para el recuerdo, pero
el campeonato era palabra prohibida.
Hasta que llegó Gentile
(como se lo pronunciaba y escribía al principio) de la mano de un emblema albo
como Miguel Benítez en la conducción técnica. Y Gentili lo volvió a hacer:
Unión campeón, y el lucho pateador de penales. Una vez más, elegido como el
mejor de la temporada. En 4 años, tres veces era considerado por colegas y
técnicos como el más destacado.
Al año siguiente fue
semifinalista; luego hubo un paso por Defensores del Este, un equipo con
grandes nombres pero que nunca terminó de consolidarse; para luego pasar por
KDT, donde volvió a ser finalista. Sus últimos años fueron en Unión de Curarú,
en el 2016, con un gran conjunto que tenía Erramouspe en el banco, y que con
lesiones y expulsiones, quedó en semifinales. El 2017, se despidió de la liga
Pehuajense, para un año después llegar a El Ceibo de Casbas.
Antes hubo tartes de
tapadas memorables, algún que otro “gol tonto” que se comió, triunfos, asados,
festejos, amigos y hasta alguna que otra reprimenda, mostrando documento,
cuando la policía lo agarró en la puerta de Opus. Gentili, dibujo un camino
venturoso, donde el elogio a su labor como arquero, y a su persona, fueron
creciendo.
Más allá de un breve
recorrido por su trayectoria. Quien debutó con 20 años en primera división, en
un Estudiantes 3 – Unión 1, en el 2006, donde además atajo un penal, se
convirtió en referente del arco para los equipos pehuajenses.
Ayer, 22 de diciembre se cumpliò un nuevo aniversario del título de Unión, es bueno valorar que construyó
una carrera, donde su premisa fue la seriedad para “encarar” cada proyecto. Ese
compromiso lo llevó a tener un lugar de preponderancia. Luego, claro, los
sustancial, su calidad como arquero. Sus decisiones, sus tapadas, los duelos
ganados lo transformaron, sin exagerar, en uno de los mejores 5 arqueros de las
últimas dos décadas en nuestro fútbol.
Gentili dice ponerle fin a
su carrera. ¿Estaría bueno que ese fin, sea en la liga que lo recibió, lo
cobijo y en el que es reconocido? Sería casi un círculo ideal, para una carrera
basada en trabajo, sacrificio y logros.